miércoles, 7 de mayo de 2025

 

La ermita de Santiago de Bencáliz  

 

La Tierra de Cáceres o Jurisdicción de Cáceres, es una comarca histórica situada al Sur de la Provincia de Cáceres, en la Comunidad Autónoma de Extremadura. Recibe el nombre de su capital, la ciudad de Cáceres. Esta tierra ocupa una buena parte de la penillanura trujillano-cacereña. Es una superficie casi plana, sólo accidentada por la sierra de Cáceres, en el centro, y la Sierra de San Pedro en el sur. Esta tierra está surcada por el río Salor y su afluente el río Ayuela,  mientras  que  su  borde  noroccidental  lo  recorta  el  río  Tamuja  hasta  desembocar  en  el  río  Almonte.  Nos encontramos ante terrenos llanos de la penillanura, sólo los arcillosos, pizarras y granitos, con tierras esencialmente dedicadas al cultivo o a la ganadería, y afloraciones rocosas típicas del paisaje de berrocal.

La ermita de Santiago de Bencáliz o de Vencáliz, se encuentra en el partido judicial y término municipal de Cáceres, entre Aldea del Cano y Casas de Don Antonio, es esencialmente una fortaleza, que perteneció al Marqués de Santa Marta y, posteriormente, a la Duquesa de Valencia, procedente por herencia, de la casa de los Golfines. Aparece recogido en el Fuero que dio a Cáceres su conquistador donde se le menciona como Atalaya de Vencaliz y después del apóstol Santiago. Según  Roldán Hervás, en este lugar estuvo ubicada Sorose (primera mansión de la vía militar que iba desde Mérida a Salamanca), mencionada en el Itinerario de Antonino, habiéndose localizado en la zona restos romanos de la villa o asentamiento romano rural existente o mansio Ad Sorores, habiéndose localizado la presencia de mosaicos, restos de cerámica y pinturas murales romanas, así como en la edificación medieval próxima el miliario XXVII, en las campañas de excavaciones dirigidas por el profesor Enrique Cerrillo entre los años 1975 y 1978 , el cronista Floriano Cumbreño señaló que sobre las ruinas de la mansión romana el árabe Aben Valis construyó una atalaya o fuerte que junto a él se ubica, propiedad que aparece en la Edad Media donde siglos antes se asentaba la villa romana de Bencáliz, próxima ésta a su vez se encuentra la mansio Ad Sorores, que acogía a los viajeros que desde Emérita Augusta partían hacia el Norte tras 26 millas de viaje dejando atrás la capital de la Lusitania.

Al igual que la mencionada quinta, que ha visto cómo desde la dominación romana diversas familias hacían de estas tierras su hogar, transformando los edificios que allí se asentaban según las épocas y necesidades, el Puente de Santiago se ha visto también transformado desde  que  en  un  primer  momento  se  concluyera  que  en  ese  punto debería levantarse tal obra de ingeniería, salvando así no sólo las aguas del arroyo Santiago, que bajo él pasa. Muy cercano está el puente romano-medieval de Santiago de Bencáliz toma su nombre de la dehesa y casa fuerte.

Es así por lo que, en el medievo, y tras la Reconquista de la región, mientras que la Casa fuerte de Bencáliz, obra del siglo XV, recuperaba la ermita de Santiago que allí perdura (en muy mal estado de conservación), construida sobre  las bases  de  una  antigua  residencia  romana,  el  Puente  de  Santiago  se  veía  transformado  y  restaurado. Respetándose el ojo inicial e individual, con arco de medio punto compuesto a base de repetidos sillares graníticos, se alargó su trazado añadiéndole dos nuevos aliviaderos cuadrangulares, uno a cada lado del ojo central, reconstruyéndose el pretil y reformándose la calzada hasta alcanzar un ángulo agudo en su punto medio, solución arquitectónica propia de los puentes del medievo.

Nos encontramos, por tanto, en un importante lugar de asentamientos existentes desde la antigüedad. El   sacerdote   Benito   Boxoyo   nos   refiere   lo siguiente:  Hay  una  iglesia  muy  capaz  dedicada  al Apóstol Santiago, el Mayor; en ella se advierte el asiento del  púlpito  y  la  Cruz  parroquial,  que  usaban  en  las procesiones,   es   de   bronce,   formada   de   labores salomónicas  y  lazos.  En  el  recinto  de  esta  iglesia  se descubren  piedras  labradas  de  cantería,  cimientos  de casas, ladrillos gruesos y, particularmente, se ve el cimiento de un edificio de cerca de 20 varas en cuadro de cada lienzo y cuatro varas de grueso; puede conjeturarse fuese la atalaya de Vencáliz, que el rey don Alonso, conquistador de Cáceres, nombra, señalando los términos que concedió, según consta del libro de sus privilegios. La casa tiene dos muy antiguas y fuertes torres; en uno de sus portados está una piedra de finísimo alabastro con varias labores, semejantes a las del templo de Marte, que conserva Mérida, tiene de largo más de tres varas y dos tercias de grueso en cuadro. Entre dos arcos de un portal está en una piedra en figura cilíndrica, en que se ven varios caracteres romanos”.

Se trata de una construcción del siglo XV, en muy mal estado de conservación. Consistente en una ermita de una sola nave, dividida en dos tramos por un muro transversal que divide la capilla mayor o ábside semicircular del resto del templo, aún conserva sus arcos triunfales y los restos de una basílica visigoda que se encontraba anexa a esta edificación posterior, cuyos muros fueron reaprovechados para la ermita del siglo XV, e incluso habiéndose utilizado los restos de edificios romanos anteriores como piedras de acarreo para la construcción de una buena parte de la ermita, tal y como se puede comprobar por los sillares existentes, incluso dos  inscripciones romanas, una de ellas situada en el actual Altar Mayor. Destaca una puerta en arco de medio punto de sillería ornamentada con las bolas o bezantes. Aún se percibe algún resto de pintura al fresco que decoró los muros del interior de la ermita y los dos altares situados a ambos lados de la ermita, así como el mayor que estuvo presidido por la imagen del Crucificado, tal y como puede comprobarse en la actualidad, a pesar de encontrarse en muy mal estado de conservación.

En el año 1550, la ermita fue favorecida por mandas testamentarias de los vecinos de Aldea del Cano: “Ytem mando a la yglesia de Sant Martín medio rreal y mando a Santiago de Bencaliz e a Sant Yuste y a Santa María de Graçia e a San Juan Hevanjelista questá en el Alguijuela a cada una dos maravedís para azeyte”.

En el año 1790 cuando se lleva a cabo la Visita de la Real Audiencia de Extremadura, aún se celebraba culto en la ermita, se indica que depende de la parroquia de Aldea del Cano y que habría de celebrarse misa todos los días festivos hasta completar veinticuatro a partir de San Andrés.

Esta ermita recibe a los vecinos de Casas de Don Antonio en la fiesta dedicada a Santiago.  La imagen titular de Santiago se encuentra actualmente en la ermita de la Virgen del Pilar de Casas de Don Antonio. Se celebra el 1 de Mayo, en la finca de Santiago de Bencáliz, y que se sitúa a mitad de camino de Cáceres con la vecina localidad de Aldea del Cano por la N-630.

La noche anterior a la romería, se celebra en la Ermita de la Virgen del Pilar una velada, coincidiendo con el último  día  del  novenario,  pasando  posteriormente  a  formar  parte  de  la  celebración  de  bailes  amenizadas  por  las verbenas. En la mañana del 1 de Mayo se celebra la procesión portando los romeros y romeras la imagen de Santiago a caballo, tanto a la ida como a la vuelta, desde el pueblo hasta la finca  de Bencáliz a través de la Nacional 630. En este lugar se pasa un día agradable de campo acompañados por una verbena que ameniza los bailes realizado por las personas del pueblo y alrededores.  Finaliza la Romería con la vuelta del Santo a la ermita, donde se le despide con bailes regionales.










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