miércoles, 7 de agosto de 2024

 

LAS ERMITAS DE MONTEHERMOSO (CÁCERES)

 

1.- Ermita de San Bartolomé y San Blas

Está situada al sur de Montehermoso, en lo alto de una barrera conocida como "Cuesta de San Bartolomé" o calle San Bartolomé, en el barrio de las Casas Baratas. Junto a la ermita hay un camino que lleva al cementerio. Es obra del siglo XVIII respondiendo al estilo barroco popular. Fue restaurada en el año 2006. Junto a esta ermita está el cementerio construido a finales del siglo XIX. Madoz la menciona en 1848, junto a la de los Mártires y San Antonio.

Es una fábrica eclesial construida a base de mampostería y sillería en las esquinas, contrafuertes -dos a ambos lados- y enmarcando los vanos. En la fachada lateral, en medio de dos contrafuertes, aún quedan los restos de un pulvino romano, aunque están tapados los dos pedúnculos laterales, que servía de coronamiento en los mausoleos sepulcrales de época romana.

Traspasando un pórtico con techumbre de madera y teja árabe sobre columnas toscanas de granito situado a los pies de la ermita, accedemos al interior mediante una portada en arco de medio punto con grandes dovelas de granito, y una ventana lateral. Sobre la portada una ventana enmarcada en cantería, rematando el tejado a dos aguas en un esquilón. sobre la entrada principal.

Tiene nave única de tres tramos separados por dos grandes arcos de medio punto de sillería granítica muy ligeramente apuntados con techumbre de madera a dos aguas y cabecera cubierta con cúpula. Destacamos en el lado del Evangelio un púlpito de piedra de granito al que se accede mediante unas escaleras, modelo en el resto de las ermitas de Montehermoso, incluso repitiendo la misma tipología artística e incluso la misma decoración geométrica en los paños, claro ejemplo de que la mayoría de los púlpitos situados en las emitas montehermoseñas están construidos por el mismo cantero. Preside el presbiterio un retablo de una calle con columnas de orden salomónico con la imagen de San Bartolomé, de la misma época que el retablo; y, en los laterales, las imágenes de San Blas y San Lucas montado en un toro, restauradas, ambas de la primera mitad del siglo XVIII. Remata el retablo un ático con un portentoso broche con ornato vegetalista. Este retablo posee todos los tintes por los que discurre la retablística española del primer cuarto del siglo XVIII. También tiene especial devoción entre los lugareños la imagen moderna de la Virgen de Fátima y San Isidro labrador. En el lado de la Epístola, se conserva la campana del esquilón, del año 1681.

La ermita se utiliza para las fiestas de San Sebastián (domingo más próximo a su día), San Blas (3 de febrero) y San Bartolomé (24 de agosto). San Blas y San Bartolomé son los únicos santos con fiesta local en Montehermoso.

 











2.- Ermita de San Sebastián

Ermita situada al oeste de Montehermoso, junto al instituto y el parque. Al igual que las otras ermitas, fue construida fuera del pueblo, ya que hasta mediados del siglo XX, fecha en la que se construyeron las escuelas y sobre la laguna se hizo el parque, no había ninguna casa a su lado. Está situada en la calle Maestro don Millán.

Según una piedra del arco original, descubierta en 2002 durante su restauración, la ermita fue construida en el año 1742. Fue restaurada entre 2000 y 2002 debido a problemas estructurales. Fue la tercera ermita en ser restaurada en el municipio.

La ermita, de estilo regional, tiene un portal a la entrada y en él hay una puerta y una ventana. En el tejado hay un esquilón. Originalmente tenía por dentro una verja que separaba al altar del resto de la ermita, pero en la restauración se quitó. La ermita tiene además un púlpito en desuso con escaleras de piedra. Por dentro hay un retablo, con una imagen renacentista de San Sebastián. Al fondo hay una imagen moderna del ‘borriquillo’, que representa a Jesús con la borriquita entrando a Jerusalén el día del Domingo de Ramos. La ermita se utiliza para la fiesta de San Sebastián (al no ser fiesta local se realiza el domingo más próximo) y para la Velá de la víspera, en la que actúan los ‘Negritos’. También se usa el día del Domingo de Ramos, para guardar la imagen del ‘borriquillo’.

 




3.- Ermita de San Antonio

Está situada al norte de Montehermoso. Originalmente fue construida a las afueras, entre los campos de viñas, ya que se sabe que hasta el siglo XX no se construyeron casas junto a la ermita. Se sitúa entre la carretera que une la Plaza de España de Montehermoso con Aceituna‏‎ y un camino de huertos que va al Albadil (un barrio de Montehermoso).

La ermita fue construida en el siglo XVIII y fue posteriormente restaurada entre los meses de enero y mayo de 1998, ya que había sido invadida por insectos devoradores de madera y las piedras tenían grietas y humedad. Fue la segunda ermita en ser restaurada en el municipio.

La ermita está construida en mampostería y se ha utilizado la piedra granítica para las esquinas, contrafuertes y vanos, es de estilo barroco regional. A la entrada hay un portal con tejado a tres aguas soportado por seis columnas de piedra de cantería, y enfrente hay un calvario de piedra. El acceso a la ermita se practica mediante una portada en arco de medio punto, flanqueada por dos ventanas. Las rejas que proteguen el acceso al portal fueron ejecutadas y colocadas por Miguel Clemente, en el año 1931, según reza en la propia reja.

Tiene una sola nave cubierta con artesonado de madera y la capilla mayor se cubre con bóveda. Un gran arco triunfal separa la nave del altar mayor. Mantiene el púlpito pétreo del siglo XVIII. Preside el altar mayor un retablo de hacia 1730 con la imagen de San Antonio en el centro, titular de la ermita. También reciben culto las imágenes de Santa Rita y la Virgen del Amparo, de vestir, del siglo XVIII. La principal función de la ermita es albergar las imágenes de San Antonio y Santa Rita, a los que se les hace una novena a cada uno en los meses de mayo y junio.

 








4.- Ermita del Cristo de los Remedios

Ermita situada al sureste de Montehermoso, en la calle Real, cerca de la carretera de Plasencia. Cuando se construyó era el límite sureste de Montehermoso, el que señalaba la entrada al pueblo. La ermita tiene tejar, un portal con asientos fuera de ella, una cruz frente al portal y un calvario en la parte del altar, por fuera.

La ermita es de estilo regional barroca de mampostería y piedra de sillar. Se accede al interior mediante una puerta en arco de medio punto de granito con dovelas protegida por un atrio de seis columnas que soportan la cubierta a dos aguas y rematada por un campanil. Tenemos constancia que en los siglos XVI y XVII los penitentes de Montehermoso iban por la noche desde esta ermita hasta a la ermita de Valdefuentes. Una venerable leyenda de aquella época señalaba a esta ermita como punto de partida en una de esas peregrinaciones nocturnas. En 1980 se trasladaron desde la iglesia los retablos de la Virgen del Rosario y de la Virgen de la Guía. Fue restaurada en 1995, siendo la primera ermita en ser restaurada.

Dentro hay tres retablos con sus imágenes. Preside el altar mayor un retablo con el  Cristo de los Remedios, obra del siglo XVIII, de hacia 1760; junto al altar, una imagen de la Virgen del Rosario venerada en su retablo del año 1730. Destacamos una escultura de Santo Domingo, restaurada, obra barroca en madera policromada.

En un lateral, un retablo del siglo XIX en cuya hornacina recibe culto la Virgen de la Guía, imagen que no se corresponde con la fecha del retablo. Tiene dos columnas salomónicas decoradas con motivos vegetales ático curco de cascarón con la inscripción: "LA DEVOCION A Nº Sº DE LA GUIA" y debajo en una cartela: "1883".  La ermita se utiliza en la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre) y en la novena al Cristo (9 días previos al Domingo de Ramos).

 










5.- Ermita de San Cristóbal

Situada en la carretera de Aceituna, en un paseo frente a la plaza de toros, es la ermita más nueva y más pequeña de Montehermoso. En el interior sólo hay un altar con la imagen de San Cristóbal, pues no cabe casi nada más. La ermita se construyó a finales de siglo XX, para la fiesta de San Cristóbal, ya que sus alrededores tienen muchos aparcamientos. Las misas se celebran en el jardín que rodea a la ermita.

 


6.- Ermita de Nuestra Señora de Valdefuentes

Está situada en el Vado del Carrascalejo, junto a la carretera que une la EX-370 con Alagón.

Existen restos de la existencia de esta ermita en la segunda mitad del siglo XV, recibió una importante restauración en el siglo XVIII.

Consideramos que aunque la ermita se construyó en el siglo XV, la imagen lignaria tuvo un primer lugar de culto en la propia iglesia parroquial, cuya primera construcción data de la segunda mitad del siglo XIII. El núcleo urbano de Montehermoso se fundó como aldea de repoblación en estas fechas, siguiendo el modelo de poblamiento habitual en la cuenca del Tajo, el de «mancomunidades de villa y tierra». En este caso, la villa de Galisteo llegó a comprender los lugares de Aldehuela del Jerte, Aceituna, Carcaboso, Guijo de Galisteo, Holguera, Montehermoso, Pozuelo, Riolobos o Valdeobispo. El 4 de julio de 1268, el rey Alfonso X El Sabio concedió la villa a su primogénito, Fernando de la Cerda. En estos momentos entra en escena la imagen de la Virgen de Valdefuentes, patrona de la localidad, que bien pudiera tratarse de una imagen procedente de alguno de los talleres castellano-leoneses, una imagen de campana de las llamadas "fernandinas" que al tener desbastada su espalda para evitar el peso excesivo en los traslados, quedase depositada en Montehermoso o, en su caso, en la reconquistada fortaleza de "La Atalaya", para ser trasladada a la iglesia parroquial de Montehermoso una vez concluida la fábrica eclesial.

La ermita ostenta el nombre de la titular, Nuestra Señora de Valdefuentes, que según cuenta una venerable leyenda fue encontrada por unos vecinos de Montehermoso en el siglo XIII en el hueco de una encina cerca de la actual ermita. Leyenda semejante a otras muchas que circulaban de norte a sur y de este a oeste. La imagen de la Virgen de Valdefuentes, que se conserva la iglesia parroquial, es una de las imágenes más lignarias de Extremadura. La imagen representa a la Virgen con el Niño (descubierto en 1982, ya que los mantos de la Virgen impedían verlo)[1], fechada en la segunda mitad del siglo XIII. La imagen fue trasladada a principios de siglo XXI a la iglesia para evitar robos, ya que la ermita se encuentra a varios kilómetros de distancia de la localidad. colocándose la ermita una copia de la Virgen realizada a principios del siglo XXI y que es la que se venera actualmente en la ermita, en un retablo del siglo XVIII.

El interior de la ermita tiene tres naves cubiertas con bóvedas de cañón y con pórtico de columnas a los pies. Capilla mayor cubierta con cúpula. Retablo mayor de la primera mitad del siglo XVIII, con la imagen moderna (copia de la obra medieval) de la Virgen de Valdefuentes presidiendo el mismo y, en la hornacina lateral, la imagen en madera policromada de Santa Bárbara.

La Virgen de Valdefuentes poseía algunos bienes:

* Una tierra de más de media fanega de sembradura del lado de su ermita que linda con la dehesa de "La Atalaya".

* Una escritura de censo de ochocientos con veinte y ocho maravedíes anuales impuestos sobre una casa al Pozo Morón en la parte de abajo que linda con casas de Francisco Aparicio y de Ramón Iglesias Bautista. Posee la casa Gerónimo Galindo Lorenzo.  

Por último, indicar la reciente construcción de la ermita dedicada a San Cristóbal. Un pequeño edificio levantado en 1990 en la carretera que une los pueblos de Montehermoso y Aceituna y que acoge la imagen del santo. Allí  celebran la misa los conductores el día 10 de julio, festividad del Santo.

 









 

 



[1] A principios del siglo XVIII se pusieron de moda las imágenes de vestir para ponerles mantos y alhajas donadas. Y, desde entonces, a los montehermoseños no les gusta despojarla de sus mantos, pero el 13 de febrero de 1982, a puerta cerrada, en compañía del secretario general del obispado don Ciriaco Fuentes Baquero y el párroco del pueblo don Fausto Sánchez Dorado, se la despojó de sus mantos; y fue en aquel momento cuando se hizo visible la escultura de la Virgen con el antes escondido niño. También fue restaurada entonces. Quijada González, 2016, 501.

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