domingo, 20 de noviembre de 2022

 

VISITAS DE SS. MAJESTADES LOS REYES DE ESPAÑA DON JUAN CARLOS I Y DOÑA SOFÍA DE GRECIA A TRUJILLO

 

 

 

VISITA OFICIAL EN EL AÑO 1977

 

Antes de emprender camino los Reyes de España hacia Trujillo en su primera visita oficial el 10 de marzo de 1977, asistieron a una sesión de trabajo en la Diputación Pro­vincial de Cáceres, que dio comienzo con la intervención del Gobernador Civil de la Provincia, Excelentísimo Señor Don Luis Gómez de Pablo.  Interviniendo, también, a continuación el Presidente de la Diputa­ción Provincial, Excelentísimo Señor Don Felipe Camisón Asensio.  Su Majestad el Rey, al final de esta sesión de trabajo, pronuncio unas palabras. Por último, Sus Majestades presidieron un almuerzo, al que asistieron las autoridades provinciales y locales.

A las cuatro de la tarde llegaron a Trujillo, por carretera, Don Juan Carlos I y Doña Sofía, haciendo su entrada en coche descubierto en la Monumental Plaza Mayor, donde fueron obsequiados por un grupo de niñas, vestidas con el traje típico de la región, con unas muestras de artesanía local.  Los Reyes subieron a una tribuna situada en el atrio de la Iglesia de San Martín, donde le fue ofre­cida la recepción oficial por el Alcalde, Ilustrísimo Señor Don Miguel Calvo de la Cámara, quien pronunció unas palabras dé bien­venida a las que contestó el Monarca. Finalizada la visita a Trujillo, Sus Majestades, salieron en helicóptero con dirección a Guadalupe.

 

VISITA HISTORICA DE LOS REYES DE ESPAÑA Y DE BÉLGICA A TRUJILLO EN 1994

 

Los Reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía visitaron nuestra histórica ciudad acompañados por los Reyes Alberto y Paola en una visita histórica por Extremadura recorriendo Yuste, Cáceres y Trujillo donde fue recibido el miércoles día 21 del año 1994, en el Excmo. Ayuntamiento por el entonces alcalde D. Benigno Fernández que entregó el bastón de mando al Rey. La ciudad ofreció a Sus Majestades una visita turística por la zona monumental una vez que fueran recibidos por los ciudadanos en la Plaza Mayor. Tras una cena en el Parador de Turismo continuaron al día siguiente su viaje hacia Guadalupe por el ancho paisaje extremeño.

 

TRUJILLO SIMBOLO DEL VALOR CULTURAL EXTREMEÑO PARA EUROPA

 

El día 28 de octubre de 1997, se reunieron en la Fundación “Xavier de Salas” de Trujillo personalidades de los ámbitos cultural e histórico, político y social para homenajear a la Fundación “Xavier de Salas” que con sede en Trujillo había conseguido el galardón en el “Premio Europa para la Protección de Monumentos Históricos”, otorgado por la prestigiosa Fundación Alfred Toepfer, que fue creada en 1931 con el interés de “dar un futuro para nuestro pasado” (con sede en Hamburgo). A el acto asistió la Reina Doña Sofía que fue la encargada de entregar el premio a la Presidenta de la Fundación Doña Carmen de Salas. En definitiva este premio enriquece el valor del patrimonio artístico de toda la región y, en definitiva, la defensa del mismo realizada en Trujillo por la familia Salas que han conseguido restaurar y dar vida a varios edificios que estaban en ruinas en el casco histórico de la ciudad monumental de Trujillo.

 

VISITA PROTOCOLARIA EN EL AÑO 2000

 

El día 9 de octubre del año 2000, Don Juan Carlos I y Doña Sofía estuvieron en Trujillo en dos actos alternativos protocolarios. S.M. la Reina inauguró la sede de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, en el Palacio de Lorenzana, sito en la zona monumental, estuvo acompañada por numerosos académicos, por la ministra de Educación, Cultura y Deporte doña Pilar del Castillo, D. Manuel Veiga (Presidente de la Asamblea extremeña), el Vicepresidente de la Junta de Extremadura don Carlos Sánchez Polo, Don Francisco Muñoz (Consejero de Cultura), miembros del Concejo, directivos y miembros de la Asociación de Amigos de la Real Academia extremeña y ciudadanos que no quisieron perderse este emotivo e histórico acto inaugural. Las palabras de bienvenida corrieron a cargo del escritor, poeta y subdirector de ABC don José M. Santiago Castelo que con versos como “Gracias señora por la luz y el aire, por la paz, la quietud y la sonrisa, porque tornáis la tempestad en brisa y la preocupación la hacéis donaire”... “Por tantas cosas, Majestad, no extraña que España en vuestros ojos con dulzura se mire como hoy Extremadura segura de su historia y de su entraña..”, recitó bellos sonetos dedicados a S.M. doña Sofía. Un agradecimiento que había nacido en 1979, cuando la reina impulsó el nacimiento de la Academia extremeña. La Reina descubrió una placa conmemorativa en el zaguán del edificio del siglo XVI.

Paralelamente este acto, S.M. el Rey D. Juan Carlos I y D. Juan Carlos Rodríguez Ibarra, eran recibidos por miembros del Excmo. Ayuntamiento de Trujillo, encabezados por el Sr. Alcalde D. José A. Redondo, en las instalaciones de la Factoría Navidul, en el Polígono “La Dehesilla” de Trujillo, y unas 700 personas invitadas al acto. La nueva factoría que cubre el empuje comercial de Navidul en 40 países fue inaugurada oficialmente por D. Juan Carlos I. El rey tras firmar en el libro de honor, recibió un obsequio por parte de los directivos de la factoría –D. Luis Serrano y D. Pedro Ballvé-, consistente en tres medallas de la Virgen de Guadalupe con los nombres de los tres nietos del rey

La elección de Extremadura no ha sido aleatoria por parte de los directivos de Navidul. Extremadura es principal productora de cerdo ibérico, considerado el rey de la dehesa. Este ecosistema ocupa la mitad de la superficie agraria extremeña y su encinar procura el cochino su principal fuente de alimentación (la bellota).

Seguidamente, los Reyes almorzaron en el Parador Nacional de Turismo de Trujillo un menú formado por zorongollo, jarrete de retinto braseados con patatas compuestas, tabla de quesos artesanos variados y técula mécula. Compartieron mesa con D. Juan Carlos Rodríguez Ibarra, D. José A. Redondo y otros miembros de la Junta de Extremadura y el Consistorio trujillano. Por la tarde, marcharon Sus Majestades hacia Yuste.

 

jueves, 17 de noviembre de 2022

 

NUEVAS APORTACIONES A LA HISTORIA DE LA MURALLA TRUJILLANA

 

 

 

Los historiadores que nos han precedido, al igual que nosotros mismos en nuestros escritos, siempre hemos considerado que la muralla de Trujillo tenía siete puertas: la de Coria, la de Herradura (ya no existe), la de las Palomitas, la del Triunfo, Vera Cruz, San Andrés y Santiago.

Una gran parte del trazado que se conserva de la muralla no es legado islámico, sino herencia cristiana de los siglos XIII-XV, de hecho, las puertas de San Andrés y Santiago son más recientes en el tiempo. La de las Palomitas se reconstruyó completamente durante las obras del proyecto de Dinamización Turística.

Los restos más antiguos existentes en la muralla corresponden a la presencia de sillares almohadillalos correspondientes a una primera fase romana de época del emperador Augusto, fechable en el siglo I de nuestra Era, que pudo ser reformada en época bajo imperial. La llegada de los árabes a la Península en el siglo VIII y su intento de controlar el territorio supone una readaptación de los muros defensivos de la ciudad y la reutilización de los bloques romanos. Si los primeros paños de la muralla musulmana podemos situarlos cronológicamente entre los fines del califato de Córdoba e inicios de los Reinos de Taifa, el resto de sus lienzos pueden ser datados entre fines del periodo Taifa e inicios del dominio almorávide, es decir, en torno a la segunda mitad del siglo XI.

La muralla de la Villa abarca una amplia área amesetada que, con una ligera tendencia a la forma rectangular, se dispone de forma irregular para adaptarse a las diferentes cotas de nivel. Está jalonada por once torres colocadas a tramos irregulares a lo largo de todo el perímetro. Su altura es superior a la de los lienzos de los que parten y las plantas más frecuentes son la cuadrada y la rectangular, aunque también las hay semicirculares. De entre estas torres podemos destacar la albarrana, que se une al muro mediante una coracha alargada en el sector oeste. Los paños de la zona norte sorprenden por la ausencia de torres y en este espacio se adosó un edificio –convertido en el siglo XV en convento franciscano– que por su solidez refuerza la Puerta de Coria y que al construirse el cenobio, con toda seguridad, desaparecieron las dos torres que flanqueaban la puerta.

Su estructura arquitectónica y sistema constructivo confirman diferencias obvias con las realizaciones musulmanas de la Alcazaba y del Albacar. El material constructivo sigue siendo el mismo, el granito, no obstante su tratamiento difiere del de fases anteriores. La fábrica es de mampostería, aunque en zonas bajas de los paramentos y en las esquinas de las torres se emplean sillares. En ocasiones se observa la presencia del ladrillo y pizarra como niveladores de las sucesivas hiladas pétreas. Muros y torres se coronan con un remate cuadrado piramidalmente.

Como ya hemos indicado, el recinto contaba con siete puertas, pero recientemente hemos descubierto dos puertas más, es decir, en el interior del palacio de Chaves Mendoza u Hospital de la Concepción, una gran portada que se abre en arco peraltado y ligeramente apuntado en su intradós, y que permite el acceso a un pasadizo con cubierta abovedada de ladrillo y paramento de sillería, a tan solo 27 metros de la actual puerta de San Andrés.  Si en la muralla reconocemos la huella de las obras realizadas tras la definitiva conquista castellana (año 1233), serán las puertas de ingreso al recinto las que marquen claramente la periodización del mismo. De este modo, todas las conservadas, responden a unas tipologías propias de las tres últimas centurias del Medievo. En cualquier caso el recinto de la muralla ha sufrido modificaciones sustanciales a lo largo de la historia. Lo que estaría claro es que la portada que defendía el lienzo ubicado en la zona meridional, en la plazuela de los Descalzos y cuesta de San Andrés, sería la portada musulmana que se encuentra en el interior del palacio Chaves-Mendoza, con la construcción de este edificio palaciego, la puerta quedó dentro del palacio y se construyó la actual puerta de San Andrés a finales del siglo XV. Entre finales del XV y a lo largo del siglo XVI se sumarán nuevos elementos.

La muralla de Trujillo constituye uno de los conjuntos defensivos medievales mejor conservados de la región. Surgiendo del castillo, el perímetro de la muralla, jalonado por torres, describe un dibujo poligonal irregular con tendencia a la rectangularidad. Data originalmente de las mismas fechas que el castillo, aunque fue en tiempos posteriores a la reconquista cuando adquiere su aspecto y fisonomía definitiva. Por tanto, los restos que aún se conservan de la muralla en los jardines del Palacio Chaves-Mendoza, así como el conjunto torreado de aparejo de mampostería con sillería en las esquinas como refuerzo corresponden a los inicios del siglo X.

El alcázar o casa-fuerte como el de los Chaves-Mendoza, que nos ocupa, construcción nobiliaria que, situada junto a la muralla y en las proximidades de sus puertas para la defensa de estas, aunaba lo defensivo y lo residencial para conformar grandes conjuntos arquitectónicos presididos exteriormente por el perfil de sus torres. Ejemplo singular de esta topología  constructiva en  Trujillo es la casa fuerte de los Chaves-Mendoza que construyeron su edificio aprovechando varias edificaciones existentes en su actual palacio, tales como un alcázar árabe cuyos restos aún subsisten. Fue suntuosa esta mansión de los Chaves-Mendoza unida a la muralla que defendía la puerta de San Andrés desde la parte interior de la Villa y por la exterior a la casa de los Torres Altamiranos, a la izquierda, saliendo del recinto amurallado por la Puerta del Triunfo.

 

 



Otra puerta desconocida hasta el presente estudio se encuentra ubicada en la zona oeste de la muralla, dentro del edificio de la familia Salas, a la que podemos acceder o desde el Espolón o desde el Matadero viejo. En el interior de esta vivienda se observa una gran portada peraltada sobre sillares romanos colocados a soga y tizón, que denota su antigüedad, desde el arranque de las impostas, la rosca del arco es de ladrillo. Esta portada estaba flanqueada por dos torres, encontrándose aún numerosos restos de la misma.

 



jueves, 10 de noviembre de 2022

 

 

PUENTES EN EL TÉRMINO DE LA CUMBRE

 

I.- PUENTE SOBRE EL RÍO MAGASCA

 

A mitad de camino entre Trujillo y La Cumbre nos encontramos con este magnífico puente de sillería granítica sobre el río Magasca. Magnífico puente de tres arcos de medio punto apoyados en pilas con tajamares semicirculares, bóvedas de cañón de sillería, rasante horizontal, pretil recto por encima del puente pasa la carretera. Construido a base de sillares de cuidada labra. Este puente fue construido posiblemente en el primer decenio del siglo XIX. En el año 1826, Sebastián de Miñano en su Diccionario Geográfico Estadístico, se refiere a él de la siguiente manera: "Cumbre, Villa Secular de España, provincia de Estremadura, partido de Trujillo, obispado de Plasencia, Alcalde Ordinario, 311 vecinos, 1.150 habitantes, 1 parroquia, 1 pósito. Situada en una llanura mas alta que los terrenos inmediatos por lo cual sus vistas son de mucha estension. Las casas son malas y las calles irregulares; a la parte del N. tiene un buen monte para pastos de ganado de cerda, y carece de aguas. Produce granos y pastos, ganado vacuno, lanar y de cerda. Dista 19 leguas E.N.E. de la capital, 2 O.S.O. de la cabeza de partido, en cuyo intermedio se pasa el arroyo del Manzanillo, la charca de la Albuhera, el puente de Mabasca, y otros 5 arroyos. Contribuye 9,499 reales 9 maravedises."

 




II.- PUENTE SOBRE EL RÍO MAGASCA

 

Este puente se encuentra en el río Magasca a escasos metros del anterior. Se trata de un puente de planta recta, está formado por tres bóvedas de medio punto construidas a base de sillería de granito, las dos centrales de igual tamaño y luz, mientras que la lateral del estribo izquierdo sirve como aliviadero. Algunos sillares de las bóvedas centrales están sufriendo procesos de degradación química. Los tímpanos están construidos con mampostería de pizarra y granito donde abundan los sillarejos. Carece de tajamar. Los pretiles se encuentran en lamentable estado de conservación, presentando una alineación defectuosa. La cimentación de la obra está realizada directamente sobre el cauce del río, no apreciándose ningún tipo de patología en la misma, ni fenómenos de socavación.

 


III.- PUENTE SOBRE EL RÍO MAGASCA (CORDEL A RUANES)

En el cordel que sale desde la Albuhera, paralelo a la Ctra. de La Cumbre en dirección a  Ruanes nos encontramos con este interesante puente medieval. De características y tipología semejante al puente existente en la antigua N-V en la Ctra. a Badajoz, junto a la Venta de Magasca.

Se trata de una estructura cuya cimentación está hecha en la roca y sobre el cauce del río, de planta recta y perfil horizontal de tres bóvedas de sillería de granito de desigual luz y características y con desagües o aliviaderos en los estribos, formados por muros de acompañamiento en  prolongación de los muros de los tímpanos. Las dos tajeas o aliviaderos son adintelados, utilizándose sillares de granito y poseen dintel. Dos de las bóvedas están construidas con sillares de granito de las mismas dimensiones y una tercera de menor dimensión. Las juntas entre sillares están rellenas con mortero y se han colocado inserciones lajosas en llagas y en tendeles. El resto de la obra está realizada en mampostería de piedra y pizarra. Los tímpanos son macizos y están construidos con sillarejos de granito.

Sobre la estrecha pila central hay un tajamar apuntado, los arquillos contribuyen a estilizar la fábrica. Buen estado de conservación.  Entre la primera y segunda bóveda, presenta la pila un tajamar aguas arriba construido con sillares de granito de buena labra. La calzada está pavimentada con un enlosado en buen estado que ha sido restaurado en los años 90 del siglo XX. Los pretiles de mampostería de piedra y pizarra.

 

 





IV.- LA PUENTE (río Gibranzos)

 

En el término municipal de La Cumbre nos encontramos con este magnífico puente popularmente conocido como La Puente, sobre el río Gibranzos, sobre el cordel que va a Plasenzuela. Tiene tres arcos desiguales, destacando el perfil alomado en el arco mayor de medio punto, pilas y bóvedas de cañón construidas con sillería de granito cuyas juntas están rellenas con mortero, colocándose inserciones lajosas en llagas y tendeles, el pretil está fabricado con mampostería de pizarra y cal, rematado con sillería de granito. Tiene en los estribos, a ambos lados, dos aliviaderos de sección cuadrangular adintelados utilizando una laja de pizarra para el dintel que cierra la zona superior. Aguas arriba tiene un tajamar construido con sillarejo de granito. Por sus características tipológicas y la toponimia podemos fecharle en los años finales del siglo XV. Se conservan algunas marcas de cantero.

En el Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, Partido de Trujillo, realizada el 11 de abril de 1791, se dice en relación a La Cumbre:  “Ay tres fuentes de agua dulce i potable y raro es el año que no se an de amanadero, no ay pantanos, solo un arroyo que divide del termino, que llaman Gibranzo y en el verano conserba algunos charcos, los que sirben para el abrebadero del ganado; cria alguna pardilla, se guarda la veda de pesca y en dicho arroyo ay un puente de transito libre.” [1].

La albardilla y el empedrado de herradura enlosado fueron reconstruidos en el año 1990 por la Asociación Cultural “La Puente” de La Cumbre.

 





V.- PUENTE SOBRE EL RÍO MAGASQUILLA

 

Puente que está a la izquierda de la carretera en dirección a La Cumbre, sobre el río Magasquilla, en la finca del Carneril y cercano a los límites  territoriales de Trujillo y La Cumbre, aunque pertenece al término municipal de La Cumbre.


Es una obra de perfil recto, con dos arcos rebajados y con tres tajamares –sin sombrerete en la zona superior- y contratajamares cilíndricos. Construido íntegramente con mampostería de pizarra y mortero de cal. Los arcos de las bóvedas están formados por una única rosca de espesor muy pequeño. Las bóvedas tienen muchas exudaciones en su intradós. Los tímpanos son macizos realizados con mampostería de pizarra y sillajero del mismo material.


Tiene numerosos vierteaguas en ambas caras y el pretil es del mismo material constructivo.

 

 




VI.- PUENTE DE LAS MALEZNAS

 

Está en el cordel  de Trujillo a Ruanes, sobre el río Gibranzos y término municipal de la Cumbre. Es de planta recta, y con un perfil longitudinal ligeramente alomado, con calzada de rollos. Los pretiles por su parte también están construidos con sillarejos de pizarra de modo parecido a los tímpanos del puente y se encuentran muy deteriorados habiendo desaparecido en gran parte de la calzada.

Tiene dos bóvedas de medio punto, dos pilas de planta rectangular, y aliviadero en la margen derecha, de las mismas características, formados por silería de granito, y el resto del puente es de mampostería de pizarra.


Tamajar de sección triangular entre los dos arcos principales; sin contratajamar, con aparejo de mampostería de pizarra y cal. Los tímpanos son macizos realizados con mampostería de pizarra y sillarejos del mismo material. Los estribos están realizados mediante muros en prolongación de los tímpanos a base de mampostería y sillarejos de pizarra y se encuentran bastante deteriorados con socavaciones y descalces que son importantes. La estructura se asienta sobre la roca viva, utilizando la pizarra para nivelar las irregularidades. Pertenece a la Edad Media.

 




VII.- PUENTE SOBRE EL ARROYO RUANEJOS

Por último, sobre el Arroyo Ruanejos, entre la población de La Cumbre y Plasenzuela, próximo a un asentamiento romano, donde hemos localizado varias aras votivas, tégulas y restos de una villa romana[2], se alza este puente de planta recta y perfil alomado, con dos bóvedas de desigual luz, arco escarzano y de medio punto, sin desagües en los estribos. Estructura construida a base de sillarejos y ladrillo en la rosca de los arcos, las piezas de ladrillo con las que se han realizado las dos boquillas de las bóvedas tienen una buena trabazón entre ellas, alternándose las dovelas, cuenta con un aligeramiento en el tímpano en forma de ojo de buey, consiguiendo un aumento de la capacidad de desagüe del puente. La cimentación está hecha en la roca y en el mismo cauce del río, presentando fenómenos de socavación generalizada en toda la estructura, no se conservan pretiles. La calzada de la plataforma –muy estrecha- está cubierta por una capa de suelo con algo de vegetación. Todas estas características (materiales empleados, morfología de la obra y dimensiones), además de por su tipología y similitud con otros de la zona, invitan a pensar que se trata de un puente medieval.

 



[1] Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura, Partido de Trujillo, Tomo I, pp. 513 a 532.

[2] RAMOS RUBIO, J. A y ESTEBAN ORTEGA, J: “Estelas funerarias de Plasenzuela (Cáceres)”. Universidade de Coimbra. Facultade de Letras. Ficheiro Epigráfico (Suplemento de «Conimbriga») 107 Iinscriçoes 471-475 Departamento de Historia, Arqueología | Instituto de Arqueología, 2013; RAMOS RUBIO, J. A y ESTEBAN ORTEGA, J: “Por tierras de Plasenzuela: el yacimiento romano del arroyo Ruanejos”. Revista Alcántara,  núm. 78, Cáceres, 2013, pp. 97-112.

 

 


lunes, 7 de noviembre de 2022

 

Un símbolo fálico en el rollo medieval de Trujillo

 

El rollo o picota fue levantado en 1497 y su primitivo emplazamiento fue la Plaza Mayor, donde además de testimoniar la calidad realenga de la ciudad, servía para la ejecución de la justicia y para otros servicios del mercado, pues en él se colocaban las medidas oficiales del trigo, la cebada, la cal, la sal... etc.

Desconocemos en cambio el nombre del artista que lo diseñó. No obstante, su autor habrá que buscarlo entre los maestros canteros activos durante finales del siglo XV en Trujillo: Alonso Veren, Hernando Davales, Diego de Nodera, Juan Méndez, Alonso Blasco... y particularmente Reduan de Piedrahita, alarife moro, a quien por aquellos años el concejo trujillano confió obras de cierta calidad, como la capilla del Caño o el puente sobre el Tamuja.

El rollo fue trasladado el 29 de julio de 1548 al paseo de la  Encarnación o del Mercadillo, hasta que el concejo recibió las protestas del prior de la Encarnación, fray Felipe de Meneses y sería trasladado el 7 de enero de 1566 a la plaza del Campillo, donde se encuentra en la actualidad. El maestro cantero Antonio de Solís fue el encargado de realizar la obra, recibiendo 56 ducados. Sería reparado en 1864 por Juan Lozano, maestro alarife de la ciudad.

El rollo se levanta sobre un graderío circular tallado en sillares graníticos. Un podio cuadrangular sirve de base a una construcción de lados cóncavos con columnas adosadas en sus esquinas, enlazando en la zona superior mediante molduras conopiales. El rollo es un ejemplar gótico. Precisamente en el podio cuadrangular es donde se encuentra el símbolo fálico.

A media altura de cada columna hay una ménsula y en uno de los fustes el águila de San Juan con el escudo de los monarcas católicos. Corona el pilar un pináculo piramidal con la cruz de Santiago.

Símbolos fálicos hemos encontrado labrados en sillares romanos en Mérida (en el puente romano, en el acueducto de Los Milagros y en la zona arqueológica de La Morería) y en otros lugares de la geografía española. En Roma eran símbolos de fertilidad, de prosperidad y de protección, de larga tradición en el mundo agrario. El símbolo fálico en un sillar trujillano es una piedra de acarreo de alguna de las construcciones romanas que durante la Edad Media sirvieron de "cantera" para la construcción de otras obras civiles, lamentablemente tan solo nos han llegado escasos restos de la presencia romana en Turgalium: epígrafes romanos, parte de la muralla, el arco de la Coria y las dos torres cuadrangulares del arco de Santiago.







 

DEPOSITOS DE AGUA DURANTE LA DOMINACIÓN MUSULMANA EN TRUJILLO: ALJIBES Y ALBERCA

 



El castillo de Trujillo se asienta sobre una elevación del terreno a una altura media de 584 m. y con unas coordenadas geográficas de 39º 27" 44" lat.N. y 2º ll" 43" long. W. de la Hoja 7O5 del Mapa Tipográfico Nacional, esc. l/ 50000. Teniendo en cuenta su nombre Turcalion, celta; Turgalium, romano; o Turaca, por su posición sobre un promontorio, su origen se remonta a un pequeño castro integrado en el espacio vetton, que evolucionaría con la romanización hasta constituirse en cabeza de prefectura dependiente de Augusta Emérita. El núcleo urbano se erige como lugar central respecto a su territorio y ubicado dentro de la penillanura dominada por elevaciones con el cerro “Cabezo de Zorro” sobre el que se asienta en castillo en un batolito granítico, lo que le confiere una posición preeminente y estratégica con respecto al resto de su territorio.

El castillo de Trujillo es de origen árabe. La presencia de la cultura musulmana en Trujillo surge a raíz de la expansión llevada a cabo por el general Musa b. Nusayr desde que el 30 de junio del año 713 se apoderara de Mérida (la más importante ciudad de Hispania durante el Bajo Imperio y la mayor concentración urbana del reino visigodo de Toledo). La incorporación de toda aquella extensa porción geográfica al nuevo estado islámico hubo de producirse de modo gradual y sin demasiadas alteraciones.  No es de extrañar, por lo tanto, la reutilización de las grandes cercas romanas, tal y como ocurriera en Trujillo o en Mérida, para el asentamiento musulmán.

       A comienzos del siglo IX tuvo lugar uno de los períodos más turbulentos con una serie de alzamientos contra la autoridad central de Córdoba y tuvo como consecuencia política palpable la disminución progresiva del protagonismo de las ciudades de Trujillo y Mérida y, a la larga, su casi total anulación como centro administrativo de importancia.

Con independencia de los motivos desencadenantes de tan repetidos incidentes, las rebeliones emeritenses y su reflejo en continuas incursiones en Trujillo se veían favorecidas por la especial situación estratégica de ambas ciudades -emplazadas en el centro de una importantísima red de comunicaciones-, la calidad de la muralla romana y las facilidades de abastecimiento de agua.  Todo ello las hacía casi invulnerables ante cualquier ejército no provisto de máquinas de asedio y de un eficaz apoyo logística.  En el caso de Mérida, pieza clave en todo el sistema defensivo era el puente.  Su interrupción obligaba a cualquier agresor a cruzar el anchuroso cauce del río Guadiana por algún vado próximo y eso resultaba casi imposible la mayor parte de los meses del año.

El camino para tener sometidas a Trujillo y a Mérida era controlarlo y evitar su caída en manos de los inquietos maridíes.  En ese propósito ordenó el emir Abd al-Rahman II levantar las Alcazabas de Mérida y Trujillo.

Así pues el nuevo recinto militar, alzado en Trujillo derribando la cerca urbana romana, no estaba destinado en principio a prevenir ataques exteriores.  Su alejamiento de la frontera septentrional no justificaría su construcción sin fijarse antes en otros lugares -Coria, por ejemplo cercanos a las áreas más amenazadas por un peligro exterior.  Su función principal consistía en servir al estado omeya como elemento represivo frente a la ciudad, controlando el acceso a la alcazaba y el -total o parcial- de la población. Abastecimiento de agua, de lo que se deriva la construcción de aljibes.

Ambos recintos –Trujillo y Mérida- reproducen el mismo esquema por su planta cuadrada, por la utilización de torres rectangulares de poco saliente, en los paños, y de otras más grandes, en las esquinas, y por el esquema de puerta con arco de herradura, flanqueada por dos torres.

Es factible atribuir al segundo recinto de Trujillo –el albacar- una fecha semejante a la segunda fase de construcción de la muralla de la ciudad de Cáceres, obra igualmente islámica, representada por una serie de elementos edificados con sillares de granito –a veces reutilizados- dispuestos a soga y tizón. Se accede al mismo por una puerta de arco simple entre dos torres de flanqueo.

El castillo recibió algunas reformas con los imperios africanos (almorávides y almohades. La utilización de la alcazaba de Trujillo en la primera mitad del siglo XII como base de operaciones para los contingentes locales o forasteros periódicamente ocupados en devastar las fronteras cristianas próximas y ese carácter de punto de concentración de tropas hubo de repercutir en la forma y organización de las murallas urbanas y de sus compartimentaciones internas. La revisión de todo el proceso aclara la estructura de las defensas trujillanas. Es muy probable la utilización del albacar como espacio para acantonar tropas en momentos de concentración. Así se explicaría su edificación –en realidad constituye un tercer espacio amurallado, sumado al de la cerca urbana y al de la alcazaba o área de estricto uso militar-, su situación adyacente a la alcazaba- con acceso directo desde ésta y desde la medina. Las tropas foráneas quedaban acuarteladas y defendidas y, a la vez, separadas de las otras dos zonas constituyentes del núcleo urbano, habida cuenta de la noticia del viajero ceutí al-Idrisi que visitó personalmente Trujillo los primeros trece años del siglo XII: “Es grande y parece una fortaleza. Sus muros están solidamente construidos y hay bazares bien provistos. Sus habitantes, tanto jinetes como infantes, hace continuas incursiones en el país de los cristianos. Ordinariamente viven del merodeo y se valen de ardides” (Idrisi, Geografía de España: 177-8. Tex. 186-7).

Extremadura, convertida por motivos de los acontecimientos bélicos en uno de los puntos neurálgicos del extremo norte almohade, se acometió una labor de acondicionamientos y refuerzo general de la frontera, cuya amplitud puede advertirse claramente, fijando las características de sistema táctico establecido por la dinastía africana. Como características principales destaca el tapial, tabiya, como material constructivo; recrecimiento de los muros, utilización de torres más salientes y de módulo más cuadrado que las habituales hasta entonces; incorporación de albarranas, en ciertos casos de planta poligonal, y uso generalizado de puertas en recodo. En  Trujillo es frecuente la presencia de mechinales, cubiertos con enlucidos decorados con falso aparejo de sillares. Las albarranas de Trujillo son todas posteriores al resto de los recintos, de los que se diferencian apreciablemente por su forma constructiva. Las torres de aquellos están levantadas mediante un relleno de piedra y tierra vertida desordenadamente dentro e las caras perimetrales, de aparejo y mampostería bien dispuestos, sistema constructivo característico de lo omeya, por el contrario, para las albarranas se empleó un sistema más cuidadoso, a base de colocar cajas de mampuesto entre lechadas gruesas de una cal muy pura. La técnica es idéntica a la usada en los edificios de tapial y posee sus paralelos más evidentes en Badajoz y Cáceres.

       Nuevas reformas y torres se alzaron después de 1170, cuando Trujillo fue arrancado de las manos del aventurero Gerardo Sempavor, y otras reformas y añadidos cuando las tropas de Alfonso IX amenazaban las Vegas Bajas del Guadiana. Poco sentido tendría, si no, refortificar una alcazaba donde se aunaban unas condiciones defensivas importantes de cara al exterior.

Existen dos aljibes en el recinto principal. Otro, más bien un pozo, se encuentra en el albacar, cercano a la ermita de San Pablo, obra del siglo XVI.

 Los  dos primeros, objeto de este estudio, se hallan adosados y ostentan planta distinta en cada caso. El exterior es geminado y con las claraboyas superiores como único modo de acceso desde la Plaza de Armas del recinto. Está cubierto por bóveda de medio cañón, que a los dístales del eje remata en una nacela remitida y se comunica de un lado  al otro por dos arcos de medio punto peraltados y apoyados en una columna de granito de fuste liso sin basa ni capitel, de 72 cms de altura. En sus lados  Este y Oeste tiene un andén de 2 m. y 2´42 m. de ancho. La longitud es de 9 m. y la anchura de 1´60 m. y 1´70 m. de diámetro y el de los pequeños arcos del andén de 56 cms. y 67 cms. La obra es de piedra y ladrillo. Guarda cierta semejanza con el del castillo del Pinar y el de la Alcazaba  de la Alhambra (Granada).

El aljibe interior es de planta irregular, aprovechando el espacio dejado entre el aljibe anterior y los paramentos exteriores. Tiene escalera de acceso desde la llamada Plaza de San Pablo, que da acceso a un andén. Se divide en 8 cámaras distribuidas en forma de "L". Cada uno de los compartimentos se comunica con el otro mediante arco de medio punto, de 2´10 m. de altura, con estribos para reforzar las paredes contra el empuje del agua. Los dos cuerpos principales del mismo se divide por una nervadura en bóveda. La fábrica es de ladrillo y argamasa. Ambos aljibes corresponden al siglo XIII.

En el año 2002 se ha llevado a cabo la rehabilitación de los aljibes como espacio libre a través de la afirmación de su carácter público (para hacerlos visitables por el turista). Realizándose la reposición de muros, elementos de accesos  en mal estado, de acuerdo a su configuración original, con repaso de los rejuntados en deficiente estado de ejecución

 



EL ALJIBE DEL ALCAZAR DE ALTAMIRANO

 

En la Casa-Fuerte de Altamirano, que probablemente fue Alcázar árabe de la época del Califato, y más tarde fue transformado en palacio señorial de Fernán Ruiz, cabeza de linaje de los Altamiranos y que tan eficazmente contribuyó a la reconquista definitiva de Trujillo, se encuentra un artístico aljibe árabe que se ha puesto en valor desde hace tres años con su apertura al turista.

De este aljibe tenía noticias por referencias documentales en Acuerdos Concejiles (Libros de Actas Capitulares), que se conservan en el Archivo Municipal, donde constan provisiones municipales sobre la limpieza del aljibe de la Plazuela de Altamirano, sobre cómo y cuándo se ha de sacar agua de ellos sobre que se cierren y tapien en tiempos de guerras y probables asedios que pudiera sufrir Trujillo. Previsión esta muy acertada sobre todo para que el enemigo, a su paso por aquí no envenenarse las aguas.

Este Aljibe fue descubierto en 1964 por don Juan Tena Fernández, el entonces Cronista Oficial de la Ciudad. En  calidad de Sub-Apoderado del Patronato de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional dio cuenta del hallazgo a quien jerárquicamente correspondía. El Alcalde don Julián García de Guadiana autorizó  la apertura de la puerta tapiada y mostró un interés decidido por los aljibes. Pero, debido a su mal estado de conservación volvieron a tapiarse, hasta el año 2004 que con motivo de la concesión del Plan de Dinamización Turística se han rehabilitado y abierto al turismo.

Son de tracería árabe, con tres naves sobre muros maestros y sobre arcos sostenidos por pilastras, cubiertos con tres bóvedas  de cañón. Se accede al interior por una puerta en arco de medio punto. Los materiales utilizados: granito en sillar, mampostería y argamasa.

       Las dimensiones son: altura, 10 metros; longitud, 13´15 metros; ancho,12´10 metros; grueso de  pilastras, 0´90 metros, luz de arcos laterales, 3´75 metros; altura 5´50 metros; luz de arcos centrales, 3´85 metros; altura, 5´50 metros.

 

 



LA ALBERCA

 

 

            A escasos metros de este aljibe se encuentra una Alberca árabe. La existencia de agua en esta zona y su utilización tiene lugar en época romana, su uso para baños y riego, cerrando con muros –donde se aprecia el sillar bien escuadrado a soga y tizón y alguna inscripción romana en su fondo como piedra de acarreo- y canalizando el agua excedente hacia el exterior. Hasta el siglo XIX el agua de La Alberca llegaba extramuros al Campo San Juan sirviendo a los abrevaderos del ganado trashumante y local en aquella encrucijada de Cañadas Reales que sigue siendo Trujillo. En la primera mitad del siglo XX seguía vertiendo agua hacia la huerta del Hospital de la Concepción.

 

La Alberca nunca se seca, mana agua por las múltiples filtraciones que tiene la piedra, y tiene doce metros de profundidad. Se han realizado estudios químicos de sus aguas y se ha comprobado que sirven para curar infecciones oculares (conjuntivitis), además después del baño la piel queda muy suave siendo una magnifica terapia que aporta su energía magnífica al equilibrio corporal y por ello es de primordial importancia cuidar su limpieza con máxima rigidez. De ahí, que probablemente fuera utilizada como termas por los romanos.

 

La pieza de cantería que hay tapando su entrada es un sarcófago antropomórfico visigodo del siglo VII d. C., resto de la vieja necrópolis que rodeaba a la iglesia de La Vera Cruz, quedando constancia en su torre espadaña construida con aparejo romano. Al otro lado de La Alberca, tras la torre circular, están los restos de una construcción mozárabe, edificio fortificado que fue el convento-cuartel de los primeros caballeros de Trujillo "Ordo Militum Turijulia", que se unirían al Pereiro, origen de la Orden de Alcántara (entre 1185 que toma Alfonso VIII la ciudad y 1196 cuando perdió la batalla de Alarcos  recuperándola el caudillo almohade Ben Yucef, hasta la reconquista definitiva de la ciudad el 25 de enero del año 1232.

 

 

 



DOCUMENTOS

 

 

ARCHIVO MUNICIPAL DE TRUJILLO

 

  • Carta de los Reyes Católicos sobre las obras de la Fortaleza. En Segovia. Traslado (1503-IX-9) fol.   120v-122v 3/1.
  • Nombramiento de dos hombres para las obras de la fortaleza. En Segovia. Traslado (1503-IX-9) fol.  122v-123v 3/1.
  • Acuerdo: Dinero para la obra de la fortaleza y remate de la misma (1509-II-23) fol. 102v-103-9/1.
  • Acuerdo: Libramiento de dinero para hacer un baluarte en la fortaleza (1509-IV-13) fol. 115-116 -9/1.
  • Acuerdo: Libramiento salario albañil para las obras de la fortaleza (1059-V-11) fol. 123 -9/1.
  • Acuerdo: Libramiento de alcaide para la fortaleza para su reparación (1515-II-16) fol. 148-148v -11/1.
  • Carta de Fernando el Católico al Concejo de Trujillo dada en Abertura para que se tomen cuentas de los gastos efectuados en las obras de la fortaleza de la ciudad. (1516-I-13) fol.542v-10/14.
  • Traslado de cédula de la Reina Dña. Juana para que se paguen 50 mil maravedíes para las obras de la fortaleza (1516-I-13) fol. 543-3/1.
  • Acuerdo de que se libren los 50 mil maravedíes para las obras de la fortaleza (1516-III-15 ) fol 312v-313v-11/1.
  • Acuerdo: Mandamiento de que se escriba una carta al Rey, al Consejo Real, al Procurador de la ciudad y al Regidor sobre la venta de la fortaleza de la misma a "un Grande del Reino a quien la ciudad tiene odio" porque ello causaría un gran perjuicio. (1520-IV-27) fol. 66-66v-14/1.
  • Acuerdo: Se vota a quien se dará la fortaleza y según la cédula de su majestad ni se dará a gran señor ni persona sospechosa ni parcial (1520-v-29 fol. 76-77v-14/1.
  • Acuerdo: Presentación de una cedula donde se estipulan los maravedíes que se destinaran a reparaciones de la fortaleza (1525-VIII-28) fol 16-17 -16/4.
  • Acuerdo: Que se controle la obra que se va a realizar en la fortaleza (1540-VI-11) fol.260-22/2.
  • Acuerdo: Que se repare la fortaleza en el aposento bajo y en otras partes (1541-IX-23) fol.10v-11 -24/1.
  • Acuerdo: Que se mandó hacer un altar a la Victoria (1546-IX-3) fol. 170-26/1.
  • Acuerdo: Que la obra del arco, la bóveda, altar y escalera de Ntra. Sra. de la Victoria la haga Sancho de Cabrera (1547-v-23) fol. 240-257 -26/1.
  • Acuerdo: Libramiento a Sancho de Cabrera del tercio de la obra de la Victoria (1547-VIII--26) fol268v-270v-26/1.
  • Acuerdo: Se nota la necesidad que tiene la fortaleza de reparos (1530-III-8) fol. 265-266 -18/1.
  • Acuerdo Que se ponga la imagen de Ntra. Sra. en la bóveda de la fortaleza entre las dos torres según se apareció cuando la ciudad fue tomando a los moros y según su escudo de armas y que se haga procesión el dia de Ntra. Sra. de Agosto con la imagen que se ha de hacer de piedra y bien lucida y bien dorada y que ese día se corran toros y después se repartan entre la clerecía (1532-IV-21) fol. 123-124-19/1.
  • Acuerdo : Mandando a Diego Duran que haga una imagen de Ntra. Sra.. de piedra para poner en la fortaleza (1531-IV-24)Fol. 124-124v-19/1.
  • Acuerdo: Libramiento a Diego duran para la imagen de Ntra. Sra.. que se ha de poner entren las dos torres (1531-IV-5) -19/1.
  • Acuerdo: Libramiento a Diego Durán por la obra de poner la imagen en la fortaleza (1531-IV-26) fol.  144v -148-19/1.
  • Acuerdo Juramento de tasadores de la obra para asentar la imagen de la Virgen. Los tasadores dicen que están conformes con 14 mil maravedíes (1531-X -16)19/1.
  • Acuerdo: el alcaide de la fortaleza pide que le liben los dos años que le deben de la obra de la fortaleza (1553-V-19) fol. 4-54-20/14.
  • Acuerdo: Libramiento de 50 mil maravedíes para la obra de la fortaleza que es muy necesaria (1553-V-30)20/4.
  • Acuerdo: Que el alcaide de la fortaleza notifique cuando hay que hacer una obra en la fortaleza (1533-XII-22) fol.91-91v-20/14.
  • Acuerdo: Libramiento para reparar el aposento del alcaide en la fortaleza y la escalera por donde suben al homenaje (1585-I-4) fol. 239v-240 -20/14.
  • Acuerdo: Libramiento por la obra de la fortaleza (1536-X-9) fol. 168-170v -21/4.

 

Fuentes documentales

 

 

  • Descripción de Trujillo, según al- Idrisi. Al -idrisi (1974) pp.177 y 178.
  • Las localidades de la cura de Mérida según  Yaqut. Alemany, J, (1919 - 1921) pp.79 a 124.
  • Descripción de Targalo. Al- Himyari (1938), pp 79-80.
  • Determinación de los itinerarios de España. Ibn Hawkal (1971) p.68
  • Nombramiento de nuevos gobernadores según una Crónica Anónima de Abd al Raham III al Nasir. Crónica anónima (1950) p. 158.
  • Principales gobernadores en las tahas del país, según Ibn Hayyan de Córdoba. Ibn Hayyan (1981) pp. 193.
  • Visires y gobernadores según Ibn Hayyan. Ibn Hayyan (1981) pp. 237 y 238.
  •  Referencia de Averroes. Fº 146 Al - Maqqari (1964) C.I appendix  XVII y XVIII.
  •  Noticias de la traición del extranjero Gerardo. "El  Gallego", a parte del país de oeste del  Andalus y sus castillos según Ibn Idari. Ibn-Idari (1963) pp.402 y 403.
  • Noticias de los sucesos de traición del extranjero "Gallego" Giraldo , en las ciudades y castillos de Occidente y del Sur , según Ibn Sahib al Sala. Ibn sahid al- Sala (1969) pp. 137 y 138.
  • Toma de Badajoz  y levantamiento del sitio por Fernando II de León. Captura de Geraldo y entrega de  sus conquestas. Ibn Sahib  al-Sala (1.969) pp. 143 y 145.
  • Conquistas de Alfonso  Enriquez,  según al-Maqqari. Al-Maqqari, (1964) v. II. Libro VIII, capIII , p. 318
  • Sitio de Badajoz - 564 H (1.168-1.169 d. C.) según Ibn Jaldun.
  • Ibn Jaldun (1.938) v. II pp. 198 y 199.
  • Algara de Al- Mansur despues de la batala de Alarcos, segun al-Himyari. Al-Himyri (1938) pp. 18 y 19.
  • Algara de  Al-mansur despues de la batalla de Alarcos, segun Al-Maqqari. Al-Maqqari (1.964) v. IIapp. LXVI
  • Fecha de conquista de Trujillo por los cabaleros de la Ordes de Alcantara. Anales Toledanos, segun Flórez, H. (1.797)  España Sagrada, L. XIII, trat. 4. cap. 7.
  • Chronica Albedense. Gómez Moreno (1932). Las Primeras Crónicas de la Reconquista. El ciclo de Alfonso III. BRAH, pp. 562-628.
  • Epitafio de Muhammad Ibn Sulaiman. 408 H (30 de mayo de 1017- 20 de mayo 1018). Codera, F. (1914) rp. 117 y 119.
  • Cronicón Lusitano. Historia de la Baja Extremadura. Terrón Albarrán, 1979, p. 297.