La ermita de
Santiago de Bencáliz
La
Tierra de Cáceres o Jurisdicción de Cáceres, es una comarca histórica situada
al Sur de la Provincia de Cáceres, en la Comunidad Autónoma de Extremadura.
Recibe el nombre de su capital, la ciudad de Cáceres. Esta tierra ocupa una
buena parte de la penillanura trujillano-cacereña. Es una superficie casi
plana, sólo accidentada por la sierra de Cáceres, en el centro, y la Sierra de San
Pedro en el sur. Esta tierra está surcada por el río Salor y su afluente el río
Ayuela, mientras que
su borde noroccidental
lo recorta el río Tamuja
hasta desembocar en el río
Almonte. Nos encontramos ante
terrenos llanos de la penillanura, sólo los arcillosos, pizarras y granitos,
con tierras esencialmente dedicadas al cultivo o a la ganadería, y afloraciones
rocosas típicas del paisaje de berrocal.
La
ermita de Santiago de Bencáliz o de Vencáliz, se encuentra en el partido
judicial y término municipal de Cáceres, entre Aldea del Cano y Casas de Don
Antonio, es esencialmente una fortaleza, que perteneció al Marqués de Santa
Marta y, posteriormente, a la Duquesa de Valencia, procedente por herencia, de
la casa de los Golfines. Aparece recogido en el Fuero que dio a Cáceres su
conquistador donde se le menciona como Atalaya de Vencaliz y después del
apóstol Santiago. Según Roldán Hervás,
en este lugar estuvo ubicada Sorose
(primera mansión de la vía militar que iba desde Mérida a Salamanca),
mencionada en el Itinerario de
Antonino, habiéndose localizado en la zona restos romanos de la villa o
asentamiento romano rural existente o mansio
Ad Sorores, habiéndose localizado la
presencia de mosaicos, restos de cerámica y pinturas murales romanas, así como
en la edificación medieval próxima el miliario XXVII, en las campañas de
excavaciones dirigidas por el profesor Enrique Cerrillo entre los años 1975 y
1978 , el cronista Floriano Cumbreño señaló que sobre las ruinas de la mansión
romana el árabe Aben Valis construyó una atalaya o fuerte que junto a él se
ubica, propiedad que aparece en la Edad Media donde siglos antes se asentaba la
villa romana de Bencáliz, próxima ésta a su vez se encuentra la mansio Ad Sorores, que acogía a los
viajeros que desde Emérita Augusta partían hacia el Norte tras 26 millas de
viaje dejando atrás la capital de la Lusitania.
Al
igual que la mencionada quinta, que ha visto cómo desde la dominación romana
diversas familias hacían de estas tierras su hogar, transformando los edificios
que allí se asentaban según las épocas y necesidades, el Puente de Santiago se
ha visto también transformado desde
que en un
primer momento se
concluyera que en
ese punto debería levantarse tal
obra de ingeniería, salvando así no sólo las aguas del arroyo Santiago, que
bajo él pasa. Muy cercano está el puente romano-medieval de Santiago de
Bencáliz toma su nombre de la dehesa y casa fuerte.
Es
así por lo que, en el medievo, y tras la Reconquista de la región, mientras que
la Casa fuerte de Bencáliz, obra del siglo XV, recuperaba la ermita de Santiago
que allí perdura (en muy mal estado de conservación), construida sobre las bases
de una antigua
residencia romana, el
Puente de Santiago
se veía transformado
y restaurado. Respetándose el ojo
inicial e individual, con arco de medio punto compuesto a base de repetidos
sillares graníticos, se alargó su trazado añadiéndole dos nuevos aliviaderos
cuadrangulares, uno a cada lado del ojo central, reconstruyéndose el pretil y
reformándose la calzada hasta alcanzar un ángulo agudo en su punto medio,
solución arquitectónica propia de los puentes del medievo.
Nos
encontramos, por tanto, en un importante lugar de asentamientos existentes
desde la antigüedad. El sacerdote Benito
Boxoyo nos refiere
lo siguiente: “Hay
una iglesia muy
capaz dedicada al Apóstol Santiago, el Mayor; en ella se
advierte el asiento del púlpito y la Cruz
parroquial, que usaban
en las procesiones, es
de bronce, formada
de labores salomónicas y
lazos. En el
recinto de esta
iglesia se descubren piedras
labradas de cantería,
cimientos de casas, ladrillos
gruesos y, particularmente, se ve el cimiento de un edificio de cerca de 20
varas en cuadro de cada lienzo y cuatro varas de grueso; puede conjeturarse
fuese la atalaya de Vencáliz, que el rey don Alonso, conquistador de Cáceres,
nombra, señalando los términos que concedió, según consta del libro de sus
privilegios. La casa tiene dos muy antiguas y fuertes torres; en uno de sus
portados está una piedra de finísimo alabastro con varias labores, semejantes a
las del templo de Marte, que conserva Mérida, tiene de largo más de tres varas
y dos tercias de grueso en cuadro. Entre dos arcos de un portal está en una
piedra en figura cilíndrica, en que se ven varios caracteres romanos”.
Se
trata de una construcción del siglo XV, en muy mal estado de conservación.
Consistente en una ermita de una sola nave, dividida en dos tramos por un muro
transversal que divide la capilla mayor o ábside semicircular del resto del
templo, aún conserva sus arcos triunfales y los restos de una basílica visigoda
que se encontraba anexa a esta edificación posterior, cuyos muros fueron
reaprovechados para la ermita del siglo XV, e incluso habiéndose utilizado los
restos de edificios romanos anteriores como piedras de acarreo para la
construcción de una buena parte de la ermita, tal y como se puede comprobar por
los sillares existentes, incluso dos
inscripciones romanas, una de ellas situada en el actual Altar Mayor.
Destaca una puerta en arco de medio punto de sillería ornamentada con las bolas
o bezantes. Aún se percibe algún resto de pintura al fresco que decoró los
muros del interior de la ermita y los dos altares situados a ambos lados de la
ermita, así como el mayor que estuvo presidido por la imagen del Crucificado,
tal y como puede comprobarse en la actualidad, a pesar de encontrarse en muy
mal estado de conservación.
En
el año 1550, la ermita fue favorecida por mandas testamentarias de los vecinos
de Aldea del Cano: “Ytem mando a la
yglesia de Sant Martín medio rreal y mando a Santiago de Bencaliz e a Sant
Yuste y a Santa María de Graçia e a San Juan Hevanjelista questá en el
Alguijuela a cada una dos maravedís para azeyte”.
En
el año 1790 cuando se lleva a cabo la Visita de la Real Audiencia de
Extremadura, aún se celebraba culto en la ermita, se indica que depende de la
parroquia de Aldea del Cano y que habría de celebrarse misa todos los días
festivos hasta completar veinticuatro a partir de San Andrés.
Esta
ermita recibe a los vecinos de Casas de Don Antonio en la fiesta dedicada a
Santiago. La imagen titular de Santiago
se encuentra actualmente en la ermita de la Virgen del Pilar de Casas de Don
Antonio. Se celebra el 1 de Mayo, en la finca de Santiago de Bencáliz, y que se
sitúa a mitad de camino de Cáceres con la vecina localidad de Aldea del Cano
por la N-630.
La
noche anterior a la romería, se celebra en la Ermita de la Virgen del Pilar una
velada, coincidiendo con el último
día del novenario,
pasando posteriormente a
formar parte de
la celebración de
bailes amenizadas por
las verbenas. En la mañana del 1 de Mayo se celebra la procesión
portando los romeros y romeras la imagen de Santiago a caballo, tanto a la ida
como a la vuelta, desde el pueblo hasta la finca de Bencáliz a través de la Nacional 630. En
este lugar se pasa un día agradable de campo acompañados por una verbena que
ameniza los bailes realizado por las personas del pueblo y alrededores. Finaliza la Romería con la vuelta del Santo a
la ermita, donde se le despide con bailes regionales.
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