ALCÁNTARA. CRUCES DE TERMINO Y CRUCEROS
Municipio
de la provincia de Cáceres, se localiza entre los 39° 43’ de latitud norte y
los 6° 53’ de longitud oeste. Pertenece a la comarca funcional de Cáceres. El
término municipal tiene una extensión de 552 km² y el casco urbano está situado
a 232 m de altura, un término municipal que se asienta sobre la penillanura
cacereña-alcantarina caracterizado oro su monotonía en el paisaje y el
encajamiento del río Tajo.
Fue
una importante población de la que quedan interesantes restos urbanos del
Medievo, por ser una población fronteriza estuvo fortificada: el castillo
dominaba el puente, junto con la denominada “Torre del Oro”, situada en la
orilla opuesta; además de contar con fortificaciones del siglo XVII con
baluartes defensivos sobre el río.
En
su término se ha localizado sepulcros megalíticos y un poblado fortificado de
la Edad del Hierro en “Villavieja del Castillejo de la Orden”, situado en un
meandro del río Jartín, encontrándose en el transcurso de las excavaciones
arqueológicas una necrópolis con tumbas de cremación con a Juárez cerámicos y
armamento fechados en el siglo IV a. C.
la fecha más reciente del asentamiento viene dada por una inscripción en
bronce del 104 a. C., consistente en un tratado entre el Consejo del poblado y
el pueblo romano[1].
Fue
muy importante la presencia romana en la zona, destacando el Puente romano que
cruza el río Tajo, construido en el año 105, según una inscripción en el centro
del puente indica que fue construido en honor al emperador romano Trajano,
nacido en Hispania[2]. La
inscripción dice lo siguiente: "Imp(eratori)· Caesari· Divi.
Nervae·(filii)·Aug(usto)·Pont(ifici)·Max(imo)·trib(unicia)·potest(ate); En
su entrada meridional se deja constancia en otra inscripción de que su
ingeniero fue Cayo Julio Lacer, el mismo arquitecto que también construyó el
arco triunfal y templo votivo in antis de planta rectangular y una sola cámara.
El puente de Alcántara fue construido gracias a los impuestos de siete villas
lusitanas y pretendía unir la calzada de Norba
Caesarina (Cáceres) a Conimbriga (Portugal).
También hemos de destacar las importantes inscripciones romanas, algunas de ellas
honorífica-monumental han sido
localizadas en esta población[3].
Durante
la dominación musulmana existió un poblamiento defensivo que permitía controlar
el interesantísimo puente romano, uno de los pasos que comunicaba los
territorios del norte y del sur del Tajo, muy utilizado para el desplazamiento
de soldados y ganado. Abdalla Mohamed “El Idrisi” en su obra, denomina a
Alcántara como “La maravilla del mundo”, debido a que durante la dominación
musulmana era una de las plazas más apetecidas, a causa de su posición
estratégica y por la solidez de su baluarte defensivo[4].
Este
baluarte defensivo requirió importancia cuando los cristianos ocuparon la Transierra,
a partir del siglo XII, disputaron a los árabes la estratégica fortaleza. En el
año 1143 fue conquistada por el rey Alfonso XII, volviéndose a perder y
recuperándola en el año 1166 el rey Fernando II de León y se la entregó a la
Orden de San Juan, la cual no pudo retenerla y volvió a caer en poder musulmán.
En el año 1213 fue conquistada definitivamente por Alfonso IX de León. La villa
fue entregada a los caballeros de San Julián, los cuales trasladaron aquí su
convento mayor y adoptaron el nombre de Orden de Alcántara.
El 2
de marzo de 1476, tras las batallas de Toro y Albuera, se eligió esta villa
fronteriza para negociar la paz entre los Reyes Católicos y Alfonso V de
Portugal. Aquí se diseñaron los preliminares de la paz y se redactó el tratado,
firmado posteriormente en Alcaçovas el 4 de septiembre del mismo año; por el
cual, Alfonso V y Juana la Beltraneja dejaban de titularse reyes de Castilla y,
en reciprocidad, los Reyes Católicos renunciaban a todas sus pretensiones en el
reino de Portugal[5].
En el año 1499 nació en esta localidad Juan Garavito Villela de Sanabria,
conocido como San Pedro de Alcántara, que alcanzaría una enorme dimensión
testimonial y evangélica. El Papa Juan XXIII le proclamó patrono de Extremadura
en el año 1962[6].
Alcántara
sufrió mucho durante la guerra de la Independencia en la primavera de 1809. El
general Lapiche entró en la población y la saqueó e incendió[7]. La reforma administrativa
liberal mantuvo a este municipio como cabeza de partido judicial, eminencia que
alcanzaría bajo la Restauración al considerarla distrito electoral.
A
finales de los años 60 del siglo XX la compañía eléctrica de Iberdrola
construyó un embalse con sus 90 km de longitud, acaparar 3.177 metros cúbicos,
lo que supone 500 litros de agua por cada habitante del planeta Tierra, siendo
uno de los mayores de Europa y el segundo de producción de energía eléctrica de
España.
1.- Cruz de La Batalla
A
tan solo 4 km del término municipal de Alcántara y con unas vistas
privilegiadas al pantano del rio Tajo y el Puente Romano, se encuentra la Finca
La Batalla. Una de las Fincas de
recreo más representativas de la zona y que da nombre a la Cruz que se alza en
sus inmediaciones. Son frecuentes
las cruces en las bifurcaciones próximas a las poblaciones, que eran
aprovechadas para encomendarse al iniciar el camino o para dar gracias al
finalizar el trayecto. Del acto de arrodillarse o humillarse ante la cruz deriva
el vocablo humilladero con el que se designan las cruces y el entorno en que se
levantan. Unas veces fueron los concejos quienes costearon la erección de
cruces, pero por lo general fueron los particulares o las cofradías locales
quienes acudieron a levantarlas como una obra más de misericordia. La
cruz está situada en la salida al antiguo camino a Zarza. Es una cruz
relativamente moderna de base cuadrangular, de granito, con amplios brazos y
elevada sobre una base rectangular de cantería rebajada por los extremos, sin
decoración adicional. El graderío circular que la rodeaba ha desaparecido,
aunque quedan algunos restos.
II.-
Crucero en la ermita de Ntra. Sra. de los Hitos
La ermita de los Hitos
se encuentra a 3 km. al sureste de la población. En la explanada de la ermita
de los Hitos se conserva un magnífico crucero. Es importante destacar que hito, en la mayoría de los casos hace
referencia a piedra hincada, miliario..
El cronista de la Orden, Frey Alonso
Torres y Tapias, indica que ya existía en 1235[8]. A finales del siglo
XIV el maestre Yáñez de la Barbuda fue aconsejado por Yago, ermitaño de la
Virgen, para que emprendiera una cruzada con el fin de recuperar Granada de
manos infieles. Barrantes Maldonado[9], apunta que a finales
del siglo XIV se reformó la antigua ermita por otra "de nueva cantería
pues la anterior era de mampuesto. Esta obra finalizó el 15 de abril de
1402". Las costas de la reconstrucción fueron sufragadas por el Concejo de
Alcántara, devotos de la Virgen y los bienes de la ermita.
Tras las guerras con Portugal la ermita
fue destruida al explotar un polvorín instalado en ella. No se vuelven a tener
noticias hasta 1768, año en que se reedificó en el mismo enclave. El patronazgo
de Nuestra Señora de los Hitos siempre lo ostentó el concejo de Alcántara, que
nombraba mayordomo todos los años. Éste mayordomo administraba sus rentas y
daba cuentas al término de su mandato.
El crucero posiblemente
date del año 1768, aunque no hay inscripción que lo confirme ni datos en los
libros de la Cofradía de Ntra. Sra. de los Hitos, pero la tipología de la cruz
corresponde a ese período. Se alza sobre un graderío circular de tres escalinatas
de cantería, con fuste cilíndrico y rematado en capitel fasciculado sobre el
que se apoya una cruz muy deteriorada. La
cruz, como señal del cristiano, aunque a veces se haga por costumbre, se sigue
utilizando por algunas personas piadosas, más o menos practicantes, pero
siempre confiadas en el rito y en el símbolo. En definitiva, el resultado final es la
construcción de una ermita en una encrucijada, o junto a un camino, con una
cruz en su frente levantada sobre un podio escalonado que servía para reposo
del viajero y la plegaria. Las cruces erguidas en la segunda mitad del siglo
XVIII tienen la particularidad de que la escala de la cruz se reduce y los
brazos se tornean imitando labores de orfebrería: son la traducción en piedra
de las cruces procesionales barrocas.
[1] ONGIL VALENTÍN,
M. I.: “Excavaciones arqueológicas en el poblado prerromano de Villavieja del
Castillejo de la Orden (Alcántara, Cáceres) 1ª Campaña”. Extremadura Arqueológica, I. Mérida, 1988, pp. 103- 108.
[2] ARIAS DE
QUINTANADUEÑAS, J: Antigüedades y santos
de la noble villa de Alcántara. Madrid, 1661, ed. de 1852 (Madrid).
[3] CORRALIZA, V. J:
“El puente de Alcántara”, Revista de
Estudios Extremeños, 30, 1, Badajoz, 1974, pp. 153- 171; GIMENO, H: “La
inscripción del dintel del templo de Alcántara”. Epigraphica, 57, 1995, pp.
87-145; ABASCAL PALAZÓN, J. M: Los
nombres personales en las inscripciones latinas de Hispania, Murcia, 1994,
p. 284; VIU, J: Extremadura, sus inscripciones y monumentos. Madrid, 1852, p. 57;
HURTADO DE SAN ANTONIO, R: Corpus
Provincial de inscripciones latinas, Cáceres. Cáceres, 1977, pp. 50-56;
MÉLIDA, J. R: Catálogo Monumental de
España. Provincia de Cáceres. Madrid, 1924, tomo II, pp. 118-138.
[4] Abū Abd Allāh Muhammad al-Idrīsī, fue
un cartógrafo, geógrafo y viajero musulmán que vivió y desarrolló la mayor
parte de su obra en la corte de Roger II, establecida en Palermo. Su obra
recopilar una cantidad de información geográfica e histórica incomparable.
[5] CISNEROS DE
LINDE-TORRE, A: Síntesis, historia y fe
en Alcántara. Alcántara, 1989; VILLARROEL ESCALANTE, J. J.:
Alcántara, puente y frontera. Núm. 47:
ERE. Mérida, 1991.
[6] ANDRES ORDAX, S: Arte e iconografía de San Pedro de Alcántara.
Diputación Provincial de Avila, Institución Gran Duque de Alba. Avila, 2002;
BARRADO, ARCANGEL: San Pedro de Alcántara.
Madrid, 1965; GONZALEZ RAMOS, V: Biografía de San Pedro de Alcántara.
Plasencia, Gráficas Sandoval, 1982.
[7] ALONSO
PLANCHUELO, S: Temas de Historia de
Alcántara. Alcántara, 1986; CISNEROS
MONTEMAYOR, A: Alcántara ante la
historia, glorias extremeñas. Diputación Provincial de Cáceres, 1975.
[8] Lic. Frey D. Alonso de Torres y
Tapia: Cronica de la Orden de Alcantara.
Impresa de orden del Rey N. S.or a consulta de su real y supremo consejo de las
Órdenes Militares. Imprenta de Gabriel Ramírez, Madrid, 1763, p. 155 y 278.
[9] B.N.E.
Mss.-17.996. Noticias de Alcántara escritas por Pedro Barrantes Maldonado en
1572, recogidas y anotadas en 1722 por don Fabián de Cabrera y Barrantes
fol. 6.
No hay comentarios:
Publicar un comentario