viernes, 24 de febrero de 2023

 

LA PORTADA DE LA DEHESA DE LAS YEGUAS (Trujillo)

 

 

 

Al caudal de Bienes de Propios y Camunales de Trujillo, pertenecía la Dehesa de las Yeguas, de la que ahora me ocupo y que estaba formada de los predios del Albaladejo (terrenos de explotación agrícola y pecuaria próximos a un núcleo urbano).

 

El Albaladejo trujjillano, era un plantío de olivares y viñedos que se extendían al sureste de la ciudad desde los límites del ejido llamado Campo de San Juan, lindero con Cerro Blanco e izquierda, bajando por la actual carretera de Cáceres, hasta el río Magasca, en un perímetro de muchas hectáreas cuyo amojonamiento no interesa detallar.

 

Uno de los Criaderos Nacionales de caballos, muy estimados estos por su lámina y gallardía, como por su empuje y brío para tiro de carrozas y especialmente para servicios de guerra, fue desde antiguo, el Berrocal de Trujillo. En corroboración de este aserto, pueden verse las series de fondos documentales conservados en el Archivo Municipal, podemos destacar la Real Cédula de Felipe II al Concejo de Trujillo y mandamiento de hacer unas Ordenazas sobre la cría caballar, firmada en Madrid, a 29 de noviembre de 1575, refrendada de Juan Vázquez.

 

En el siglo XVI, el Concejo de Trujillo compró el Albadalejo a sus numerosos propietarios para Dehesa de las Yeguas. Las escrituras públicas de compra-venta se conservan en el Archivo Municipal. En el libro de Acuerdos Capitulares, año1573, abril 28, está el deslinde y amojonamiento de la Dehesa de las Yeguas y cinco folios adelante la Provisión Real para que esta dehesa se hiciera. A Trujillo, como parte más importante de su rico patrimonio de bienes de Propios, perteneció esta dehesa hasta que por las leyes masónicas llamadas de Desamortización, pasó al dominio de particulares en el siglo XIX.

 

Destacamos su magnífica portada que fue trazada por el arquitecto Francisco Becerra, maestro que se marcharía a América, en cooperación con su hermano Rodrigo, naturales de Trujillo. Entre los Becerras y el Concejo truxillense, hubo diferencias de criterio sobre el precio de la obra que ya estaba comenzada en 18 de mayo de 1573 y a esto se refiere la comisión que el folio 556r, del Libro Capitular de este año, dice literalmente, "Que se comete al Sr. Pedro Mexía de Escobar haga tasar lo que está hecho en la portada de la Dehesa de las Yeguas y que se vea lo que tiene recibido Francisco Becerra, cantero y se cobre lo que hubiere recibido demás de lo que se merece". En 22 de junio siguiente se lee este libramiento: "En este día se mandaron librar a Francisco Becerra, cantero, Rodrigo Becerra, su hermano, cuatro mil maravedíes de la obra de la portada de la Dehesa de las Yeguas, conforme al parecer de los señores Pedro Mexía e Melchor González". Parece ser que los Becerra no tuvieron que devolver demasía de cantidad alguna, sino que aun  el Concejo, les fue en abandonar cuatro mil maravedíes sobre lo antes recibido.

 

La dehesa era para guardar los ganados mostrencos. La obra estaba concluida el 30 de octubre de 1576. Las paredes del cercado corrieron a cargo de Martín Alonso Trabas y de Francisco González. Este algunas veces trabajó también en la portada con los canteros Juan Vizcaíno y Pedro de Plasencia, continuadores y ejecutores del proyecto Becerra. El cerrajero Santos García hizo las puertas de hierro que desaparecieron en el siglo XIX[1].

 

 


La portada está tallada en piedra berroqueña y cuya luz es de 40 x 4,90. Su traza grecorromana se cataloga en el período del Renacimiento clásico. Se alza sobre pedestales, columnas, entablamento y frontón y dentro de estos, el zócalo, realzando su gallardía y belleza.

 

Esta portada está flanqueada por dos columnas toscanas, coronadas por airosos ábacos y ligeros estrágalos, con sus collarinos. Sobre las columnas, gravita el entablamento con su arquitrabe, friso y cornisa, sobre la cual descansa el frontón que determina un tímpano triangular. Realzan la belleza de esta soberbia portada, tres flameros que la coronan en las intersecciones de las líneas triangulares del frontón y los escudos de Felipe II y de Trujillo que capean en los ángulos del tímpano. Lleva por acroteras dos pirámides rectangulares sobre los lienzos de los muros laterales que son de mampostería concentrada e inician la vallo o el cercado de toda la finca. En el friso tiene grabada la siguiente inscripción: "Dehesa de las Yeguas echa con licencia  e facultad de la Católica y Real Majestad del rey Don Felipe II Nuestro Señor y con acuerdo de la Muy Noble y Leal Ciudad de Trujillo, siendo Corregidor de ella Juan Casco, Regidores. Año 1576".

 

 



[1] .  Hasta aquí las notas históricas sobre esta portada. Están tomadas de los Libros Capitulares del Concejo de Trujillo, catalogados en su Archivo Municipal pertenecientes a los años 1573 a 1576.

 

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