sábado, 25 de mayo de 2024

 


TALAVÁN,  HISTORIA Y PATRIMONIO

 

 Al norte de la ciudad de Cáceres, entre los ríos Tajo y Almonte se encuentra Talaván a 367 mtrs. de altitud. Forma parte del conjunto de villas conocidas como “Los Cuatro Lugares”, junto con Hinojal, Monroy y Santiago del Campo. Se localiza entre los 39º43’10’’ de latitud norte y los 6º16’52’’ de longitud oeste.

 

Las primeras referencias históricas las encontramos en el año 1167, fecha en la cual el rey Fernando II de León conquista la Villa y el castillo de Alconétar, entregándola a los templarios, por su privilegiada situación, con extensas y fructíferas tierras que cayeron bajo su jurisdicción, incluida la villa de Talaván, los templarios hicieron a Alconétar cabeza de encomienda. En el año 1312 cuando fue disuelta la orden, por el mandato del Papa Clemente V, pasó la encomienda a depender de la Orden de Alcántara.

En el año 1790, Talaván era villa de señorío del Conde Duque de Benavente. Será en esta época de finales del siglo XVIII cuando existan en el Tajo unas barcas llamadas de Talaván, único transporte para cruzar el río. Pertenecían al obispo de Plasencia, al que había que pagar medio real por cada barquero, estando los vecinos de Talaván liberados del pago de estos derechos. Esto motivó el refrán: “Las verdades de barquero: El pan duro, duro, es mejor que ninguno; el zapato malo, es mejor en el pie que en la mano y si a todos les cobras lo que a mí ¿qué coño hace usted aquí?”. La importancia de estas barcas quedó manifestado en la historia, quedando el barquero como distintivo de la bandera y del escudo heráldico de la villa de Talaván: «Escudo de plata. Banda ondada de azur y plata, resaltada de una barca de oro fileteada de sable con un barquero. Acompañada en jefe de una cruz potenzada de gules y en punta de una cruz flordelisada de sinople. Al timbre Corona Real cerrada”.

En el casco histórico, en lo alto de un cerro está la fuente de la Breña, que facilita agua fresca a los vecinos del lugar. Data la fuente de cantería del año 1612, según una inscripción. Con un rostro curioso en el que algunos historiadores han visto una "Cabeza cortada" vetona, aunque también podría tratarse de un mascarón medieval de acarreo.

Entre su patrimonio destacamos la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, construcción realizada en sillarejo que se transforma en sillería en las estructuras importantes. Se accede al interior por portadas de medio punto situadas al Norte y al Oeste; la del lado meridional, está cegada, presenta arquivoltas de medio punto y alfiz, encontrándonos numerosas marcas de cantero, signos lapidarios  que son el alfabeto de un lenguaje mágico y esotérico en ventanas abocinadas. Por toda la cornisa de la fachada Norte corre un friso esgrafiado con distintos motivos simbólicos separados por triglifos renacentistas como el corazón asaeteado símbolo de San Agustín y emblema de los agustinos, representaciones faunísticas, cruces en aspas y motivos decorativos geométricos de la segunda mitad del siglo XVI.

 

El templo en su interior tiene una sola nave dividida en cuatro tramos por arcos de medio punto que sustentan la techumbre de madera a dos aguas sobre arcos diafragma. Tiene capillas laterales situadas entre los contrafuertes. En el lado de la Epístola nos encontramos con una capilla barroca cubierta con cúpula semiesférica decorada con pintura al fresco barroca a base de angelotes músicos entre nubes y rayos de luz que nacen de la clave, que simbolizan ese nuevo amanecer en la historia de la cristiandad. Se conserva una Dolorosa de vestir barroca y un Cristo Yacente en una urna, obra del siglo XVII. Un Cristo con la Cruz a Cuestas moderno. En el primer tramo de la nave hay un retablo de un cuerpo con dos estípites y decorado con hojarascas, obra de mediados del siglo XVIII y en la hornacina un Corazón de Jesús moderno.

 

En el lado del Evangelio, se conserva una imagen, excesivamente restaurada, bajo la advocación de Virgen del Río, es obra del siglo XVI y procede de la ermita de Nuestra Señora del Río. También, hemos de destacar un retablo de un cuerpo con estípites y rocallas, de mediados del siglo XVIII, similar al retablo que se encuentra al otro lado, en la zona de la Epístola. En el remate la efigie de Cristo en el lienzo de la Verónica y en la hornacina una imagen de la Inmaculada moderna, de hacia 1910.

 

La cabecera es cuadrangular y se cubre con bóveda de crucería y aún conserva en los arranques los bezantes o bolas típicas de finales del siglo XV. Preside el Altar Mayor un Crucificado del siglo XVII, con la cabeza inclinada hacia su derecha y se cubre con paño de pureza. Es importante destacar la pieza más importante del templo, su pila bautismal gótica, con taza decorada a base de círculos muy esquemática y fuste gallonado y pedestal cuadrado, la pila está actualmente situada en el Altar Mayor, ha sido desplazada de su lugar de origen, los pies del templo.

La nave se añadió en el siglo XVI. La sacristía tiene cubierta en dos tramos de bóvedas de aristas y una ventana avenerada, conserva en su interior como bien mueble de calidad artística una cajonería con decoración vegetal del siglo XVIII y una custodia clasicista del siglo XVII, sin marcas.

Hemos de destacar el artístico coro alto, situado a los pies del templo, sobre tres bóvedas de aristas y con un frente de triple arquería en medio punto y pilastras estriadas, en cuyo friso encontramos la siguiente inscripción que fecha el coro en el año 1588: SIXTO V PP / 1588 / PHILIPPO REGE. y decorados con el escudo del jarrón de azucenas haciendo alusión a la Virgen de la Asunción, titular del templo, símbolo de la virginidad de María.

La iglesia tiene otras imágenes de escasa calidad artística como una imagen moderna de la Inmaculada de Olot, un Sagrado Corazón de Jesús, Santa Rita y un Cristo Resucitado, adquirido recientemente para procesionar. Hemos de destacar, en el muro de la Epístola una talla de San Antonio con el Niño Jesús, barroca, de excelente calidad artística.

 

A los pies, sobre el lienzo septentrional se alza una torre de potente aspecto, excepto el cuerpo superior, resuelto actualmente de forma muy tosca. Recientes intervenciones de urgencia, en aras a mantener su estabilidad amenazada por la entrada de agua, la han despojado, parcialmente, del remate de su cuerpo superior, resultando un acabado atípico y discordante. En el año 2007 se llevó a cabo una profunda reforma en la torre de la iglesia parroquial según el informe elaborado por doña Victoria González Fernández.

 

En la margen izquierda del río Tajo está la ermita de la Virgen del Río, construida en el año 1971, en sustitución de la antigua, situada en el centro del río, ya en el término de Casas de Millán, a la que se accedía por medio de una barca que unía las dos orillas. Ermita que desapareció bajo las aguas cuando se construyó el pantano de Alcántara, habiéndose perdido una tradición que hubiera sido una de las más importantes de la provincia de Cáceres. Incluso, cuando el río baja de su nivel se puede observar la cúpula de la antigua ermita. Se venera la talla renacentista de la Virgen del Río, en madera policromada, cuya fiesta se celebra el 8 de septiembre. Y, en lo alto de un cerro, está la ermita de la Virgen de la Soledad, reconstruida en el año 1969. Desde esta ermita se puede ver todo el pueblo con unas impresionantes vistas del paisaje y en la lontananza el Parque de Monfragüe.

El mayor impacto le encontramos en la ruinosa ermita del cementerio viejo que conservan sus muros maestros, pero en lamentable estado de conservación. Es de una nave con capilla mayor cubierta con bóveda vaída decorada profusamente a base de tramas de distintos esgrafiados en doble encintado en posición rentangular con motivos vegetales y cenegas geométricas, corre una inscripción que hace alusión al sacrificio de Cristo que fecha las pinturas al fresco: “OBLATUS EST QVIA. IPSE VOLUIT. ET PECCATA NOSTRA. IPSE. PORTAVIT E SAIES. SB MARZO 15 DE 1628 ANOS” (del libro bíblico del profeta Isaías 52.13), y cabezas de querubines infernales alados, símbolos eucarísticos, de los que parten hojas que se reparten por todo el espacio. La capilla mayor se cubre con esgrafiados, técnica decorativa utilizada para revestir este paramento interior, basada en la superposición de capas de revoques utilizando los colores blanco y negro, aplicándose una lechada de cal que servía de base al dibujo trasladado al muro, en este caso motivos vegetales, friso de roleos entrelazados y motivos figurativos a base de angelotes que portan cartelas con los motivos pasionales de la Pasión de Cristo: clavos de Cristo, la Columna y los flagelos, el Santo Sudario. Estos querubines alados que hemos mencionado son conocidos mediáticamente como “los condenados” de Talaván o “ángeles malos” a raíz del programa televisivo de Iker Jiménez “Cuarto Milenio”, que argumentara una serie de misterios sin ninguna base científica, son ángelees con sus alas que nos quieren indicar que son almas; sus rostros de dientes afilados y expresión terrorífica, nos indican que estas almas pertenecen a réprobos con destino al infierno. Todas las cabezas visten unos gorros enigmáticos, de apariencia festiva, acaso a modo de capirote penitencial. Unas representaciones pictóricas dignas de un estudio científico y una urgente restauración. Se hace precisa, con urgencia, alguna medida de protección al respecto, siquiera para evitar que la lluvia y otros agentes atmosféricos destruyan por completo la ya ruinosa capilla.

La sacristía se encuentra en el lado del Evangelio, se cubría con bóveda de aristas, conservándose los jarjamentos de la misma, en su frente se conserva una hornacina con dintel avenerado de hacia 1550, y a ambos lados una ventana.

 

































 

 

viernes, 17 de mayo de 2024

  

Iconografía de la  Virgen de Guadalupe en Trujillo de Extremadura

 

 

 

Muchas son las localidades extremeñas que profesan especial devoción a Nuestra Señora de Guadalupe, excelsa patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad. Trujillo conserva lienzos y representaciones en imaginería y talla ornamental de la Virgen de Guadalupe, ya en 1989 publiqué en esta misma revista un estudio sobre algunas obras artísticas existentes en la Ciudad, con este otro trabajo pretendo completar el estudio iconográfico de la Virgen de Guadalupe en Trujillo[1]. En 1988, el padre Arturo Álvarez incluyó en su libro La Virgen de Guadalupe en el Mundo algunas obras representativas de la Virgen de Guadalupe en Trujillo, interesante estudio, aunque muy somero y pasó por alto algunas obras[2].

El Monasterio de Guadalupe poseía capillas, cilla, heredades y censos en la tierra de Trujillo, por piadosas donaciones de almas agradecidas a Santa María de Guadalupe. En los documentos existentes en el Archivo Municipal se da buena cuenta de ellos[3].

PALACIO DE SAN CARLOS (MONASTERIO DE MADRES JERÓNIMAS)

La ciudad de Trujillo rinde culto a Nuestra Señora de Guadalupe el día 8 de septiembre en la capilla del Monasterio de San Carlos, propiedad de las Madres Jerónimas. Representa dignamente el culto a Nuestra Señora una popular talla moderna de la Virgen de Guadalupe, realizada en Madrid en el año 1925 en los talleres de francisco Font y que vino a sustituir a la imagen que actualmente se encuentra en el coro bajo de dicho convento[4]. Dicha imagen es obra del siglo XVII, de bastidor, solo tiene las manos, pies y rostro, y el Niño Jesús, al que sostiene con el brazo izquierdo. Es una magnífica obra, preciado tesoro de la presencia guadalupana en Trujillo. En el convento tiene una especial importancia la presencia de la Virgen de Guadalupe. A principios del siglo XX, la archicofradía de Nuestra Señora de Guadalupe, instituyó su sede en la iglesia que las Madres Jerónimas tenían entonces en la villa, en su antiguo convento intramuros de Trujillo. Así se centró en Trujillo el culto a Nuestra Señora de Guadalupe desde los pueblos más próximos[5].

 


LA CILLA DE GUADALUPE

 

Pero la presencia de la Virgen de Guadalupe en Trujillo es más antigua. Nos refiere don Juan Tena, eminente historiador local fallecido lo siguiente: “Trujillo tiene recoletos rincones y plazoletas que evocan los encantos de aquella su vida hacendosa y sencilla, remansada en su secular historia y salpicada de leyendas caballerescas[6]. La Plazuela de Guadalupe es una de ellas. En ella estaba la cilla y la casa del cillero, propias de Monasterio de Guadalupe[7]. Se conservan perfectamente sus muros, con entrada en arco de medio punto y sobre la misma, una curiosa representación de Santa María de Guadalupe esculpida en el mismo dintel de su puerta. El padre Arturo Alvarez considera que el hecho de no sostener la imagen de la Virgen al Niño, no hay que relacionarla con la de México, sino que se trata de una copia de la Virgen cacereña, recordando que existen otros trasuntos suyos sin Niño y con las manos juntas, como la de Puerto Real en Cádiz y otras documentadas[8]. Existen alusiones en el Archivo Municipal acerca de la existencia de los locales de la Cilla, donde existió igualmente una capilla de la Virgen de Guadalupe[9].

Las cillas eran lugares donde se almacenaba el trigo que por derecho dominical de predios o por razón de censos y diezmos, pertenecían, a cualquier entidad civil o eclesiástica. En la casa del cillero, en la Plazuela de Guadalupe, en Trujillo, se hospedaban los frailes cuando venían a solucionar asuntos religiosos o de tipo administrativo a Trujillo como los  relacionados con las escribanías del Concejo, cuyo derecho de provisión ejercían.

 


HOSPITAL DE LA CONCEPCIÓN

 

En la fachada del Hospital de la Concepción, en la Villa trujillana, se conserva un azulejo de la Virgen de Guadalupe. Este edificio tiene su origen en la Edad Media, en la mansión de los Chaves-Mendoza, casa fuerte que defendía el acceso a la Villa por la puerta de San Andrés. El linaje de los Chaves-Mendoza arranca de Luis de Chaves “El Viejo” y de doña Isabel de Mendoza, hija de Ruy de Mendoza y María Sotomayor que siendo dama noble se casó con Martín de Chaves, biznieto del citado Luis de Chaves[10]. En su creación intervino la familia de Hernando Pizarro y sus herederos, según las disposiciones testamentarias de Francisco Pizarro[11]. Después de la invasión francesa, 1809, el edificio fue habitado por los frailes franciscanos alcantarinos una vez que abandonaron su convento, el edificio de los Descalzos sería habilitado como hospital militar. En 1824, la comunidad quiso volver a su convento, solicitando el desalojo del mismo de las instalaciones sanitarias que en él había[12] (nunca regresaron a su convento, pues sería el lugar ideal para atender a los enfermos de Cólera[13]). El Ayuntamiento de Trujillo consiguió instalar el Hospital en el edificio de los Chaves-Mendoza, según el Breve Pontificio de 19 de agosto de 1867[14]. En 1890 se hicieron cargo del mismo las religiosas Amantes de Jesús[15]. En la fachada del mismo se encuentra un azulejo con la representación de Ntra. Sra. de Guadalupe, probablemente obra del siglo XVII y procedente del convento de frailes franciscanos del convento de la Magdalena tras muros de la ciudad. Cuando se trasladaron a este edificio se trajeron bienes muebles como el Cristo del Hocino[16] y también una escultura de San Pedro de Alcántara que estuvo ubicada en la hornacina de acceso al interior del edificio. Cuando las religiosas Amantes de Jesús se hicieron cargo del Hospital quitaron la imagen de San Pedro de Alcántara sustituyéndola por la de la Inmaculada, que aún se conserva.

 

 


 

LA ERMITA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE

 

El impulso religioso de los trujillanos levantó en el pasado una serie de ermitas a la devoción de las distintas advocaciones, pero las circunstancias históricas y la evolución urbanística han determinado su desaparición[17]. Apenas quedan restos de la ermita de la Virgen de Guadalupe, conocida popularmente como “Guadalupejo”, que se alzó en Trujillo junto al Convento de San Antonio, de monjas descalzas, quienes tenían en propiedad la ermita. Hoy tan solo se conservan los muros maestros de la ermita, es muy probable que existiese un paso o arco desde el Convento de San Antonio hasta la ermita donde actualmente hay una carretera[18]. A fines del siglo XVI llegaron a Trujillo varias monjas procedentes del Convento de las Descalzas Reales de Madrid, instalándose en Trujillo, en unas casas que habían sido donadas para la construcción de un Convento. Establecieron aquí su casa, siendo aneja y propiedad de este convento la ermita de Guadalupe, hasta la Desamortización de Mendizábal, pasando las monjas al convento de Santa Clara[19]. El edificio fue vendido en 1849. La ermita de Guadalupe ya había sido enajenada con anterioridad, en el año 1814[20]. La invasión francesa fue muy dura en Trujillo, los edificios fueron abandonados al saqueo y destrucción ya que los trujillanos tuvieron que abandonar la ciudad, fueron muchas las fábricas destruidas. Don Alfonso Astudillo López, Corregidor de Trujillo, extendió un Auto “para que se repararan los edificios en ruina y aquellas personas que no pudieran correr con los gastos de la reparación, pusieran en venta sus propiedades”[21]. Son muchas las referencias que encontramos en el Archivo de Protocolos de Trujillo sobre la existencia de la ermita de la Virgen de Guadalupe.

 En dichas referencias podemos comprobar cómo el culto a Nuestra Señora de Guadalupe estaba en Trujillo con respecto a los pueblos de su comarca. Aquellas localidades lejanas a la puebla de Guadalupe podían venerar a la celestial Señora de Trujillo, antes en su ermita “Guadalupejo” y en la actualidad en la iglesia del Convento de las Madres Jerónimas.

 

CONVENTO DE SANTA CLARA

 

Es muy probable que las seis religiosas que marcharon al convento de Santa Clara llevasen consigo algunas manifestaciones artísticas con la representación de la Virgen de Guadalupe, algunas piezas han desaparecido, pero otras se conservan, así nos explicaríamos la existencia de un lienzo que representa el hallazgo de Nuestra Señora de Guadalupe acompañada por un grupo de caballeros y Padres de la Iglesia, obra del siglo XVIII, copia fiel de otro cuadro existente en el Monasterio de Guadalupe aunque no repite los mismos personajes, en el cuadro del Monasterio se repite el mismo esquema compositivo, pero aparecen el rey Alfonso XI y los Reyes Católicos ante la Virgen de Guadalupe. Considero que ambos cuadros han sido ejecutados por el pintor Pedro José de Uceda hacia el año 1740. En la actualidad se conserva en mal estado, en la sacristía del Convento de Santa Clara. En la zona posterior del cuadro reza la siguiente inscripción: “soi dela celda prioral”. Un santo porta un pergamino donde puede leerse: “Como estaba en Roma/ y su historia se demuestra/ por estas personas/ que la han poseído. S. Lucas (ilegible) S. Mauricio= S. Gregorio M./S. Leandro. Su entierro en Guadalupe/ en el Reynado de Rodrigo/ Se descubre pasados más de 600 años/ El vaquero Alonso“.

Se nos ofrece María en el centro de la composición pictórica, la figura del vaquero arrodillado, y rodeada de caballeros y Padres de la Iglesia. Es probablemente obra de algún artista local.

 

 

PARROQUIA DE SAN MARTIN

 

En la iglesia parroquial de San Martín, se conserva un retablito del siglo XVII que encuadra entre sus estriadas columnas con capiteles corintios, un magnífico lienzo que representa a Nuestra Señora de Guadalupe, rematando en arco con la representación de Santa Teresa que se adapta a las medidas del arco superior donde se enmarca. Aparece el ángel que atraviesa el pecho de la santa con una lanza, destacando el rico colorido de los ropajes. Un halo de resplandor ilumina las figuras representadas[22]. Bajo el retablo hay un frontal de azulejos talaveranos con motivos vegetales que enmarcan la figura de San Juan Bautista. Este retablo estuvo colocado anteriormente en la Capilla-sepulcro de los Camargos. Obra plateresca es esa suntuosa capilla en la puede leerse la inscripción: "Es de Luis de Camargo e de Beatriz Álvarez- su mujer- Acabóse año de 1530".

En la plazuela de los Delcalzos, dentro de la villa intramuros, se alza el soberbio palacio de los Chaves-Mendoza, obra del siglo XVI. Después de la invasión francesa, fue abandonado el edificio y habitado por los franciscanos alcantarinos. Con posterioridad fue Hospital de la Caridad. En la actualidad es la mansión de don Duarte Pinto. en un lateral de la fachada principal, luce Nuestra Señora de Guadalupe en un frontal de azulejos talaveranos.

 

 

 

 

PARROQUIA DE SAN FRANCISCO

 

Otra representación iconográfica de Nuestra Señora de Guadalupe en Trujillo, la encontramos en la iglesia del Convento de San Francisco. Es un lienzo que representa a Nuestra Señora, obra del siglo XVIII. Ha sido restaurado por el Taller de Restauraciones de don Javier Carrión (Madrid). Se encontraba en el coro de la citada iglesia en muy malas condiciones, la acertada iniciativa del cabildo parroquial ha conseguido recuperar esta obra para el beneplácito de todos. Viste la Virgen un precioso manto azul, engalanado con medallón y piedras preciosas, sosteniendo un cetro. Se alza sobre un trono con un coro de ángeles tocando instrumentos y dos querubines a ambos lados. La imagen aparece centrada en el cuadro y a ambos lados de la Virgen de Guadalupe dos cortinas que centran la composición y decoran, asimismo, una zona que podría estar neutra. Se asienta Nuestra Señora sobre un trono, probablemente el mismo que regalara el Marqués del Monesterio, don Octavio Centurión, al Monasterio de Guadalupe, tal y como recoge F. San José en su obra[23].

De mejor calidad  es otro lienzo, en perfecto estado de conservación, con la misma representación iconográfica, sito en el lado de la Epístola de la citada iglesia parroquial, conserva una inscripción que rodea al cuadro: "TOTA PULCRA ES MARIA ET MACULADA NON EST IN TE TU GLORIA IERUSALEN TU LETITIA ISRAEL". Y en el mismo lienzo, bajo la representación de la celestial Señora: N. Sª. DE GVADALVPE FVE CONCEVIDA SIN PECADO ORIGINAL". Ensalzando con dichos textos la inmaculada e intachada virginidad de María. Con textos tomados del Cantar de los Cantares (Cant. de los Cant, IV. 7): "Toda hermosa eres, amiga mía, y mancillada no hay en ti". El marco que porta el lienzo es de la misma época (siglo XVII), de factura semejante a los existentes en el propio Monasterio de Guadalupe. Fue restaurado hacia el año 1985 por don José Gómez, en el Taller de Restauraciones Artísticas que tiene en Trujillo, las restauradoras doña Toñi Durán y doña María Teresa Pérez descubrieron algunos aspectos de este lienzo como las bisagras que tenía para poderlo plegar y transportar en forma de maleta y utilizarlo al celebrar misa ante la Virgen en las frecuentes visitas que realizaban los frailes a Trujillo, y así se lo hicieron saber al padre Arturo Álvarez para su publicación[24]. Representa a la Virgen, pintada en óleo sobre lienzo, vestida con un lujoso manto con flores y aves sobre el que cae un collar. Dos ángeles descorren sendas cortinas de las que cuelgan dos lámparas. A los pies del cuadro hay dos floreros y cuatro ángeles tocan instrumentos musicales. El propio fray Arturo Álvarez considera que podría ser obra de Fr. Juan de Santa María, autor de los grandes lienzos del claustro mudéjar de Guadalupe[25]. Este lienzo es originario del Monasterio de Guadalupe, los frailes le traían a Trujillo cuando oficiaban misa en la ermita de Guadalupe, con el devenir de los años y los acontecimientos sucedáneos se quedó el lienzo en Trujillo. Es una magnífica obra del siglo XVII.

 

 



CONVENTO DE SAN PEDRO

 

En el Convento de San Pedro, en uno de los locutorios, se conserva un gran lienzo que representa a la Virgen de Guadalupe, obra de los inicios del siglo XVIII. Se nos presenta la Virgen con el Niño centrando la composición pictórica en una hornacina. Simétricamente, dos cortinajes corridos sirven de escenario a la escena, enmarcando la figura. Sobre la peana muy decorada destacan los vivos tonos del manto rojo, minuciosamente tratado, con la oscuridad del fondo. La Virgen se representa con un rostro de bellas facciones, sosteniendo al Niño que, de pie sobre su brazo izquierdo alarga sus manos. Las variaciones notables vienen dadas en las representaciones marianas de Guadalupe, esencialmente, por las peanas sobre las que se asienta la Virgen. En este caso, se trata de un trono pequeño con la media luna y un querubín central, tal y como aparece en grabados conservados en el Monasterio de Guadalupe[26]. Es una obra de cierto mérito artístico probablemente donada al convento.

 

                                  


 



[1] RAMOS RUBIO, J. A:  "La Virgen de Guadalupe en Trujillo". Rev. Guadalupe, núm. 702, 1989, pp. 298-302.

[2] ALVAREZ ALVAREZ, A: La Virgen de Guadalupe en el Mundo. Ed. Bodegas Viña Extremeña, Madrid, 1988, pp. 279-285. 

[3] Real Provisión de Juan II al concejo de Trujillo concediendo al Monasterio de Guadalupe licencia para sacar del término de aquella ciudad productos. 4.4. fols. 163vº-164 vº, 21 de octubre de 1440. Sobrecarta de Juan II a Diego de Orellana y al Concejo de Cañamero ordenándoles cumplan lo contenido en una carta anterior para obtener el Monasterio de Guadalupe productos de la tierra de Trujillo. 4.4, fols. 164 vº -166 r, 11 de diciembre de 1451 (existe una sobrecarta de la reina Isabel concediendo al Monasterio lo contenido en la carta, 29 de mayo de 1477, leg. 4.4, fols. 166 r-167 vº). Carta de poder del concejo de Trujillo a Luis de Chaves, García de Vargas y Diego Pizarro, de Trujillo, para que en su nombre la ciudad delegue en Fernando de Monroy la resolución de pleitos entre Trujillo y el Monasterio de Guadalupe. 3.1., fols.161vº-163 r. 12 de diciembre de 1481. Concordia entre Trujillo y el Monasterio de Guadalupe sobre la propiedad de la Veguilla, la caballería de Navalvillar y otras heredades. Leg. 4.9. 26 de octubre de 1483 (otra sentencia sobre el caso, 12 de noviembre de 1484, Leg.4.3, fols. 24-52 r; leg. 4.10; leg. 3.1, fols. 182r-198 vº). Sentencia dada por la Audiencia Real en el pleito existente entre el Monasterio de Guadalupe y el concejo de Trujillo sobre tierras en Madrigalejo. Leg. 3.1, fol. 235 v-237r. 13 de junio de 1488 (otra carta de poder el 13 de octubre de 1488, Leg. 3.1, fols. 212v-214 r). Carta de poder del Concejo de Trujillo a García de Torres para que junto con el representante del Monasterio de Guadalupe, amojone y divida los Cinchos y Cuestas, según acuerdo realizado. Leg. 3.1, fols. 224-226 v y 226v-228 v. 28 de noviembre de 1488. Deslinde y amojonamiento entre Trujillo y Guadalupe de la caballería de Navalvillar, de la ciudad de Trujillo, con las dehesas de la Parrilla y la Veguilla, del Monasterio de Guadalupe, en que se renovaron e hicieron nuevos mojones de piedra en lugar de los de tierra. 11 de mayo de 1495, Legs. 6.4 y 4.3, fols. 63 v-69 r. Reales Provisiones concediendo licencia al Monasterio de Guadalupe para comprar y sacar pan, vino y otros productos de fuera de su término. Leg. 3.1. fols. 554r-555 r, año de 1534. Escritura de compromiso y sentencia otorgada en Logrosán a 12 de abril ante el escribano Damián Sánchez entre Trujillo y el Monasterio de Guadalupe sobre deslinde y amojonamiento de la Caballería Nueva y la dehesa Malillo. 14 Folios. Año 1568. 1-3-79-8.  

Y deslinde de la dehesa Caballería, propia de Trujillo denominada de los Cerros con la Cascajera del Monasterio de Guadalupe. 4 Folios. Año 1517. 1-1-34-2. Pruebas que hizo Trujillo sobre la propiedad de la Jara de Albarneque en el pleito que siguió con el Monasterio de Guadalupe. Logrosán a 27 de octubre ante el escribano Hernando de Cáceres, 187 folios. Año 1.518. 1-2-73-8.

Traslado de provisiones que esta ciudad tiene para la guarda y conservación de los montes sacados en virtud de compulsoria de la Cancillería de Granada por Francisco de la Canal receptor en 7 de agosto, de 1.579, que están copiadas algunas sobre-cartas y ordenanzas y la ejecutoria contra el Monasterio de Guadalupe sobre cortar madera. Folio 144. Año 1.579. 1-3-78-2.

Provisión Real en Madrid a 17 de Junio refrendada de Claudio Cerdán para que el Concejo de Trujillo pueda nombrar escribano que intervenga en asuntos de alcabalas con independencia del derecho de escribanías que tiene el Monasterio de Guadalupe. 2 folios. Año 1675. 1-6-226-11. Traslado de la ejecutoria a favor del Monasterio de Guadalupe en el Pleito que siguió contra Trujillo sobre el derecho que dicho Monasterio tenía para que 700 cabezas de ganado de cerda entrasen a pastar cada año en los montes propios de la Ciudad, despachada en Madrid Trujillo ante Juan Lobo serrano en 27 de septiembre de 1696.44 folios. Año 1671. 1-2-217-6. Ejecutoria ganada por la Ciudad de Trujillo en la Cancillería de Granada contra el convenio de Guadalupe sobre la propiedad y jurisdicción de las dehesas y montes de Abiertas, Mira Sierras y otras en que se puso perpetuo silencio al convento de Guadalupe, despachada en 9 de abril y refrendada de Juan Francisco de Córdoba. 202 folios. Año 1671. 1-6-216-2.  Traslado de la Provincia Real en Madrid a 6 de julio refrendada de diego Guerra de Noriega sobre el cumplimiento de una Concordia entre Trujillo y el Monasterio de Guadalupe que pretendía tener derecho a que 700 cabezas deganado de su propiedad pastasen en los montes y dehesas de la Ciudad, en Trujillo a 21 de noviembre del 1696 ante Juan Lobo Serrano. 29 folios. Año 1691. 1-6-226-37. Traslado de la ejecutoria despachada en Madrid a 7 de enero y refrendada de Eugenio de Narvan y Mallea a favor de Trujillo en el Pleito que siguió con el Monasterio de Guadalupe sobre la propiedad y jurisdicción de las dehesas Valdepalacios, Mirasierra, etc. En Trujillo a 12 de febrero del 1692 ante Juan Lobo Serrano. 26 folios. Año 1692. 1-6-217-5. Real Provisión confirmando el Privilegio que tenía el Convento de Guadalupe de nombrar guardas de montes de Trujillo. En Guadalupe a 20 de agosto de 1770. 12 folios. 2-3-385-26. Documentos referentes a contribución que exigía al Real Monasterio de Guadalupe. Año 1820. 3-3-636-4. Véase el artículo editado RAMOS RUBIO, J. A: ”Documentos sobre el Monasterio de Guadalupe en el Archivo Municipal de Trujillo”. Revista de Guadalupe, año 1993, num. 722, pp. 149-150. SÁNCHEZ RUBIO, M.A: Documentación Medieval. Archivo Municipal de Trujillo (1256-1516), Institución Cultural “El Brocense”. Cáceres, 1994.

 

 

[4] RAMOS RUBIO, J.A.: "Estudios sobre los conventos de la orden Jerónima en Trujillo" Cáceres, 1989. Págs. 69 y 71. RAMOS RUBIO, J. A:  "La Virgen de Guadalupe en Trujillo". Rev. Guadalupe, núm. 702, 1989, pp. 298-302.

 

[5] ANDRÉS ORDAX, S y PIZARRO GÓMEZ, F-J: El patrimonio Artístico de Trujillo, Salamanca. ERE, 1987. Pág. 103.

[6] TENA FERNÁNDEZ, J.: Trujillo, histórico y monumental. Artes Gráficas Alicante, 1967 (1ª ed), pág. 49.

[7] Traslado de la Provisión Real en Madrid a 29 de noviembre refrendada de Miguel Fernández de Noriega para que no se tomen los granos de las calles eclesiásticas exceptúen casos de publica necesidad. En Trujillo a 23 de febrero ante Juan Lobo Serrano. 3 folios. Año 1679. 1-6-226-20. Archivo Municipal de Trujillo. Provisión Real en Valladolid a 24 de diciembre refrendada de Francisco de Cardeña para que ningún juez eclesiástico se entrometa en las razones que tuviera el corregidor de Trujillo para poner candados en las cillas. 2 folios. Año 1635. 1-6-225-22. Archivo Municipal de Trujillo.

 

[8] ALVAREZ ALVAREZ, op. cit., p. 285.

[9] El edificio consistorial tiene unas dimensiones que abarca desde la actual plazuela de Ruiz de Mendoza hasta la Cilla (por las traseras del mismo). Escritura de compra-venta a favor de Trujillo de un solar para construir la alhóndiga al sitio donde solía estar el Rollo en la calle de abajo en la cerca que en la Plaza de la Encarnación tenían los otorgantes Pedro Durán Carrasco y su mujer Juana González y sus hijos Hernando Martín, Isabel García y Ana González que medía 124 pies de ancho por esta parte y otros 102 pies de largo hacia las casa de Ntra. Señora de Guadalupe y de los herederos de Francisco Parra debiendo quedar toda la fábrica libre de construcciones a ella adosadas pudiendo abrir puertas y ventanas a los cuatro vientos. Todo ello en precio de 119867 maravedíes y 20 fanegas de trigo. Pasó esta escritura en 2 de julio ante el escribano Diego de Morales. Traslado en 1 de octubre de 1569 ante Juan de Barrionuevo. Folio del 8 al 30. Año 1566. 1-3-81-13. Archivo Municipal de Trujillo.

[10] TENA FERNÁNDEZ, op. cit., p. 526.

[11] “...otros hijos ligitimos y herederos e subzesores que heredaren los dhos. mys bienes vendiren o enajenaren o trocaren o cambiaren qualquyer de las posesiones o heredades o rrentas o ofiçios o benefiçios dellos por el mismo caso demas de ser la dha. venta ninguna como quyera que lo sea pierda la dha. heredad e sea de la capilla E fabrica de la dha. yglesia de nra. Señora de la concepción que de susyo yo mando hazer y hedificar en la dha.  çibdad de truxillo”. Testamento de Francisco Pizarro de 1537 (Los Reyes, 5 de Junio de 1537), cláusula XXXV, Archivo General de Indias, Justicia, 1176, número 2, Rº 6, pieza 2ª, fols. 47 vº-74.

[12] Leg. 425, Libro de Acuerdos de 1824 (20 de febrero), f. 27 v. Archivo Municipal de Trujillo.

[13] PIZARRO GOMEZ, F. J: Arquitectura y Urbanismo en Trujillo en los siglos XVIII y XIX. Cáceres, 1987, p. 195.  Leg. 456, Libro de Acuerdos de 1854, acuerdos de 20 de octubre, fol. 103 v; acuerdos de 8 de noviembre, fol. 112; acuerdos de 9 de noviembre, fol. 114 y ss.

[14] Leg. 469, Libro de Acuerdos de 7 de octubre de 1867, fol. 77 vº. Archivo Municipal de Trujillo.

[15] Leg. 492, Libro de Acuerdos de 29 de septiembre de 1890., fols. 72 vº y ss. Archivo Municipal de Trujillo.

[16] RAMOS RUBIO, J. A: “El Convento de Ntra. Sra. de la Magdalena y el Cristo del Hocino”. Revista Semana Santa, Trujillo, 2004.

[17] Protocolo de Cecilio Bernet y García, año 1816. Folio 312. Archivo de Protocolos de Trujillo.

[18] TENA FERNÁNDEZ, op. cit., pp. 49 y 50.

[19] Protocolo citado de Bernet al folio 327 R y ss. Citado por Tena Fernández, Op. cit. Pág. 51 y referencias a la citada ermita de Guadalupe que en el Protocolo de Ruperto Martín Barroso, 16 de enero de 1779 Archivo de Protocolos de Trujillo.

[20] Protocolo de Cecilio Bernet. Año 1816. Folio 312 ss.  Archivo de Protocolos de Trujillo.

[21] "Debe hallarse con reparación las partidas que pueden suponerse desde el primero de agosto de 1806 hasta el veinte y tres de julio de 1809 por haberse perdido las partidas comprendidas en este tiempo a causa de la invasión de los franceses y el total abandono de la ciudad por parte de sus ciudadanos. Acaecida en 19 de marzo de 1809". Libro de Bautismo de la Parroquia de Santa María de Trujillo. 1809-1833. Arch. Parroquial de Santa María.

 

[22] La Dra. Terrón Reynolds considera acertadamente que esta composición pictórica sigue las características estilísticas del pintor extremeño Mera, pues los rasgos fisionómicos de la santa, las mejillas sombreadas y el interior de la estancia son los habituales del pintor. TERRON REYNOLDS, op. cit, p. 175.

[23] Historia Universal de la Primitiva y Milagrosa Imagen de Nuestra Señora de Guadalupe. Madrid, 1743. Sobre el estudio de los tronos y la conservación de grabados en el Monasterio de Guadalupe, véase la obra de ANDRES GONZALEZ, P: Guadalupe, un centro histórico de desarrollo artístico y cultural. Salamanca, 2001, pp. 28 y 29.

[24] Agradezco a doña Toñi Durán su valiosa aportación.

[25] ALVAREZ ALVAREZ, op. cit. p. 282.

[26] Libro de todas las heredades y dehesas, rentas, iuros y oros aprevechamientos y prehemiencias, q. Esta santa casa de nra. Señora S.ta Maria de Guadalupe tiene, ANSI en esta Puebla de Guadalupe como en otras ciudades, villas y lugares de estos Reynos de Castilla, ordenada por el P. Fray Pablo de Alhobera. Año de 1641 en 1º de junio. Códice 128. Archivo del Monasterio de Guadalupe.