OBRAS
DE REHABILITACIÓN Y RESTAURACIÓN EN EL PALACIO DE LA ISLA DE CÁCERES
I.-
DATOS HISTÓRICO-ARTÍSTICOS
En
la plaza de la Concepción, se encuentra el palacio de los marqueses de la Isla.
Es un importante edificio cuya fachada trasera da a la calle de la Cruz.
Construido en el siglo XVI por la familia Blázquez (Marqueses de la Isla desde
el siglo XVIII)[1].
El edificio principal palaciego ostenta en la fachada una hermosa portada
renacentista que sigue las pautas arquitectónicas clasicistas desarrolladas por el italiano
Serlio, caracterizadas por el uso de grandes sillares almohadillados. Hemos de
destacar el alfiz que adopta una disposición original, para proteger con él un
friso con la siguiente leyenda: “MODERATA DURANS, NOBILITAS ANIMUS NON ACTA
PARENTUM” (Las cosas moderadas duran. Ennoblece el ánimo, no los hechos de
los parientes). Sus dueños fueron los Blázquez-Mogollón, Marqueses de la
Isla, cuyo escudo campea en la fachada, mediante dos blasones de Mogollón,
partidos de Blázquez. Por encima de la portada hay un balcón con arco
bilobulado, disposición que también tiene una ventana a la izquierda,
correspondiendo al segundo de los tres pisos que tiene la mansión palaciega.
En el interior, el palacio tiene un patio porticado de sólo tres
arcos escarzanos y dos columnas sobre basadas góticas. Igual traza tienen las
galerías de los dos pisos superiores. Destaca un gran escudo en esgrafiado
sobre una en que las paredes con cuarteles de Mogollón, Aldana, Blázquez y Tapia
(con seis cabezas de cuervo), sobre montado de yelmos y lambrequines; y la
frase bíblica “VANITAS VANITATUM ET OMNIA VANITAS” (Vanidad de vanidades y todo es vanidad), que resulta irónica, al
igual que la existente la fachada, y responde al deseo por parte de los
fundadores, de satirizar el orgullo de algunas familias nobles de su época, que
les discutían sus títulos de nobleza. Se construyó en el XVI a expensas de una
rama de la familia Blázquez que se había instalado por aquellos tiempos en
Cáceres y que no era reconocida por la rama de la familia que llevaba en la
ciudad desde tiempos de la reconquista. Esta disputa familiar explica las dos
inscripciones en latín que hemos citado. No obstante, podemos afirmar que el
palacio tiene un estilo renacentista mezclado con diferentes estilos anteriores
como una combinación medieval del espacio, junto con elementos del arte gótico,
destacan en este palacio un importante número de elementos medievales como las
ventanas que se abren en la fachada con molduras góticas o el patio, de aspecto
pesado y algo tosco en columnas y arcos en sus tres pisos, que contrastan con
elementos avanzados para su tiempo como la portada de estilo manierista, a base
de voluminosos y rústicos sillares almohadillados.
Pasando el patio, mediante soportales con arcos de medio punto
cubiertos con bóvedas de aristas encaladas, llegamos a la pequeña capilla de la
Cruz construida en el siglo XV, sobre los restos de la que había sido sinagoga
judía. Capilla de una nave con cabecera rectangular, un gran arco triunfal de
sillería permite la separación entre la nave y el presbiterio. Altar mayor en
arco de medio punto con dovelas, sobre el cual destaca el escudo de Blázquez y
de Mogollón al igual que en la clave de las bóvedas de la nave y del presbiterio;
aún se conserva el pedestal del altar de yesería teniendo en su frontal una
gran cruz.
Según la profesora Lozano Bartolozzi, la judería nueva,
extramuros, donde fueron ubicados los judíos por la Corona en 1478, en la zona
Río Verde/colación de San Juan, es decir, calle de la Cruz y calle Panera,
existía, según la tradición una sinagoga, luego ermita de la Cruz, donde el
actual Palacio de la Isla. Por tanto, en el siglo XV (1478) cuando se ordena de
reagrupamiento de los judíos en un solo entorno urbano fuera de las murallas,
los judíos abandonaron su barrio intramuros, la judería vieja, para instalarse
en la nueva zona de expansión y comercio, la judería nueva. Allí levantaron su
lugar de culto que los nobles cristianos convertirían después en la ermita de
la Cruz y palacio.
Se conserva en su interior
la capilla de la Cruz, cuya entrada principal está en la calle de su
mismo nombre, poseía como símbolo más destacado una cruz de madera. Un escudo
mantelado, de Blázquez y de Mogollón; en el mantel, de Figueroa.
II.-
OBRAS DE REHABILITACIÓN Y RESTAURACIÓN
Este palacio pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Cáceres en
1948, quien lo cedió para albergar el Archivo Histórico Provincial y la
Biblioteca Pública de Cáceres. En 1950, el Ayuntamiento autoriza las obras y
cita que «si en algún momento y por cualquier circunstancia dejase de funcionar
el Archivo y Biblioteca el edificio volvería al Ayuntamiento para el libre
ejercicio de sus derechos de propiedad», como así ha ocurrido (hoy es sede del
Archivo Histórico Municipal). En el año 1954 se llevaron a cabo importantes
reformas en su interior para albergar la Biblioteca Provincial y la Casa de la
Cultura.
En el año 1980, Dª Mª Isabel Simó debido
al constante incremento de los fondos
documentales, y al pésimo estado en que se encontraba
el Palacio de la Isla inicia las
gestiones para el traslado de los fondos a un nuevo
edificio[2]. En el Plan de Inversiones
de la Subdirección General de Archivos se programa la construcción o adaptación
de algún edificio para Archivo Histórico Provincial de Cáceres. El Delegado de
Cultura en Cáceres informa que la solución podría estar en la cesión por parte
de la Caja de Ahorros de Cáceres del llamado Palacio Toledo Moctezuma[3], ya cedido al Ministerio
de Información y Turismo para la construcción de un Parador Nacional que
renunció posteriormente al proyecto, con la consiguiente desafectación del
inmueble[4].
Así en 1987, se firma el acta de afectación al
Ministerio de Cultura con destino a Archivo Histórico Provincial[5]. Como quiera que este
edificio seguía siendo aún pequeño para poder albergar todos los fondos, que
presumiblemente ingresarían, se solicita información urbanística al
Ayuntamiento para un solar anexo sito en las calles del Obispo Álvarez de
Castro, Adarve del Cristo y Calle Tiendas, con vistas a su edificación y
construcción posteriormente de un paso elevado que comunicase el Palacio de
Moctezuma con el nuevo edificio.
En 1986, se inicia la incoación del expediente de
cesión gratuita de dichos solares
municipales al Estado para ampliación del Archivo
Histórico Provincial[6]. El 17 de octubre de 1989
el Excmo. Ayuntamiento de Cáceres hace donación de dicho solar y se
produce el acta de afectación del inmueble que se hace
efectiva el mismo día[7].
Mientras se construye el nuevo edificio y se
acondiciona el Palacio Toledo Moctezuma,
los fondos permanecen en el Palacio de la Isla que,
hasta 1983, había ocupado sólo
dos plantas del edificio. El hecho de iniciarse en
este año el traslado de la Biblioteca
Pública a otro local hace que la directora comience
los trámites para que el Archivo
pueda contar con la ocupación del edificio en su
totalidad y no se ceda esa parte del
edificio a la Universidad de Extremadura que pensaba
ubicar en ella la Escuela Politécnica.
En 1988 se acondiciona la antigua capilla del Palacio
de la Isla para depósito de la
documentación de Gobierno Civil. El Archivo inicia el
cambio de sede en 1992. Será
entonces cuando se proceda al traslado de fondos desde
los antiguos depósitos del Palacio de la Isla a las instalaciones del
restaurado palacio Toledo-Moctezuma.
Por tanto, el edificio, que fue hasta
1983 sede de la Biblioteca del Estado y del Archivo Provincial, en la
actualidad está bajo la tutela del Ayuntamiento y en él se encuentran, entre
otras dependencias, el Archivo Municipal. Recibió en los años 80 del siglo XX
una importante restauración realizada por Construcciones Abreu y bajo la
dirección del arquitecto don José Luis Hernández y Álvarez, con un presupuesto de 1.052.265, 30 euros, destinada a ubicar los archivos
municipales y otros usos culturales respetando sus plantas, volúmenes, fachada
a la calle y a patios con sus huecos. Se llevó a cabo la edificación de cuatro plantas, una
entreplanta y torreta sobre rasante a nivel de calle con el siguiente programa:
Planta semisótano destinada a acceso general, salón de actos, despachos, aseos
y espacios libres. Las tres plantas restantes destinadas para exposiciones,
oficinas, aseos y fundamentalmente el Archivo Municipal. El proyecto de rehabilitación
respetó la estructura existente de muros que existían en el edificio, jácena de
acero y viguetas, así como las fachadas, apropiadas al lugar de ubicación del
Palacio. Un total de 529, 96 m2 ocupa la plana semisótano, sobre la que se
elevan las otras tres plantas con un total de 1.443, 53 m2.
[1] Recibe su nombre
actual debido a que durante el siglo XVIII sus propietarios ostentaron el
título nobiliario de Marqueses de la Isla. BUENO FLORES, A: Cáceres, historia escrita en piedra.
Badajoz, 2006, p. 170.
[2] PAREDES PÉREZ, M. M, y GONZÁLEZ
SUÁREZ, T: Guardianes de la memoria “ De la Isla a Moctezuma”. 60 años del Archivo
Histórico de Cáceres. Catálogo de la Exposición. Cáceres, 2010, p. 22.
[3] Escritura de donación otorgada por la Caja de ahorros
de Cáceres ante el Notario de Cáceres D. Cipriano Remedios Íñigo el 7 de
febrero de 1973.
[4] Decreto 2732/1972, de 15 de septiembre por el que se
acepta la donación al Estado por la Caja de Ahorros de Cáceres del Palacio de
Moctezuma con destino a Parador Nacional de Turismo. Real Decreto 1923/1982, de
9 de julio, por el que se autoriza la transacción entre el Estado y la Caja de
Ahorros de Cáceres en relación con el derecho de reversión de esta última sobre
el inmueble Palacio de Moctezuma.
[5] Acta de afectación de 17 de febrero de 1987 firmada
por el Delegado Provincial del Ministerio de Economía y Hacienda, D. Pedro Rico
de la Calle y Dª Isabel Simó Rodríguez, Directora del Archivo Histórico
Provincial.
[6] Sesión del
pleno del Ayuntamiento de Cáceres de 11 de julio de 1986.
[7] Acta de afectación de 17 de octubre de 1989 firmada
por el Delegado Provincial del Ministerio de Economía y Hacienda, D. Manuel
Díaz Montero y D. Marcelo Pablo García Arnelas, Jefe de los Servicio
Periféricos del Ministerio de Cultura en Cáceres.