CRÓNICA DE LA CORONACIÓN CANÓNICA DE LA VIRGEN DE LA VICTORIA DE TRUJILLO (1953)
“Amanece el domingo 18 de octubre de 1953 con repique de campanas en todas las
iglesias
y conventos de Trujillo anunciando el magno acontecimiento. En la iglesia
de
San Francisco, ante la imagen de la Virgen, ofició una Misa de Comunión el Sr.
Obispo
de Badajoz a la que asistieron numerosos fieles. Seguidamente, se formó el
cortejo
civil en el Ayuntamiento, figurando a la cabeza del mismo el Excmo Sr.
Gobernador
Civil de Cáceres, a su derecha el Alcalde de Trujillo, D. Julián García de
Guadiana
y Artaloytia”.
Un
protagonista de excepción, que influyó decisivamente en llevar a buen término
la
Coronación
Canónica de nuestra Patrona, fue el obispo de Plasencia don Pedro Zarranz. Nació
en 1903 en Pamplona, muy joven se marchó a vivir a Salamanca, en donde amplió
sus
estudios en la Universidad.
Un
protagonista de excepción, que influyó decisivamente en llevar a buen término
la
Coronación
Canónica de nuestra Patrona, fue el obispo de Plasencia don Pedro Zarranz.
Nació
en 1903 en Pamplona, muy joven se marchó a vivir a Salamanca, en donde amplió
sus
estudios en la Universidad. Fue nombrado Catedrático de aquel Seminario y
Profesor
del
Instituto de Cultura Religiosa, así como Magistral de Pamplona, Monseñor
Olaechea le
distinguió
con el cargo de Secretario de la Diócesis. Al cumplir los 43 años, fue Ilamado
para
suceder a don Feliciano Rocha Pizarro (1935-1945). Visitó en cinco ocasiones
oficialmente
cada uno de los pueblos de la Diócesis placentina.
Veintiocho
años duró el pontificado de este hombre decisivo en la Coronación a Ntra. Sra.
de
la Victoria, el obispo Monseñor Zarranz y Pueyo (1945-1973). Si quisiéramos
destacar
los
hechos más importantes que se sucedieron durante su pontificado tendríamos que
consignar
la coronación canónica de tres imágenes de la Virgen: la del Castañar de Béjar,
la
del Puerto de Plasencia y la Virgen de la Victoria de Trujillo, enumeradas por
orden
cronológico
de las respectivas exaltaciones oficiales. Cada una de ellas constituye un
episodio
singular de la vida diocesana.
Su
voz, siempre erudita, se dejó escuchar en el Aula del Vaticano II donde había
antes
asistido
a la proclamación del Dogma Asuncionista. Le correspondió hacer públicas las
nuevas
estructuras de la iglesia y supo ir aplicando progresivamente con caritativa
discreción
las maneras revisionistas del culto, de cuya esplendidez había sido incansable.
La
Santa Sede le nombró Visitador Apostólico del Seminario y su información sobre
los
visitados,
recibió entusiastas felicitaciones de los más altos organismos eclesiásticos.
Murió
en la mediodía del 14 de noviembre de 1973. Fue enterrado delante del altar de
la
Asunción
de la Catedral de Plasencia.
Los
preparativos para la Coronación de la Patrona de Trujillo comienzan en el año
1952.
Concluidos
los actos con motivo de las fiestas patronales del citado año. El Sr. Obispo
comentó
al Sr. Alcalde de Trujillo su deseo de que también, como ya lo había sido ese
mismo
año la Patrona de Plasencia (27 de abril de 1952), la Virgen de la Victoria
fuera
coronada,
comentario que fue muy bien acogido y que se extendió por toda la Ciudad con
una
inmensa alegría.
Los
primeros actos oficiales pro Coronación se celebraron el día 1 de enero de 1953
y
consistieron
en una celebración religiosa en la iglesia de Santiago y, posteriormente, una
reunión
para comenzar las acciones hacia la Coronación. Así comenzaba La Opinión:
¡TRUJILL0! ¡TRUJILL0! ¡TRUJILLO!
La
Santísima Virgen de la Victoria os convoca en su morada Provisional de la iglesia
de
Santiago para bendeciros en el año de su Coronación. EI Sr Alcalde y el Sr
Arcipreste,
interpretando vuestros deseos, os invitan al acto inaugural de la
campaña
Pro Coronación. Mañana, día primero del año próximo, asistiremos
gozosos
todos a la referida iglesia y en ella y en sus alrededores nos
congregaremos
para cantar con el acompañamiento de la Banda, el Himno Salve a
nuestra
Patrona, en delicado homenaje de Año Nuevo, para ofrecerla nuestras
oraciones,
esfuerzo y sacrificios pro de su Coronación, y, sobre todo, para pedir su
maternal
Bendición, que haga fructificar esos esfuerzos y corone con éxito nuestros
deseos
y trabajos.
¡TODOS
MAÑANA A LA UNA A SANTIAGO! ¡TRUJILLO POR LA VIRGEN DE LA
VICTORIA!
Una
vez más, los trujillanos acudieron masivamente a la iglesia de Santiago.
Después de
que el Arcipreste pronunciara una
breve plática, se cantó el Himno “Salve”. A partir de ese día, todos los esfuerzos estuvieron
dirigidos hacia la Coronación de la Patrona.
Por
tanto, ya al comenzar el año 1953 se comenzó a pensar en organizar una adecuada
infraestructura
para la Coronación. En la organización de la misma contribuyó un numeroso
personal, pero todo el trabajo organizativo estaba fundamentado en tres
pilares:
Ayuntamiento,
Clero y Hermandad de Caballeros de la Stma. Virgen de la Victoria.
El
Ayuntamiento estaba formado por el Alcalde Presidente: Julián García de
Guadiana y
Artaloytia;
Primer Teniente Alcalde: Fernando López Pedraza; Segundo Teniente Alcalde:
Julio
Mateos; Tercer Teniente Alcalde: Paulino Azores Naharro, y concejales: Antonio
Sánchez
Cancho, José Santiago Sánchez, Manuel Gómez Santana, Santiago Martín
Mediavilla,
Santiago Mediavilla Nieto, Antonio Murillo Ciudad, Luis Pañero Blázquez, Luis
Andrada
Aguilar y Francisco Salazar Núñez.
El
clero estaba representado por: el Arcipreste y cura párroco de la iglesia de
San Martín,
Mariano
Duprado Méndez, y por el cura párroco de la iglesia de Santa María la Mayor,
Luis
Buenadicha
Cruz.
Y
la junta directiva de la Hermandad de Caballeros de la Virgen de la Victoria:
mayordomo:
Manuel
Gómez Santana Gil; vicemayordomo: José Terrones Domínguez; secretario:
Francisco
Carrasco Domínguez; tesorero: José Tercero Lozano, y vocales: Agustín
Sánchez
Montero, Antonio Civantos Galeano, José Cisneros Joly, Diego Muñoz Mariño,
Antonio
Esteban Bernal.
El
mismo día 1 de enero de 1953, después del acto religioso inaugural del año de
la
Coronación
que se celebró en la iglesia de Santiago, tuvo lugar una reunión en la Casa
Parroquial
de San Martín en la que quedó constituida la Junta Ejecutiva pro Coronación,
con
la presencia del Sr. Alcalde y de los párrocos de las iglesias de San Martín y
Santa
María
la Mayor.
En
la festividad de San Fulgencio, patrono de la Diócesis de Plasencia, en el
Salón de
“Millones” del Ayuntamiento quedó
constituida la Junta General
y se ratificó la Ejecutiva, al
tiempo
que se nombró la Junta de Honor compuesta por Obispo de Plasencia, autoridades
provinciales,
el embajador del Perú, Leónides Trujillo, Romualdo Hernández, Manuel
Rubio,
Juan Tena Fernández, el Deán de la catedral de Plasencia, María Caturla, y el
reverendo
José Fernández.
Y
la propaganda y Comisión de Prensa quedó formada por Juan Tena, Benjamín
Moreno,
Marcelino
González y Lorenzo Palacios. Fue nombrada Presidenta de Honor de la Junta
Ejecutiva
la señorita Margarita Naranjo, en memoria de su tío Clodoaldo Naranjo Alonso.
Esta
señorita donó a la Virgen las insignias de la Orden del Sol del Perú, que le
habían
sido concedidas a su tío.
Posteriormente,
se fueron creando el resto de las comisiones. Fueron tantas las
necesidades
de organización, y el número de comisiones que se crean a estos efectos,
que
su coordinación tuvo que estar bien estructurada y la Ejecutiva llevar un
control de
todas
las gestiones de este modo se cursó a todas una circular que regulaba su
funcionamiento
y que transcribimos textualmente:
“Con el fin de facilitar las tareas de tipo administrativo
unificando los diversos sistemas que
podrían
utilizarse, se ruega a todos los Presidentes de las Comisiones de Trabajo
tengan
en
cuenta los siguientes puntos:
1º.-
La primera reunión de la Comisión será autentificada mediante acta extendida
por el
Secretario
de la misma y autorizada con la firma del presidente. En la misma se hará
constar
los puntos tratados que serán, en líneas generales, la labor a realizar por la
Comisión.
Este documento se enviará al Secretario de la Junta para su debida constancia
en
el Archivo General. En sucesivas reuniones no será necesario levantar acta.
2º.-
La Comisión en la persona de su Presidente, mantendrá un contacto frecuente con
la
Ejecutiva,
con quien resolverá personalmente o por escrito cualquier dura que se presente
en
el desempeño de su cometido. El programa de realizaciones que vayan elaborando
será
también objeto de estudio por la Ejecutiva.
3º.-
La Comisión de Presupuestos, deseosa de evitar un movimiento innecesario de
dinero,
está estudiando un plan que pondrá en práctica si merece el apoyo de la Junta.
Para
ello es necesario conocer de antemano el importe a que asciende el presupuesto
de
las
diversas comisiones nombradas que procurarán facilitar teniendo en cuenta la
tarea a
realizar
sin perjuicio de que sus cifras experimenten algunas variaciones con motivo de
haber
incorporado a su cometido un trabajo no previsto.
Esta
comisión unificará criterios en este aspecto y hará un estudio detallado de
cada uno,
enviando
una copia con las enmiendas introducidas a las distintas presidencias. Si
mientras
necesitan algún dinero y hasta tanto se les facilite algunos modelos de
facturas
adecuadas,
pueden solicitarlo mediante recibo, detallando destino del numerario con la
firma
del Presidente y el Vº Bº de un miembro de la Ejecutiva.
Deben
también precisar el número de impresos y demás material de escritorio que
juzguen
interesante
para proveerles por mediación de esta Secretaría“.
Todas
las comisiones realizaron una actividad importante, cuyos miembros trabajaron
sin
descanso.
Además, se nombraron representantes de la Junta en distintas ciudades a
los
que se les encomendaba las gestiones que hubiera que hacer en esas ciudades o
simplemente
relación de trujillanos que en ellas vivían.
El
25 de enero de 1953, la Junta General pro Coronación convocó a todos los
trujillanos a
asistir
a una misa rezada en la iglesia de Santa María. Concluida la celebración, los
asistentes
se trasladaron a la iglesia de Santiago, en cuyo atrio estaba colocada la
imagen
de
Ntra. Sra., donde se voceó el pregón conmemorativo de la aparición de la Virgen
a las
tropas cristianas y se cantó el
Himno “Salve”.
De
nuevo, el 31 de mayo de 1953, se realizaron cultos extraordinarios a la Patrona
con
motivo
del mes de la Madre. La celebración tuvo lugar en la iglesia de Santiago y
comenzó
la
víspera con una solemne Vigilia de la Adoración Nocturna. Celebrada la misa a
las seis
de
la mañana del domingo 31, quedó expuesta S.D.M. durante todo el día a la adoración
de
los fieles.
A
las siete de la tarde se rezaron las preces a María y pronunció unas palabras
el párroco
de
Santa María la Mayor, D. Luis Buenadicha. Después de la bendición con el
Santísimo,
se cantó el Himno “Salve”.
Otros
muchos actos religiosos tuvieron lugar en Trujillo durante el año 1953 y que
sería
prolijo
narrar. No olvidaremos el de acción de gracia celebrado con motivo de la
concesión
del
permiso Pontificio para celebrar la Coronación. En todos ellos podemos resaltar
tres
notas
comunes: masiva asistencia, se realizan ante la imagen de la Virgen de la
Victoria y
se canta el Himno “Salve”, lo que
demuestra la ilusión que los trujillanos pusieron en la
Coronación
de su Patrona.
El
permiso pontificio dice así:
“FEDERICO TEDESCHINI por la misericordia divina Obispo de
Frascati, Cardenal de la
Santa
Iglesia Romana, Arcipreste de la S.S. Basílica Patriarcal del Príncipe de los
Apóstoles
de Roma, Prefecto de la Sagrada Congregación de la Reverenda Fábrica de
San
Pedro.
Al
Excmo. y Rvdmo. Sr. Don Juan Pedro Zarranz y Pueyo, Obispo de Plasencia: Salud
en
el
Señor.
Por
las preces, hermosamente caligrafiadas, que enviaste hace poco a Nuestro
Cabildo
Vaticano
hemos sabido con agrado que dentro de esa Diócesis española de Plasencia, en
la
muy ilustre ciudad de Trujillo existe, desde remotísimos tiempos, un venerable
Santuario
recientemente
restaurado con todo esplendor en el cual se venera con peculiar devoción na
Imagen de piedra bajo la advocación “DE LA VICTORIA”, Patrona de la Ciudad
de
Trujillo,
la cual, según antiquísima tradición, se apareció sobre las murallas entre dos
torres
a los cristianos que allí luchaban, a cuyas plantas los fieles, no solo de la
Ciudad
sino
también de los pueblos comarcanos acuden ininterrumpidamente a pedir mercedes o
a
dar gracias por las recibidas. Y siendo ardiente deseo Tuyo y de los devotos,
por los
muchos
prodigios de la mencionada Imagen, colocar sobre sus sienes una corona de oro,
Nos,
reunidos en Nuestra Sala Capitular el día 21 de Junio del año en curso,
unánimemente,
después de un cuidadoso examen de los documentos presentados,
jubilosos
hemos acordado y decretado que la Imagen de la Santísima Virgen de la Victoria,
sea
solemnemente coronada en Nuestro Nombre con corona de oro. Dignate llevar a
cabo,
Excmo.
Prelado, el encargo de la Coronación en el día que eligieres, por Tí mismo o
por
otro Obispo en que quisieres
delegar“.
Dado
en Roma, desde el Vaticano, el día 30 del año del Señor de 1953, XIV
Pontificado de
Nuestro
Santísimo Señor el Papa Pío XII. (Fernando Prosperini, Canónigo Secretario; y
José
Calderari, Canciller).
El
Obispo de Plasencia, delegó el acto de coronar a la Virgen en las manos del Pro
Nuncio
de
Su Santidad, Cardenal Cicognani. En las vísperas de la Coronación la Junta Ejecutiva
se
había traslado a Plasencia para recibir de manos del Sr. Obispo el documento
pontificio
que
contenía el permiso, y el Prelado de Plasencia, como tal y como Presidente de
Honor
de
la Junta pro Coronación, lanzó a los trujillanos la siguiente salutación:
“Ya en las gozosas vísperas de la Coronación Canónica de Santa
María de la Victoria,
Patrona
de Trujillo, bendigo con especial complacencia y efusión a todos los hijos de
la
noble
y amadísima Ciudad y en particular a cuantos por formar parte de la Junta
organizadora,
trabajan con infatigable y filial amor en preparación de las grandes jornadas
marianas
próximas.
Quiera
el Señor que el fruto de las mismas sea cumplidamente lograrlo, para mayor
servicio
Suyo y glorificación de su Madre“. (Fdo: Juan Pedro, Obispo de
Plasencia,
septiembre
1953)
El viernes 16 de octubre tuvo lugar
en el Teatro “Gabriel y Galán” el Pregón de la
Coronación,
pronunciado por el Excmo. Sr. D. Luis Morales Oliver, Catedrático de la
Universidad
Central y Director de la Biblioteca Nacional, que hizo una destacada oratoria
sobre
la Virgen de la Victoria como eje histórico de la vida trujillana. Este acto
fue
presentado
por el historiador y sacerdote trujillano D. Juan Tena Fernández, el cual
recordó
la misión providencial que Dios había asignado a Trujillo en la historia
universal y
la participación en la gesta americana de los hijos de
Trujillo.
En
la tarde del día siguiente, víspera de la Coronación, el público que esperaba
la llegada
del
Pro Nuncio de S.S. podía observar cómo la Plaza se encontraba muy adornada con
colgaduras
y tapices. Junto a la Plaza de Abastos el Ministerio de Información y Turismo
había
levantado un templete que serviría al día siguiente de altar para la
Coronación, y
alrededor
de toda la Plaza se habían colocado mástiles con la bandera de España.
Llegó
el Obispo de Badajoz, D. José María Alcaraz. Seguidamente hizo su entrada en la
plaza
el Gobernador Civil D.Antonio Rueda acompañado de las autoridades locales. A
las
ocho
Ilegó a la plaza el Eminentísimo Cardenal Cicognani, acompañado por el Sr.
Obispo
de
Plasencia, el Ilmo. Sr. Vicario y los dos párrocos trujillanos, D. Mariano
Duprado y D.
Luis
Buenadicha. Todos ellos se habían adelantado a Navalmoral de la Mata para
recibirle,
entrando
bajo palio en la parroquia de San Martín.
Terminada
la novena, se organizó la Procesión presidida por el Ilmo. Sr. Vicario, D.
Rafael
García
López, que años antes había sido párroco de San Martín, dirigiéndose a la
iglesia
de
Santiago para trasladar la imagen de la Virgen de la Victoria a la Plaza Mayor.
Una vez
colocada
en el atrio de San Martín cara al pueblo, con el acompañamiento de las Bandas
de
Trujillo y Cáceres, y en presencia del Sr. Cardenal, los Sres. Obispos de
Plasencia,
Badajoz y Salamanca, que habían
acudido a la solemne cita, se cantó el Himno “Salve”,
estando
la Plaza llena a rebosar. La Procesión con la Virgen, portada en las nuevas
andas,
siguió
a San Francisco, donde quedó expuesta toda la noche a la devoción de los fieles
en
espera
del gran día.
Amanece
el domingo 18 de octubre de 1953 con repique de campanas en todas las
iglesias
y conventos de Trujillo anunciando el magno acontecimiento. En la iglesia de
San
Francisco,
ante la imagen de la Virgen, ofició una Misa de Comunión el Sr. Obispo de
Badajoz
a la que asistieron numerosos fieles. Seguidamente, se formó el cortejo civil
en el
Ayuntamiento,
figurando a la cabeza del mismo el Excmo Sr. Gobernador Civil de Cáceres,
a
su derecha el Alcalde de Trujillo, D. Julián García de Guadiana y Artaloytia. A
otro lado
se
situaron el Sr. Director General de Archivos y Bibliotecas, Sr. Sintes; el
Secretario del
Ministerio
de Información y Turismo, Sr. Villar; los Exmos. Sres. Generales Gobernadores
Militares
de Badajoz y Cáceres, Sres. Alvarez Serrano y Villalva; el Excmo Sr. Presidente
de
la Audiencia Territorial, D. Luis R. Celestino; el Excmo. Sr. Inspector Fiscal
del Tribunal
Supremo,
D. Romualdo Hernández Serrano, natural de Trujillo; Ilmo Sr. Presidente de la
Excma.
Diputación de Cáceres, D. Luis Grande Baudessón; el Alcalde de Cáceres, Sr.
Elviro;
otras autoridades; y finalmente, el Ayuntamiento de Trujillo precedido por el
estandarte de la ciudad.
EI
cortejo religioso, se formó simultáneamente en San Francisco, compuesto por
seminaristas
de Plasencia; cerca de doscientos sacerdotes; las representaciones de los
Cabildos
de Plasencia, Badajoz y Coria; el R.P. Prior del Real Monasterio de Guadalupe;
los
Excmos y Rvdmos. Srs. Obispos de Plasencia, Badajoz, Salamanca y Coria,
presididos
por
el Eminentísimo Sr. Cardenal Cicognani. Y en el centro de la comitiva, la
imagen de la
Patrona,
precedida de su bandera, de los caballeros de la Hermandad y de su Mayordomo
D.
Manuel Gómez Santana quien, acompañado por los dos Tenientes Alcaldes, portaba
en
bandeja
de plata la corona.
Ambos
cortejos se unieron en la iglesia de San Francisco y, por las calles Herreros,
Cuatro
Esquinas
y Tiendas, se dirigieron a la Plaza Mayor, que estaba muy bien adornada con
colgaduras.
El populoso público asistente llenaba el centro cívico, no solamente había
trujillanos,
sino que se habían dado cita muchos visitantes de los pueblos comarcanos y de
otros
puntos de la nación.
Colocada
la imagen en el trono que había sido instalado cerca de la Plaza de Abastos,
comenzó
la Misa Solemne oficiada por el Sr. Cardenal, mientras los coros, compuestos
por
500 voces y reforzados por los
seminaristas de Plasencia, cantaban la misa “Cum Jubilo”.
Las
autoridades ocupaban las tribunas a ambos lados del altar.
Todos
los asistentes pudieron seguir la misa a través de los altavoces que había
colocado
en
la Plaza y calles colaterales Radio Nacional de España.
Pronunció
la homilía el sacerdote D. Manuel Rubio Cercas, Prelado Doméstico de S.S. y
párroco
de la iglesia de San José de Madrid, quien resaltó el profundo sentido
teológico del
acto
que se celebraba, así como los favores que los trujillanos habían recibido de
la
Patrona.
Llegado
el ofertorio, los coros, dirigidos por D. Andrés Orellana, D. Santiago Duprado
y por
el
organista de la iglesia de San Martín D. Ramón Jiménez, cantaron el “Ave María”
de
Griesbacher.
Al mismo tiempo, una cuadrilla de aviación, dirigida por el comandante
trujillano
D. Pedro de la Calle, realizó varias pasadas por el cielo de la Plaza.
Al
terminar la Santa Misa y con todos los asistentes arrodillados, el Cardenal
impartió la
Bendición
Papal. Seguidamente, el párroco de la iglesia de Santa María, D. Luis
Buenadicha,
dio lectura al Decreto Pontificio por el que se concedía el privilegio de
coronar
canónicamente
a la Patrona de Trujillo.
Después,
se procedió a la bendición de la corona y el Sr. Alcalde D. Julián García de
Guadiana hizo la ofrenda en nombre de toda la ciudad de
Trujillo.
El
Cardenal, ante un gran silencio, procedió a coronar la imagen mientras
repicaban las
campanas
de parroquias, conventos y Concejo en salutación jubilosa a la Patrona de
Trujillo.
De
nuevo se formó el cortejo en el mismo orden en el que había subido a la Plaza,
y se
dirigió
al castillo para dejar en su morada a la imagen de Ntra. Sra. Con la procesión
dio
por terminado el solemne acto.
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