miércoles, 3 de octubre de 2018


LA ALBERCA DE TRUJILLO




Del léxico  árabe "Al birka" viene Alberca al lenguaje español. Significa depósito de agua. Además de este significado tiene otros profanos y sagrados, como hemos citado. El uso más importante que tuvo sin excluir otros usos como abrevar, en pilas próximas a su acceso, a caballerías y reses vacunas, fue el utilizar sus aguas mediante conducción subterránea, que va por el actual Hospital, huerta de los Descalzos y el  Zonche (Pavo) a regar  en otros tiempos la alameda de la Plaza de la Encarnación, luego llamada del Mercadillo y hoy de Ruiz de Mendoza y surtir los campos de San Lázaro y de los Prados o Campos de S. Juan. Las dimensiones de la Alberca son: profundidad 12 metros, la anchura del vaso es de 11,05 ms., y su  longitud 11,32 ms.

Está  cavada en roca viva de la mitad hasta lo m s profundo; y del medio a la superficie revestida de fábrica. Se alimenta de aguas por dos manantiales que existen en el fondo al que se baja por  una ancha y bien labrada escalera, que parte desde el nivel, con su barandilla correspondiente toda de cantería. Entre Poniente y Norte hay un relleno como de cinco varas que se corre también hacia el Mediodía, por donde está  la entrada.

A lo largo de la historia se ha utilizado como baño público por sus aguas medicinales, excelentes para la piel y los ojos (conjuntivitis. Tras unos análisis clínicos que hemos tenido la oportunidad de realizar). También ha sido depósito de aguas  árabe para su aprovechamiento en el regadío.
La tradición cita a tres fuentes originales en el mismo lugar "con tres pilitas" que si existieron tan solo queda de ellas la leyenda. A pesar de su nombre  árabe que define perfectamente el uso para baños y riego creemos que fueron los romanos quienes la cerraron canalizando el agua excedente hacia el exterior. Hasta el siglo pasado el agua de La Alberca llegaba extramuros al Campo San Juan sirviendo a los abrevaderos del ganado trashumante y local en aquella encrucijada de Cañadas Reales que sigue siendo Trujillo.  Hoy en día está  vertiendo agua continuamente por el caserío antiguo hacia la huerta del Hospital.

La Alberca nunca se seca en su balsa tradicionalmente se bañan los naturales en verano y en todo tiempo se aprovechan sus aguas para curar infecciones oculares, después del baño la piel queda muy suave siendo una magnifica terapia que aporta su energía al equilibrio corporal y por ello es de primordial importancia cuidar su limpieza con máxima rigidez.

La pieza de cantería que hay tapando su entrada es un sarcófago antropomorfo altomedieval, resto de la vieja necrópolis que rodeaba a la iglesia de San Andrés, titular patrono de Trujillo y seguramente el templo original paleocristiano del que nos queda su torre espadaña construida con restos romanos, corona un ara de esta poca y bien pudiera haber sido un templo pagano pues hay otras l pidas romanas no cristianas con cabecera lunar en su entorno. La torre tuvo entrada exterior cuya puerta adintelada se ve a un lado elevada a poco de un metro sobre la calle.

Al otro lado de La Alberca, tras la torre circular, están los restos de una construcción visigoda, edificio fortificado que seguramente fue el convento‑cuartel de los primeros caballeros de Trujillo "Ordo Militum Turijulia", caballeros de La Torre Julia? que después se unirían al Pereiro, origen de la Orden de Alcántara (entre 1185 que  Alfonso VIII tomó la ciudad y 1196 cuando perdió en la batalla de Alarcos recuperándola el caudillo almohade Ben Yucef, hasta la conquista definitiva de la ciudad el 25 de enero del año 1233).

Alrededor de La Alberca se celebró uno de los primigenios mercados árabes de la zona antigua de Trujillo.


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