viernes, 11 de abril de 2025

 

ANTONIO OLIVEROS Y SÁNCHEZ, un cura patriota liberal  y diputado constitucionalista extremeño (1764-1820)

 

"Firmé aquella Constitución con la esperanza de que cada español pudiera alzar la frente sin temor, y de que la ley protegiera al frente débil al fuerte. No luché por gloria, sino por la justicia Que mi nombre no queda en los libros que queda en el corazón de quienes buscan un mundo mejor”.

(Antonio Oliveros, 1814)

 

Antonio Oliveros y Sánchez no era un hombre de muchos adornos, pero su presencia en la historia de España, marcada por los años decisivos de las Cortes de Cádiz, nos recuerda que los grandes momentos no siempre surgen de los grandes nombres.

Nació en Villanueva de la Sierra, un rincón perdido entre los montes de la provincia de Cáceres, donde el aire, impregnado de la sabiduría ancestral del campo, le permitió forjarse una mente inquieta, libre y de convicciones firmes. Pocos sabrán ya de él, pero en las horas oscuras de la historia patria, cuando las guerras y las ideas se entrecruzaban como cuchillos en una lucha sin cuartel, Oliveros fue un hombre que, como tantos otros, jugó sus cartas en la mesa envenenada de la política.

Era un cura liberal, que, como tantos de su época, se vio arrastrado por el torbellino de los ideales ilustrados, creyendo en la razón por encima del dogma, en la libertad por encima de la opresión. En las Cortes de Cádiz, entre los ecos de la invasión napoleónica y las luchas intestinas por el futuro de España, se destacó como una figura incómoda, pero necesaria. Su voz se alzó contra el absolutismo, pidiendo reformas que muchos, acobardados por el peso de la tradición, se negaban siquiera a susurrar. Los que lo conocían bien sabían que Oliveros no era un hombre de compromisos fáciles, ni de esas medias tintas que nunca sirven cuando el destino de una nación está en juego.

Antonio Oliveros Sánchez (1764-1820) fue un sacerdote católico y diputado liberal por Extremadura en las Cortes de Cádiz, destacado por su compromiso con las ideas progresistas durante el período de la Guerra de Independencia Española. Nacido en Villanueva de la Sierra (Cáceres), estudió en la Universidad de Salamanca, donde obtuvo el grado de bachiller en Teología y fue ordenado sacerdote en 1784.

Realizó su formación universitaria en Salamanca entre los años 1777 y 1784, cursando el bachiller de Artes y en Teología en la Facultad Mayor de Teología.

La ciudad de Salamanca que conoció Antonio Oliveros en 1777, era una ciudad con un gran peso histórico y cultural en el ámbito de la educación, la religión y la vida intelectual de España. Durante este período, la ciudad se encontraba bajo el reinado de Carlos III, quien promovió algunas reformas, pero, al igual que el resto del país, Salamanca vivía aún muy influenciada por la tradición y las estructuras sociales del Antiguo Régimen.

Más tarde, obtuvo una canonjía en la iglesia de San Isidro de Madrid. Para acceder a un cargo tan relevante como el de canónigo en una capilla real, la formación teológica y jurídica era esencial. El candidato debía haber completado estudios en Teología, Derecho Canónico y Filosofía. Estos estudios eran generalmente realizados en universidades de prestigio, como la Universidad de Salamanca, donde estudió y se formó Antonio Oliveros.  Además, el canónigo debía haber tenido una preparación en el latín, ya que este era el idioma principal en la liturgia y en los documentos eclesiásticos. Los estudios en la Universidad también incluían formación en Derecho Canónico, lo que era imprescindible para ocupar cargos administrativos dentro de la Iglesia.

La invasión napoleónica en España a finales del siglo XVIII y principios del XIX fue un proceso complejo que marcó un punto de inflexión en la historia de España. Este proceso culminó en la Guerra de Independencia Española (1808-1814) y tuvo profundas repercusiones tanto en el país como en el resto de Europa. La invasión fue parte de las ambiciones expansionistas de Napoleón Bonaparte, quien buscaba consolidar el poder francés en toda Europa. En 1808, las tensiones entre España y Francia alcanzaron su punto máximo. Napoleón, que ya había invadido Portugal, decidió poner bajo control a España, asegurándose el dominio completo de la Península Ibérica. En marzo de 1808, las tropas francesas comenzaron a avanzar por el territorio español. Napoleón invadió España como parte de su estrategia militar, aprovechando las luchas internas entre los borbones para obligar al rey Carlos IV a abdicar en favor de su hijo Fernando VII. Se formó una Junta Suprema Central en Aranjuez en 1808 que asumió la autoridad en nombre de Fernando VII, quien se encontraba prisionero en Francia. Estas juntas fueron fundamentales para organizar la resistencia a la invasión. Antonio Oliveros el 8 de junio de 1808 abandonaba Madrid para dirigirse a su localidad, Villanueva de la Sierra. Allí entrará en contacto con el obispo de Coria, don Juan Álvarez de Castro, el cual le pidió que escribiera dos pastorales con el objetivo de dirigir el espíritu público, contener la anarquía y estrechar la unión de la provincia con las demás de la Monarquía.

En respuesta a la ocupación francesa, las Juntas Provinciales de defensa de España, que ya habían comenzado a formarse por todo el país, se unieron para formar la Junta Suprema Central en septiembre de 1808. Esta Junta asumió el control del gobierno en nombre de Fernando VII, quien aún se encontraba prisionero en Francia. La victoria de Bailén, al haber demostrado que las tropas francesas no eran invencibles, ayudó a consolidar estas juntas y fortalecer la resistencia en todo el país.

Antonio Oliveros se encontraba en su pueblo, ayudando al Obispo y a los miembros del cabildo cauriense en las tareas destinadas a excitar el celo patriótico de la población diocesana y recaudar los dineros que fuera posible a fin de costear los gastos abundantes de la lucha antifrancesa se encontró hasta un momento avanzado del mes de julio de 1808, cuando una presencia muy escasa de franceses en Madrid y, más concretamente, el triunfo extraordinario conseguido por las tropas españolas en la batalla de Bailén le impulsaron a volver a la Corte.

A su vuelta a la Corte madrileña, continuó férreamente su intención de no acatar la Constitución de Bayona y, mucho menos, jurar fidelidad a José I. Su actitud de resistencia frente a la invasión napoleónica es notable, y uno de los episodios más significativos de su vida fue su negativa a asistir al juramento de José I en la Real Capilla de San Isidro de Madrid. La Real Capilla de San Isidro en Madrid era un lugar de gran prestigio e importancia religiosa. En 1808, durante la ocupación francesa, se llevó a cabo el juramento de José I como rey de España, en un acto solemne que tenía como objetivo legitimar su gobierno ante la sociedad española, especialmente ante la élite eclesiástica y nobiliaria. Este tipo de eventos eran clave para Napoleón, ya que buscaba consolidar su dominio sobre el país mediante el apoyo de las principales instituciones, incluida la Iglesia.

Antonio Oliveros era un hombre de fe y de profunda lealtad a la dinastía borbónica y, por tanto, no aceptaba la legitimidad de José I como rey. Su negativa a asistir al juramento de José I en la Real Capilla de San Isidro refleja su postura en contra de la ocupación francesa y el gobierno impuesto por Napoleón.

Como canónigo, Oliveros tenía una alta posición en la Iglesia y un fuerte sentido de fidelidad al rey legítimo, Fernando VII. Aceptar a José I como rey implicaba reconocer la legitimidad de la ocupación francesa, lo cual era algo con lo que no podía estar de acuerdo debido a sus principios. El acto de juramento realizado en la capilla era una forma de que las figuras eclesiásticas y los líderes civiles expresaran su lealtad a José I. Oliveros, al negarse a asistir, estaba mostrando su oposición a la ocupación francesa y su fidelidad a Fernando VII, el rey legítimo. Este acto de desobediencia fue en su momento valiente, ya que mostraba una postura clara contra el régimen impuesto por Napoleón.

En el contexto de la guerra se crearon las Cortes de Cádiz (1810-1812). En 1810 se convocaron las Cortes de Cádiz, una asamblea representativa que se reunió en la ciudad de Cádiz, que aún no estaba ocupada por los franceses, y donde tendría un gran protagonismo Antonio Oliveros. Las Cortes aprobaron una constitución liberal, conocida como la Constitución de 1812, que representaba un avance en la modernización del Estado español, estableciendo una monarquía constitucional y limitando el poder del rey.

En 1810, Oliveros fue elegido diputado para representar a Extremadura en las Cortes de Cádiz. Como liberal, defendió algunos principios claves como la libertad de imprenta, la abolición de privilegios feudales y gremiales, la supresión de la Inquisición y el establecimiento de una monarquía constitucional. Su labor incluyó la participación en varias comisiones importantes, como las de Constitución y Libertad de Imprenta, y firmó la Constitución de 1812, conocida como La Pepa.

Antonio Oliveros Sánchez encajaría dentro de esta corriente de clérigos ilustrados y reformistas que conciliaban su fe religiosa con los ideales de libertad, igualdad y progreso. Su legado es recordado como parte de la lucha por los valores liberales y constitucionales en España durante una época de grandes cambios sociales y políticos.

Los diputados de las Cortes de Cádiz tuvieron un papel fundamental en la elaboración de la Constitución de 1812, un documento que estableció una monarquía constitucional y que marcó el principio de un nuevo orden político en España. Los representantes de Extremadura, como los de otras regiones, participaron activamente en la discusión y redacción de la constitución, defendiendo los intereses y características propias de su región, pero también buscando el bien común de toda la nación, destacando sobremanera Antonio Oliveros, que mostraría una inclinación hacia las ideas más reformistas y liberales, que no solo lo vincularon a las Cortes de Cádiz, sino también a los movimientos de cambio que buscaban modernizar la España del siglo XIX, actuando como secretario en las Cortes gaditanas.











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