lunes, 12 de diciembre de 2022

 

CRÓNICA DE LA CORONACIÓN CANÓNICA DE LA VIRGEN DE LA VICTORIA DE TRUJILLO (1953)





































 

“Amanece el domingo 18 de octubre de 1953 con repique de campanas en todas las

iglesias y conventos de Trujillo anunciando el magno acontecimiento. En la iglesia

de San Francisco, ante la imagen de la Virgen, ofició una Misa de Comunión el Sr.

Obispo de Badajoz a la que asistieron numerosos fieles. Seguidamente, se formó el

cortejo civil en el Ayuntamiento, figurando a la cabeza del mismo el Excmo Sr.

Gobernador Civil de Cáceres, a su derecha el Alcalde de Trujillo, D. Julián García de

Guadiana y Artaloytia”.

 

Un protagonista de excepción, que influyó decisivamente en llevar a buen término la

Coronación Canónica de nuestra Patrona, fue el obispo de Plasencia don Pedro Zarranz. Nació en 1903 en Pamplona, muy joven se marchó a vivir a Salamanca, en donde amplió

sus estudios en la Universidad.

 

Un protagonista de excepción, que influyó decisivamente en llevar a buen término la

Coronación Canónica de nuestra Patrona, fue el obispo de Plasencia don Pedro Zarranz.

Nació en 1903 en Pamplona, muy joven se marchó a vivir a Salamanca, en donde amplió

sus estudios en la Universidad. Fue nombrado Catedrático de aquel Seminario y Profesor

del Instituto de Cultura Religiosa, así como Magistral de Pamplona, Monseñor Olaechea le

distinguió con el cargo de Secretario de la Diócesis. Al cumplir los 43 años, fue Ilamado

para suceder a don Feliciano Rocha Pizarro (1935-1945). Visitó en cinco ocasiones

oficialmente cada uno de los pueblos de la Diócesis placentina.

 

Veintiocho años duró el pontificado de este hombre decisivo en la Coronación a Ntra. Sra.

de la Victoria, el obispo Monseñor Zarranz y Pueyo (1945-1973). Si quisiéramos destacar

los hechos más importantes que se sucedieron durante su pontificado tendríamos que

consignar la coronación canónica de tres imágenes de la Virgen: la del Castañar de Béjar,

la del Puerto de Plasencia y la Virgen de la Victoria de Trujillo, enumeradas por orden

cronológico de las respectivas exaltaciones oficiales. Cada una de ellas constituye un

episodio singular de la vida diocesana.

 

Su voz, siempre erudita, se dejó escuchar en el Aula del Vaticano II donde había antes

asistido a la proclamación del Dogma Asuncionista. Le correspondió hacer públicas las

nuevas estructuras de la iglesia y supo ir aplicando progresivamente con caritativa

discreción las maneras revisionistas del culto, de cuya esplendidez había sido incansable.

La Santa Sede le nombró Visitador Apostólico del Seminario y su información sobre los

visitados, recibió entusiastas felicitaciones de los más altos organismos eclesiásticos.

Murió en la mediodía del 14 de noviembre de 1973. Fue enterrado delante del altar de la

Asunción de la Catedral de Plasencia.

 

Los preparativos para la Coronación de la Patrona de Trujillo comienzan en el año 1952.

Concluidos los actos con motivo de las fiestas patronales del citado año. El Sr. Obispo

comentó al Sr. Alcalde de Trujillo su deseo de que también, como ya lo había sido ese

mismo año la Patrona de Plasencia (27 de abril de 1952), la Virgen de la Victoria fuera

coronada, comentario que fue muy bien acogido y que se extendió por toda la Ciudad con

una inmensa alegría.

 

Los primeros actos oficiales pro Coronación se celebraron el día 1 de enero de 1953 y

consistieron en una celebración religiosa en la iglesia de Santiago y, posteriormente, una

reunión para comenzar las acciones hacia la Coronación. Así comenzaba La Opinión:

 

 

 ¡TRUJILL0! ¡TRUJILL0! ¡TRUJILLO!

La Santísima Virgen de la Victoria os convoca en su morada Provisional de la iglesia

de Santiago para bendeciros en el año de su Coronación. EI Sr Alcalde y el Sr

Arcipreste, interpretando vuestros deseos, os invitan al acto inaugural de la

campaña Pro Coronación. Mañana, día primero del año próximo, asistiremos

gozosos todos a la referida iglesia y en ella y en sus alrededores nos

congregaremos para cantar con el acompañamiento de la Banda, el Himno Salve a

nuestra Patrona, en delicado homenaje de Año Nuevo, para ofrecerla nuestras

oraciones, esfuerzo y sacrificios pro de su Coronación, y, sobre todo, para pedir su

maternal Bendición, que haga fructificar esos esfuerzos y corone con éxito nuestros

deseos y trabajos.

¡TODOS MAÑANA A LA UNA A SANTIAGO! ¡TRUJILLO POR LA VIRGEN DE LA

VICTORIA!

 

 

Una vez más, los trujillanos acudieron masivamente a la iglesia de Santiago. Después de

que el Arcipreste pronunciara una breve plática, se cantó el Himno “Salve”. A partir de ese día, todos los esfuerzos estuvieron dirigidos hacia la Coronación de la Patrona.

 

Por tanto, ya al comenzar el año 1953 se comenzó a pensar en organizar una adecuada

infraestructura para la Coronación. En la organización de la misma contribuyó un numeroso personal, pero todo el trabajo organizativo estaba fundamentado en tres pilares:

Ayuntamiento, Clero y Hermandad de Caballeros de la Stma. Virgen de la Victoria.

El Ayuntamiento estaba formado por el Alcalde Presidente: Julián García de Guadiana y

Artaloytia; Primer Teniente Alcalde: Fernando López Pedraza; Segundo Teniente Alcalde:

Julio Mateos; Tercer Teniente Alcalde: Paulino Azores Naharro, y concejales: Antonio

Sánchez Cancho, José Santiago Sánchez, Manuel Gómez Santana, Santiago Martín

Mediavilla, Santiago Mediavilla Nieto, Antonio Murillo Ciudad, Luis Pañero Blázquez, Luis

Andrada Aguilar y Francisco Salazar Núñez.

 

El clero estaba representado por: el Arcipreste y cura párroco de la iglesia de San Martín,

Mariano Duprado Méndez, y por el cura párroco de la iglesia de Santa María la Mayor, Luis

Buenadicha Cruz.

 

Y la junta directiva de la Hermandad de Caballeros de la Virgen de la Victoria: mayordomo:

Manuel Gómez Santana Gil; vicemayordomo: José Terrones Domínguez; secretario:

Francisco Carrasco Domínguez; tesorero: José Tercero Lozano, y vocales: Agustín

Sánchez Montero, Antonio Civantos Galeano, José Cisneros Joly, Diego Muñoz Mariño,

Antonio Esteban Bernal.

 

El mismo día 1 de enero de 1953, después del acto religioso inaugural del año de la

Coronación que se celebró en la iglesia de Santiago, tuvo lugar una reunión en la Casa

Parroquial de San Martín en la que quedó constituida la Junta Ejecutiva pro Coronación,

con la presencia del Sr. Alcalde y de los párrocos de las iglesias de San Martín y Santa

María la Mayor.

 

En la festividad de San Fulgencio, patrono de la Diócesis de Plasencia, en el Salón de

“Millones” del Ayuntamiento quedó constituida la Junta General y se ratificó la Ejecutiva, al

tiempo que se nombró la Junta de Honor compuesta por Obispo de Plasencia, autoridades

provinciales, el embajador del Perú, Leónides Trujillo, Romualdo Hernández, Manuel

Rubio, Juan Tena Fernández, el Deán de la catedral de Plasencia, María Caturla, y el

reverendo José Fernández.

 

Y la propaganda y Comisión de Prensa quedó formada por Juan Tena, Benjamín Moreno,

Marcelino González y Lorenzo Palacios. Fue nombrada Presidenta de Honor de la Junta

Ejecutiva la señorita Margarita Naranjo, en memoria de su tío Clodoaldo Naranjo Alonso.

Esta señorita donó a la Virgen las insignias de la Orden del Sol del Perú, que le habían

sido concedidas a su tío.

 

Posteriormente, se fueron creando el resto de las comisiones. Fueron tantas las

necesidades de organización, y el número de comisiones que se crean a estos efectos,

que su coordinación tuvo que estar bien estructurada y la Ejecutiva llevar un control de

todas las gestiones de este modo se cursó a todas una circular que regulaba su

funcionamiento y que transcribimos textualmente:

Con el fin de facilitar las tareas de tipo administrativo unificando los diversos sistemas que

podrían utilizarse, se ruega a todos los Presidentes de las Comisiones de Trabajo tengan

en cuenta los siguientes puntos:

1º.- La primera reunión de la Comisión será autentificada mediante acta extendida por el

Secretario de la misma y autorizada con la firma del presidente. En la misma se hará

constar los puntos tratados que serán, en líneas generales, la labor a realizar por la

Comisión. Este documento se enviará al Secretario de la Junta para su debida constancia

en el Archivo General. En sucesivas reuniones no será necesario levantar acta.

2º.- La Comisión en la persona de su Presidente, mantendrá un contacto frecuente con la

Ejecutiva, con quien resolverá personalmente o por escrito cualquier dura que se presente

en el desempeño de su cometido. El programa de realizaciones que vayan elaborando

será también objeto de estudio por la Ejecutiva.

3º.- La Comisión de Presupuestos, deseosa de evitar un movimiento innecesario de

dinero, está estudiando un plan que pondrá en práctica si merece el apoyo de la Junta.

Para ello es necesario conocer de antemano el importe a que asciende el presupuesto de

las diversas comisiones nombradas que procurarán facilitar teniendo en cuenta la tarea a

realizar sin perjuicio de que sus cifras experimenten algunas variaciones con motivo de

haber incorporado a su cometido un trabajo no previsto.

Esta comisión unificará criterios en este aspecto y hará un estudio detallado de cada uno,

enviando una copia con las enmiendas introducidas a las distintas presidencias. Si

mientras necesitan algún dinero y hasta tanto se les facilite algunos modelos de facturas

adecuadas, pueden solicitarlo mediante recibo, detallando destino del numerario con la

firma del Presidente y el Vº Bº de un miembro de la Ejecutiva.

Deben también precisar el número de impresos y demás material de escritorio que juzguen

interesante para proveerles por mediación de esta Secretaría“.

 

Todas las comisiones realizaron una actividad importante, cuyos miembros trabajaron sin

descanso. Además, se nombraron representantes de la Junta en distintas ciudades a

los que se les encomendaba las gestiones que hubiera que hacer en esas ciudades o

simplemente relación de trujillanos que en ellas vivían.

 

El 25 de enero de 1953, la Junta General pro Coronación convocó a todos los trujillanos a

asistir a una misa rezada en la iglesia de Santa María. Concluida la celebración, los

asistentes se trasladaron a la iglesia de Santiago, en cuyo atrio estaba colocada la imagen

de Ntra. Sra., donde se voceó el pregón conmemorativo de la aparición de la Virgen a las

tropas cristianas y se cantó el Himno “Salve”.

 

De nuevo, el 31 de mayo de 1953, se realizaron cultos extraordinarios a la Patrona con

motivo del mes de la Madre. La celebración tuvo lugar en la iglesia de Santiago y comenzó

la víspera con una solemne Vigilia de la Adoración Nocturna. Celebrada la misa a las seis

de la mañana del domingo 31, quedó expuesta S.D.M. durante todo el día a la adoración

de los fieles.

 

A las siete de la tarde se rezaron las preces a María y pronunció unas palabras el párroco

de Santa María la Mayor, D. Luis Buenadicha. Después de la bendición con el Santísimo,

se cantó el Himno “Salve”.

 

Otros muchos actos religiosos tuvieron lugar en Trujillo durante el año 1953 y que sería

prolijo narrar. No olvidaremos el de acción de gracia celebrado con motivo de la concesión

del permiso Pontificio para celebrar la Coronación. En todos ellos podemos resaltar tres

notas comunes: masiva asistencia, se realizan ante la imagen de la Virgen de la Victoria y

se canta el Himno “Salve”, lo que demuestra la ilusión que los trujillanos pusieron en la

Coronación de su Patrona.

 

El permiso pontificio dice así:

FEDERICO TEDESCHINI por la misericordia divina Obispo de Frascati, Cardenal de la

Santa Iglesia Romana, Arcipreste de la S.S. Basílica Patriarcal del Príncipe de los

Apóstoles de Roma, Prefecto de la Sagrada Congregación de la Reverenda Fábrica de

San Pedro.

Al Excmo. y Rvdmo. Sr. Don Juan Pedro Zarranz y Pueyo, Obispo de Plasencia: Salud en

el Señor.

 

Por las preces, hermosamente caligrafiadas, que enviaste hace poco a Nuestro Cabildo

Vaticano hemos sabido con agrado que dentro de esa Diócesis española de Plasencia, en

la muy ilustre ciudad de Trujillo existe, desde remotísimos tiempos, un venerable Santuario

recientemente restaurado con todo esplendor en el cual se venera con peculiar devoción na Imagen de piedra bajo la advocación “DE LA VICTORIA”, Patrona de la Ciudad de

Trujillo, la cual, según antiquísima tradición, se apareció sobre las murallas entre dos

torres a los cristianos que allí luchaban, a cuyas plantas los fieles, no solo de la Ciudad

sino también de los pueblos comarcanos acuden ininterrumpidamente a pedir mercedes o

a dar gracias por las recibidas. Y siendo ardiente deseo Tuyo y de los devotos, por los

muchos prodigios de la mencionada Imagen, colocar sobre sus sienes una corona de oro,

Nos, reunidos en Nuestra Sala Capitular el día 21 de Junio del año en curso,

unánimemente, después de un cuidadoso examen de los documentos presentados,

jubilosos hemos acordado y decretado que la Imagen de la Santísima Virgen de la Victoria,

sea solemnemente coronada en Nuestro Nombre con corona de oro. Dignate llevar a cabo,

Excmo. Prelado, el encargo de la Coronación en el día que eligieres, por Tí mismo o por

otro Obispo en que quisieres delegar“.

 

Dado en Roma, desde el Vaticano, el día 30 del año del Señor de 1953, XIV Pontificado de

Nuestro Santísimo Señor el Papa Pío XII. (Fernando Prosperini, Canónigo Secretario; y

José Calderari, Canciller).

 

El Obispo de Plasencia, delegó el acto de coronar a la Virgen en las manos del Pro Nuncio

de Su Santidad, Cardenal Cicognani. En las vísperas de la Coronación la Junta Ejecutiva

se había traslado a Plasencia para recibir de manos del Sr. Obispo el documento pontificio

que contenía el permiso, y el Prelado de Plasencia, como tal y como Presidente de Honor

de la Junta pro Coronación, lanzó a los trujillanos la siguiente salutación:

Ya en las gozosas vísperas de la Coronación Canónica de Santa María de la Victoria,

Patrona de Trujillo, bendigo con especial complacencia y efusión a todos los hijos de la

noble y amadísima Ciudad y en particular a cuantos por formar parte de la Junta

organizadora, trabajan con infatigable y filial amor en preparación de las grandes jornadas

marianas próximas.

Quiera el Señor que el fruto de las mismas sea cumplidamente lograrlo, para mayor

servicio Suyo y glorificación de su Madre“. (Fdo: Juan Pedro, Obispo de Plasencia,

septiembre 1953)

 

El viernes 16 de octubre tuvo lugar en el Teatro “Gabriel y Galán” el Pregón de la

Coronación, pronunciado por el Excmo. Sr. D. Luis Morales Oliver, Catedrático de la

Universidad Central y Director de la Biblioteca Nacional, que hizo una destacada oratoria

sobre la Virgen de la Victoria como eje histórico de la vida trujillana. Este acto fue

presentado por el historiador y sacerdote trujillano D. Juan Tena Fernández, el cual

recordó la misión providencial que Dios había asignado a Trujillo en la historia universal y

la participación en la gesta americana de los hijos de Trujillo.

 

En la tarde del día siguiente, víspera de la Coronación, el público que esperaba la llegada

del Pro Nuncio de S.S. podía observar cómo la Plaza se encontraba muy adornada con

colgaduras y tapices. Junto a la Plaza de Abastos el Ministerio de Información y Turismo

había levantado un templete que serviría al día siguiente de altar para la Coronación, y

alrededor de toda la Plaza se habían colocado mástiles con la bandera de España.

Llegó el Obispo de Badajoz, D. José María Alcaraz. Seguidamente hizo su entrada en la

plaza el Gobernador Civil D.Antonio Rueda acompañado de las autoridades locales. A las

ocho Ilegó a la plaza el Eminentísimo Cardenal Cicognani, acompañado por el Sr. Obispo

de Plasencia, el Ilmo. Sr. Vicario y los dos párrocos trujillanos, D. Mariano Duprado y D.

Luis Buenadicha. Todos ellos se habían adelantado a Navalmoral de la Mata para recibirle,

entrando bajo palio en la parroquia de San Martín.

 

Terminada la novena, se organizó la Procesión presidida por el Ilmo. Sr. Vicario, D. Rafael

García López, que años antes había sido párroco de San Martín, dirigiéndose a la iglesia

de Santiago para trasladar la imagen de la Virgen de la Victoria a la Plaza Mayor. Una vez

colocada en el atrio de San Martín cara al pueblo, con el acompañamiento de las Bandas

de Trujillo y Cáceres, y en presencia del Sr. Cardenal, los Sres. Obispos de Plasencia,

Badajoz y Salamanca, que habían acudido a la solemne cita, se cantó el Himno “Salve”,

estando la Plaza llena a rebosar. La Procesión con la Virgen, portada en las nuevas andas,

siguió a San Francisco, donde quedó expuesta toda la noche a la devoción de los fieles en

espera del gran día.

 

Amanece el domingo 18 de octubre de 1953 con repique de campanas en todas las

iglesias y conventos de Trujillo anunciando el magno acontecimiento. En la iglesia de San

Francisco, ante la imagen de la Virgen, ofició una Misa de Comunión el Sr. Obispo de

Badajoz a la que asistieron numerosos fieles. Seguidamente, se formó el cortejo civil en el

Ayuntamiento, figurando a la cabeza del mismo el Excmo Sr. Gobernador Civil de Cáceres,

a su derecha el Alcalde de Trujillo, D. Julián García de Guadiana y Artaloytia. A otro lado

se situaron el Sr. Director General de Archivos y Bibliotecas, Sr. Sintes; el Secretario del

Ministerio de Información y Turismo, Sr. Villar; los Exmos. Sres. Generales Gobernadores

Militares de Badajoz y Cáceres, Sres. Alvarez Serrano y Villalva; el Excmo Sr. Presidente

de la Audiencia Territorial, D. Luis R. Celestino; el Excmo. Sr. Inspector Fiscal del Tribunal

Supremo, D. Romualdo Hernández Serrano, natural de Trujillo; Ilmo Sr. Presidente de la

Excma. Diputación de Cáceres, D. Luis Grande Baudessón; el Alcalde de Cáceres, Sr.

Elviro; otras autoridades; y finalmente, el Ayuntamiento de Trujillo precedido por el

estandarte de la ciudad.

 

EI cortejo religioso, se formó simultáneamente en San Francisco, compuesto por

seminaristas de Plasencia; cerca de doscientos sacerdotes; las representaciones de los

Cabildos de Plasencia, Badajoz y Coria; el R.P. Prior del Real Monasterio de Guadalupe;

los Excmos y Rvdmos. Srs. Obispos de Plasencia, Badajoz, Salamanca y Coria, presididos

por el Eminentísimo Sr. Cardenal Cicognani. Y en el centro de la comitiva, la imagen de la

Patrona, precedida de su bandera, de los caballeros de la Hermandad y de su Mayordomo

D. Manuel Gómez Santana quien, acompañado por los dos Tenientes Alcaldes, portaba en

bandeja de plata la corona.

 

Ambos cortejos se unieron en la iglesia de San Francisco y, por las calles Herreros, Cuatro

Esquinas y Tiendas, se dirigieron a la Plaza Mayor, que estaba muy bien adornada con

colgaduras. El populoso público asistente llenaba el centro cívico, no solamente había

trujillanos, sino que se habían dado cita muchos visitantes de los pueblos comarcanos y de

otros puntos de la nación.

 

Colocada la imagen en el trono que había sido instalado cerca de la Plaza de Abastos,

comenzó la Misa Solemne oficiada por el Sr. Cardenal, mientras los coros, compuestos por

500 voces y reforzados por los seminaristas de Plasencia, cantaban la misa “Cum Jubilo”.

Las autoridades ocupaban las tribunas a ambos lados del altar.

 

Todos los asistentes pudieron seguir la misa a través de los altavoces que había colocado

en la Plaza y calles colaterales Radio Nacional de España.

 

Pronunció la homilía el sacerdote D. Manuel Rubio Cercas, Prelado Doméstico de S.S. y

párroco de la iglesia de San José de Madrid, quien resaltó el profundo sentido teológico del

acto que se celebraba, así como los favores que los trujillanos habían recibido de la

Patrona.

 

Llegado el ofertorio, los coros, dirigidos por D. Andrés Orellana, D. Santiago Duprado y por

el organista de la iglesia de San Martín D. Ramón Jiménez, cantaron el “Ave María” de

Griesbacher. Al mismo tiempo, una cuadrilla de aviación, dirigida por el comandante

trujillano D. Pedro de la Calle, realizó varias pasadas por el cielo de la Plaza.

Al terminar la Santa Misa y con todos los asistentes arrodillados, el Cardenal impartió la

Bendición Papal. Seguidamente, el párroco de la iglesia de Santa María, D. Luis

Buenadicha, dio lectura al Decreto Pontificio por el que se concedía el privilegio de coronar

canónicamente a la Patrona de Trujillo.

 

Después, se procedió a la bendición de la corona y el Sr. Alcalde D. Julián García de

Guadiana hizo la ofrenda en nombre de toda la ciudad de Trujillo.

El Cardenal, ante un gran silencio, procedió a coronar la imagen mientras repicaban las

campanas de parroquias, conventos y Concejo en salutación jubilosa a la Patrona de

Trujillo.

 

De nuevo se formó el cortejo en el mismo orden en el que había subido a la Plaza, y se

dirigió al castillo para dejar en su morada a la imagen de Ntra. Sra. Con la procesión dio

por terminado el solemne acto.


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