LOS
ESCULTORES DE LA PROVINCIA CACEREÑA EN EL SIGLO XX. TRAYECTORIA ARTÍSTICA.
En los últimos
años del siglo XIX y ya en el siglo que nos ha precedido, el arte escultórico
extremeño salió de su letargo con artistas como Eulogio Blasco Benito o Enrique
Pérez Comendador. Nuestras localidades embellecerán algunos de sus parques y
algunas de sus plazas con esculturas conmemorativas, en la mayoría de los
casos, ejecutadas por artistas foráneos como Eduardo Barrón (Medellín), José da
Silva (Barcarrota), Clivillés (Badajoz) o Carlos Rumsey (en Trujillo), pues la
escultura no es un arte en el que nuestros artistas extremeños se prodigaran
mucho, más bien sus inclinaciones contemporáneas se han orientado a la pintura.
Los
artistas que vamos a estudiar nacieron todos en la provincia de Cáceres.
Algunos de ellos como Pérez Comendador o Tomás Mayoral han querido reconstruir
en sus obras las huellas del pasado desde el presente, ensayando una forma de percepción
de las imágenes, de las figuras, en las que conviven el rigor de la memoria con
la emoción de la permanencia, con esa rara ambigüedad que caracteriza la
reflexión y la observación sobre las obras artísticas.
Otros
artistas como Angel Duarte moldea el acero inoxidable, el hierro galvanizado,
creando formas cóncavas y convexas, cuya más inquietante cualidad es la de que
no es necesario reconstruir los objetos, sino que permanecen en nuestro
presente, perforando la historia, reclamando una forma de mirar actual,
contemporánea, cuando, a la vez, sabemos que fueron realizados con intenciones
y criterios distintos, para cumplir funciones precisas en el momento de su
creación y para un espacio determinado.
A
pesar de que en este estudio hemos destacado a artistas ya “consagrados”, que
en su trayectoria artística han expuesto sus obras en varias exposiciones, son
muchos los artistas anónimos en el mundo del arte que realizan su actividad
artística en algunas poblaciones de la provincia cacereña, que los podemos
encuadrar en la vanguardia, con la que se ha conocido el arte moderno.
“Vanguardia” es una palabra tomada del lenguaje militar que se utilizaba para
denominar a aquel cuerpo de ejército que iba delante abriendo brecha. Los
escultores vanguardistas continúan en tiempo real abriendo una brecha en el
terreno artístico y, por tanto, también en el terreno político y social. El
lenguaje periodístico utiliza esta expresión –en tiempo real- para referirse a
todo acontecimiento presenciado en su entera duración. Según Einstein, el
tiempo es relativo al espacio y su realidad es convencional. Lo que queremos
subrayar con esta expresión es la actualidad de lo que se presencia, su
realidad como presente, que refuerza la ilusión del espectador.
Algunas
expresiones artísticas planteadas en los últimos años han renunciado a la
retórica vanguardista para tratar de conectar con la cultura de masas..
Eulogio Blasco Benito nació en Cáceres en 1890,
aunque sus orígenes paternos son riojanos y maternos portugueses[1]. Desde
que sufriera la enfermedad del sarampión a los tres años quedó sordomudo, de
ahí el epíteto de “El Mudo”, nombre con el que se le ha conocido popularmente,
teniendo que ingresar en el colegio de sordomudos de Madrid, iniciando allí su
vocación artística.
Estudió
en la Escuela Especial de Pintura, Escultura y Grabado de San Fernando en
Madrid. Instaló su taller en Madrid y desarrolló una diversa actividad como
pintor, escultor y repujador. También dedicaba parte de su tiempo a restaurar
imágenes. Su primera obra la ejecutó en 1914, siendo elogiado en la prensa
local madrileña. Participó con esculturas, piezas de orfebrería, repujados,
grabados y pinturas en 1920 en el Salón de Arte Moderno. Cuatro años después
participó en la Primera Exposición Regional de Arte Extremeño. En 1929
estuvieron presentes sus obras en la Exposición Iberoamericana celebrada en
Sevilla.
Sus
primeras creaciones son relieves de tipo simbolistas, con figuras estilizadas a
las que se incorporan bóvidos geometrizados. El repujado fue la técnica más
utlizada por Blasco López.
Realizó
numerosos viajes por varias ciudades italianas. A su regreso se instaló en
Barcelona, ciudad en la que trabajaría para la firma de las Industrias y
Comercio Inglada, alternando su trabajo en el metal y el vidrio con su
actividad artística.
En
1935 se establecerá definitivamente en Cáceres, volviendo a sus orígenes. Fue
profesor en la Escuela de Artes y Oficios y de Maestría Industrial. El premio
que le llenó de orgullo fue el obtenido en 1940 en el Concurso Nacional de
Grabado.
En los últimos
veinte años de su vida alternó su trabajo como profesor con su quehacer
artístico, recibiendo encargos de tipo artesanal como candelabros o escudos
nobiliarios a los que incorporó su técnica simbolista con figuras alegóricas
estilizadas. Realizó exposiciones en Madrid, Mérida, Almendralejo y en algunas
ciudades castellanas. Murió en Cáceres en 1960.
Enrique Pérez Comendador, nació con el siglo en
Hervás (17 de noviembre de 1900). Ha sido el escultor contemporáneo de la
provincia de Cáceres que más reconocimiento ha tenido en Iberoamérica,
posiblemente por el elenco de obras dedicadas a los conquistadores en los que
plasma el heroísmo de los extremeños en América. Vivió desde los siete años en
Sevilla, allí junto al puerto desde el que tantos y tantos extremeños marcharan
a América comenzó la carrera de Aparejador y su formación artística (escultura
y pintura) en el taller de Joaquín Bilbao y en la Escuela de Bellas Artes[2].
Pensionado por
el Ayuntamiento de Sevilla y la Diputación de Cáceres, realizó numerosos viajes
durante tres años a Francia, Italia, Egipto y Grecia, en los que conoció nuevas
formas de vida e influyeron abiertamente en sus obras escultóricas figurativas.
Su estancia en Grecia influyó en obras en las que aparecen los perfiles
sinuosos de la estatuaria griega y el rico y suave modelado de las Venus, tal y
como nos dejó en Mujer saliendo del baño (Palacio de la Diputación de
Cáceres). Las proporciones clásicas predominan en la obra en su conjunto. La plástica
de suaves formas revelan el influjo oriental y la búsqueda del equilibrio
compositivo.
Según
el profesor Bazán de Huerta: “La vida de Pérez Comendador es prototipo del
escultor académico que tuvo el apoyo del mecenazgo aristocrático de la primera
mitad de siglo”[3].
El
11 de noviembre de 1929 conoció a la que sería su esposa Madeleine Leroux, hija
de un profesor parisino de Bellas Artes, dos años mayor que Pérez Comendador.
Se casaron en París en 1931. Tres años después, Pérez Comendador es pensionado
en Roma, allí permanecerán hasta el final de la Guerra Civil Española. El resto
de su vida vendrá marcado por el magisterio en la Academia de Bellas Artes de
Madrid (1941-1970) y la dirección de la Academia Española en Roma (1970-1974).
En la Academia
de la Real de San Fernando, orientó su arte hacia el retrato, de vigorosa
expresión y cuidada factura. Podríamos encuadrar su trayectoria en la
estatuaria “histórica”, por la magnífica realización técnica de personajes
históricos en bronce, a los que representa con la armadura y los objetos
militares. Cabe citar el Busto de Francisco Pizarro o las estatuas
ecuestres o a pie, siguiendo la tradición heroica, de Núñez de Balboa, Pedro de Valdivia,
Hernán Cortés (efigies conservadas en el Museo Provincial de Bellas Artes
de Badajoz), etc. Dentro de una uniformidad caracterizada por su
realismo y preocupación académica. Obras ejecutadas en materiales nobles como
el mármol, la piedra o el bronce, fundidos la mayoría por su amigo y
colaborador Eduardo Capa. Entre ellos la colección de figuras en bronce
realizadas entre 1954-1957 a Núñez de Balboa (Ciudad Universitaria de
Madrid y Diputación de Cáceres); el Monumento a Hernando de Soto en
Bradenton-Florida (EE.UU) y la réplica para la Avenida de Huelva en Badajoz.
Eduardo Capa fundió en 1986 un molde original de Hernán Cortés a caballo
conservado de Pérez Comendador, que había fallecido hacia cinco años, esta
monumental obra de cinco metros de altura se alzó en la Plaza de los Alféreces
Provisionales de la capital cacereña.
También
ejecutó obras que embellecieron parques y jardines como el poeta Gabriel y
Galán en el paseo de Cánovas en Cáceres (tras obtener el Primer Premio en
el concurso público nacional en 1925)[4], el
de la Infanta María Luisa en su parque de Sevilla o estatuas como la de San
Pedro de Alcántara en la plaza de Santa María de la misma capital cacereña
(ejecutada en 1954)[5], en la cual se
autorretrató el mismo artista. El santo, con hábito franciscano, tiene una
posición erguida frontal, en actitud mística, meditabundo, aferrándose a una
gran cruz. Es autor también de otras figuras religiosas como el paso del Santo
Entierro de Santander o el monumento a San Francisco de Asís en el
Monasterio de Guadalupe. El artista siempre habló de la fascinación que tenía
por el santo, esa admiración por el santo extremeño le llegó de la abadesa
jerónima Cristina de Arteaga, mientras le hacía un retrato en los años veinte[6].
En sus
creaciones artísticas, la figura de la mujer es determinante. Realizó los
bustos de su esposa Madeleine Leroux, la señora de Kadner o la señora
de Sef Kramreiter. También, el retrato masculino está presente en Pérez
Comendador. Utilizó el mortero policromado, el bronce y el barro cocido para
deleitarnos con bellas creaciones llenas de realismo como el retrato del
escritor Pedro de Lorenzo, el abogado Blas Pérez González o el
músico Andrés Segovia.
Acumuló una larga lista de honores y medallas,
siendo nombrado Académico correspondiente en la Real de Bellas Artes Santa
Isabel de Hungría; del Instituto de Francia; de la Academia Nacional de Bellas
Artes de Lisboa; del Instituto de Cultura Hispánica; numerario de la Academia
de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Primera Medalla Regional en Badajoz
(1920); varias medallas en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes de
Madrid (1924, 1930, 1932); Medalla de Oro en la Exposición Iberoamericana de
Sevilla (1929); Premio Nacional de Escultura (1935); Premio Miguel de Cervantes
(1975). En Italia había sido nombrado miembro de la Academia de San Lucas de
Roma (1970), siendo el primer español al que se le concede, seguido de Picasso
y Dalí. Ha realizado numerosas exposiciones, entre las que podemos destacar la
Exposición de Arte Español en París (1936); Sala personal en la Bienal
Internacional de Arte Moderno en Venecia (1938); Arte Español en Buenos Aires
(1947); Exposición Internacional celebrada en El Cairo (1948); y en
exposiciones oficiales de Arte Español en Londres, La Haya, Amberes, Venecia,
Berlín, Lisboa, Cáceres y Badajoz.
Murió en 1981.
El mismo Lafuente Ferrari le ha considerado como “Uno de los más firmes y
sólidos valores de nuestra escultura contemporánea”[7]. En
el arte de Pérez Comendador se aúnan varias tendencias, destacando entre ellas
la inspirada en la tradición escultórica hispalense. De hecho, el escultor
volvió la vista hacia la imaginería semanasantera barroca sevillana, realizando
algunas obras de esta naturaleza. Toda su producción está impregnada de un
realismo marcado por la fuerza expresiva con la que el escultor representa sus retratos.
Hervás quiso rendir reconocimiento póstumo en
1986 a la obra artística del matrimonio Pérez Comendador-Leroux, con la
creación del Museo Pérez Comendador-Leroux, gracias al beneplácito de Roger
Lecourtier Morel, heredero del legado.
El escultor y
afamado médico acupuntor afincado en Trujillo Tomás Mayoral, nació en
Valencia de Alcántara en 1928. Ha obtenido varios premios. Su obra Esculapio
de Bronce, en el concurso Internacional de Médicos Artistas en Barcelona en
1969.Exposiciones: Primera Bienal del Tajo (Toledo, 1970); Primera Bienal de
Arte de Pontevedra (1971), Exposición Nacional de Pequeña Escultura
(Valladolid, 1972), Premio Cáceres de Escultura (1980). Fernando Mayoral,
hermano del anterior, ha dedicado su vida al Arte. Nació en 1930 en Valencia de
Alcántara. En 1947 asistió en Salamanca a la Escuela de Artes y Oficios, ciudad
cultural y universitaria en la que centraría su residencia 15 años después. No
sin antes, finalizar sus estudios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San
Fernando en Madrid y residir algunos años en París. En 1957 viajó a Italia
pensionado por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Trabajó con el arquitecto
Pier Luigi Nervi. Consiguió la Cátedra de Dibujo de Enseñanza Media, ejerciendo
su labor en Salamanca. Ha realizado exposiciones individuales antológicas en
Cáceres, Salamanca, Lugo, Avignon, Quinperie, Le Pouldu; y colectivas en
Mataró, Madrid, Castellón, Almería, Sevilla y Pontevedra.
En sus obras
resalta la plástica neofigurativa hacia la que ha dirigido sus pasos. Su
escultura, está cargada de sugerencias expresivas y simbólicas, se encuadra
dentro de la tendencia del “espacialismo vital” de los estilos figurativos
contemporáneos, según la cual el dinamismo de la figura, expresado en gestos de
gran fuerza, genera su propio espacio vital[8].
Ha utilizado
en sus obras distintos materiales como el hierro, el bronce, la piedra y el
poliéster. Es autor del mural en piedra para el Instituto de Enseñanza Media
“Fray Luis de León” en Salamanca (1962), también en esta ciudad cultural ha
realizado la decoración de la Escuela de Estudios Empresariales (1963) y un
medallón de Lord Wellington en la Plaza Mayor de Salamanca (1980). Ha realizado
monumentos públicos como el busto del cronista oficial de Trujillo, sacerdote y
fundador de congregaciones religiosas Juan Tena Fernández (1972), en el
Paseo del Campillo; el monumento de realización naturalista al médico Ignacio
Lorenzo Laguardia en Torrecillas de la Tiesa; al doctor Joaquín Jiménez
Sánchez, en Madroñera (1964); retratos a políticos como el de Fraga Iribarne,
para su domicilio particular en Galicia. Ha realizado obras religiosas como una
Santa Teresa para el Carmen de Boulogne de París (1967) o una Virgen en
madera policromada para la iglesia de la Encarnación de Valencia de Alcántara.
En madera policromada ha esculpido el paso de Semana Santa de la Santa Cena,
para la Cofradía de la Vera Cruz de Zamora (1990), previo premio en el Concurso
Nacional. Ese mismo año ejecutó en poliéster su original versión expresionista
de San Pedro de Alcántara para la exposición de San Pedro de Alcántara y
su tiempo (Cáceres, 1990).
En 1930 nació en Aldeanueva del Camino el escultor
Angel Duarte, encuadrado en la abstracción geométrica y el arte
experimental, dentro de la vanguardia encabezada por artistas de la talla de
Mondrian o Vantorgeloo[9]. Se
formó en la Escuela de Artes y Oficios de Madrid (1945-1948). Se marchó a París
en 1954, allí comenzó a granjearse la amistad de artistas bohemios como Agustín
Ibarrola o Pepe Duarte, fundando el Equipo 57, realizando juntos
exposiciones en varias ciudades francesas y españolas. Destacan por la creación
de un arte analítico con la práctica de una abstracción calculada dentro de la
tendencia geométrica cuyo principal representante es el pintor Piet Mondrian. A
su vez, constituyen una vanguardia dentro del arte óptico con una actitud
crítica a la política cultural que se operaba en España durante el Franquismo.
Se
trasladó a Sion (Suiza) en 1961. Una vez disuelto el Equipo 57, dejando
tras de sí una amplia participación en exposiciones internacionales e
interesantes logros en el terreno artístico, formó con Fischer y Tauner el Grupo.
Realizaron estructuras geométricas en armonía con el espacio para las que son
creadas, construidas en tres dimensiones para lugares públicos, aunque también
realizó obras de pequeño formato. Uniendo los conocimientos matemáticos a
medios industriales, e incorporando los servicios del ordenador, establece una
serie de módulos con paraboloides hiperbólicos, dando lugar a juegos cóncavos y
convexos utilizando el acero inoxidable, el hierro galvanizado o el hormigón.
Es, en realidad, un artista-ingeniero que utiliza medios industriales donde el
componente óptico es lo esencial. Es el artista del paraboloide hiperbólico, forma
geométrica en torno a la cual articula sus composiciones. El arte de Duarte se
inscribe en la tradición experimental iniciada por los futuristas y preludia
una línea de desarrollo de la tecnología visual. El aroma a modernidad que
tuvieron en su momento las obras de Duarte fue suficiente para que alguna de
sus constantes estéticas se incorporaran rápidamente a la esfera del diseño
industrial y sobre todo a la moda.
Su
obra está presente en zonas públicas de Langenthal (Suiza), en Bienne y en
varios museos de arte contemporáneo de Europa (Suiza y Francia), América e
Israel, y en España en los museos de arte contemporáneo de Cuenca y Madrid.
En Valencia
de Alcántara, en el año 1944, nació el escultor Domingo Batalla Picado,
aunque desde 1970 desarrolló la mayor parte de su carrera artística en
Cataluña. En sus creaciones utiliza el hierro y el bronce pulido. Sus figuras
se deforman a partir de códigos personales representativos de tipo surrealista.
Es un artista centrado en la tendencia neorrealista contemporánea.
En 1955, nació
en Cáceres, Hilario Bravo, más destacado por su actividad artística en
el campo de la pintura que por sus obras escultóricas, comenzando a destacar en
el ambiente pictórico vanguardista en San Sebastián, ciudad en la que expuso
sus primeras obras conceptuales. En 1983, consiguió una beca de la Diputación
de Guipúzcoa y se marchó a Berlín, Checoslovaquia y Austria. Entre 1986 y 1989
vivirá en Cáceres realizando exposiciones en salas públicas.
Sus esculturas
o grabados son reflejo de lo conceptual, de una búsqueda filosófica a través
del arte. Como él mismo afirma “le fascina lo legendario, los ritos, el
asunto literario e histórico, evocando a través de sus esculturas la muerte, el
amor o la magia”[10].
Juan Polo,
nació en Cáceres en 1957. Su vocación artística surgió en Barcelona en 1970, a
través de la cerámica y la pintura, aunque siempre sintió predilección por el
dibujo. Desde su estancia en Vigo, en 1979, su arte se orientó hacia la
escultura. Utiliza materiales seriados, barro, hierro y acero que nos
sorprenden provocando una mirada no funcional sino gratuita. Sus obras son
objetos que se pueden integrar en espacios arquitectónicos urbanos. Sus
estructuras metálicos describen estados anímicos. Es grato para el artista la
contraposición masa-vacío, sugiere la opresión social y la rebelión del
artista. En la actualidad vive en Vigo, el único lugar en el que ha encontrado
como el mismo dice “la libertad de visión que sólo el mar proporciona”.
En 1960 nació
en Brozas el escultor José María Jabato Amado, de profesión Ingeniero
Técnico Industrial, pero tras sus estudios en la Escuela de Bellas Artes y
Oficios de Sevilla, se dedicó a las artes plásticas. El 20 de diciembre de 1987
inauguró en Coria el monumento en bronce que realizó al Doctor Viera López,
en un espacio abierto rodeado de árboles y de cuatro columnas toscanas de
piedra granítica.
En 1966 nació
en Cáceres Marisé Expósito, que realizó sus estudios de Bellas Artes en
la Escuela de la Diputación Provincial de Cáceres (1984-1985) y los completó en
la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid,
especializándose en Escultura (1985-1990). Ha sido galardonada con varias becas
que le han permitido profundizar en la técnica escultórica. Ha participado en
varias exposiciones colectivas en Cáceres (1985-1988), en el Primer Encuentro
de escultores Valle de Hecho en Huesca (1989); la Primera Bienal de Artes
Plásticas de Facultades de España, en Tenerife (1989) o en 1990 en la Facultad
de Bellas Artes de Madrid y en la sala de exposiciones de la Asamblea de
Extremadura (Mérida). En sus obras hay una mezcla heterogénea de animales y
productos de consumo diario utilizando el hierro, la madera y los mismos
elementos en su estado natural, ejemplo de ello es su obra Pezpájaropan.
* Agradezco los datos biográficos y artísticos, así como
las fotografías, facilitados por algunos de los artistas aquí estudiados.
[1] Este artista ha gozado de
varios estudios. RUBIO ROJAS, A: “Eulogio Blasco, el Mudo, pintor de Cáceres
(1890-1960). Actas del V Congreso de Estudios Extremeños, t. IV. Inst.
Cultural “Pedro de Valdivia”, Badajoz, 1976, pp. 83-125. MARTÍN GIL, T.:
“Artistas extremeños, Eulogio Blasco”, en El Monasterio de Guadalupe,
1926, pp. 311-314. VARA, V: “Artistas de Extremadura. Eulogio Blasco, el
artista mudo primer artífice de la escultura realista”, en La Libertad,
1929. CRIADO ROMERO, M.E.: “Eulogio Blasco –el Mudo-, gran repujador, pintor y
escultor extremeño”, en La Unión Ilustrada, 1931. GUTIERREZ MACIAS, V:
“Eulogio Blasco, ligero apunte de la vida y personalidad del polifacético
artista”. Alcántara, XV, núm. 133, 1960, pp. 53-56. LOZANO BARTOLOZZI,
M.M. ( y otros): Plástica Extremeña, Badajoz, 1991. BAZAN DE HUERTA, M:
Eulogio Blasco, Cáceres, 1890-1960. Institución Cultural “El Brocense”.
Cáceres, 1991.
[2] Vid. HERNÁNDEZ DIAZ, J:
“El escultor Pérez Comendador, 1900-1981”. La Gran Enciclopedia Vasca y Caja de
Ahorros Provincial de San Fernando de Sevilla. Barcelona, 1986.
[3] BAZAN DE HUERTA, M: “La
promoción oficial en la Escultura Española (1900-1960)”, en Catálogo
Exposición Colección Escultórica Capa. Cáceres. Institución Cultural “El
Brocense”, 1990.
[4] La Dra. Lozano Bartolozzi
ha realizado un interesante estudio sobre los monumentos conmemorativos en su
obra Escultura pública y monumentos
conmemorativos en Cáceres (Universidad de Extremadura, Cáceres, 1989).
[5] Véase HINJOS, J de: La
estatua de San Pedro de Alcántara en Cáceres, obra de Pérez Comendador.
Cáceres, 1956.
[6] PEREZ COMENDADOR, E:
“Estatua monumental. Imagen de San Francisco de Asís. Atrio del Monasterio.
Basílica de Guadalupe. Boletín de la Real Academia de Bellas Artes de San
Fernando ACADEMIA, núm. 49, Madrid, 1970.
[7] LAFUENTE FERRARI, E: Catálogo
de la Exposición Magdalena Leroux. Sociedad Española de Amigos del Arte.
Palacio de Bibliotecas y Museos. Madrid, 1942. Vid. Enrique Pérez
Comendador. Escultura y dibujos. Madrid, 1947.
[8]Según los profesores
Pizarro Gómez y Terrón Reynolds en su obra Catálogo de los fondos pictóricos
y escultóricos de la Diputación Provincial de Cáceres (Cáceres, 1989), p.
298.
[9] Vid. LOZANO BARTOLOZZI,
M.M (coord.. y otros autores): Plástica Extremeña. Caja Badajoz,
Badajoz, 1990, p. 284.
[10] Del Amor y de la
Muerte. Catálogo Exposición. Caja de Ahorros Municipal de Bilbao. Noviembre
de 1985. BRAVO, H: Exuberancia de la Simplicidad. Catálogo Exposición
Sala de Arte “El Brocense” (Cáceres, 1986).
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