miércoles, 13 de diciembre de 2017

ESTUDIO HISTORICO ARTISTICO DE LA PILA BAUTISMAL DE HUERTAS DE ÁNIMAS



Huertas de Animas es una aldea de Trujillo situada a dos kilómetros de dicha ciudad. Los únicos restos medievales que quedan en la zona son tumbas antropomorfas fechables en el siglo VII d.C. En 1466, en los prados de Santa Catalina los frailes dominicos construyeron un convento. Estos frailes enseñaron a los campesinos a rezar el santo rosario, y con gratitud de venerado recuerdo por los muertos. El amor de estos vecinos a la Virgen del Rosario y su interés por las almas del Purgatorio, fueron alto exponente de la fe católica de estos devotos, prevaleciendo la piedad del sufragio y dando al arrabal el nombre de Huertas de Animas[1]. Es indudable que entre ellos había gran estimulo a la devoción de las Animas como agradecimiento a quienes les proporcionaba trabajo y sustento. Por esto y por la razón antes apuntada, al erigirse una ermita en el ruedo de las Huertas para servicio espiritual de los colonos, se dedicó a las Animas Benditas del Purgatorio, tal y como denota el cuadro de Animas del siglo XIX  colocado frente a la puerta de entrada de la iglesia. Ese cuadro conmemora el suceso, pero lo curioso en el cuadro, es que la Virgen no tiene en sus manos el escapulario como es propio en los cuadros de Ánimas, sino que aparece en el purgatorio con su divino niño en los brazos y teniendo en las manos el Santo Rosario, y este es otro dato importantísimo para conocer bien la nota religiosa del pueblo.
La iglesia de Santo Domingo, cuyas ruinas se ven junto al castillo, sirvió bastante tiempo de parroquia a los huertanos, entre ellos estuvo muy arraigada la devoción del rosario, y sin duda al erigir el altar de Ánimas para la ermita, quisieron reunir las dos devociones en una, y poner a los difuntos bajo la protección de la Virgen del Rosario. Y está el principio de la Cofradía que tanto renombre a dado al pueblo y que tan extendida está entre sus vecinos; porque la cofradía no es otra cosa que una hermandad de sufragios mutuos bajo la tutela de la Santísima Virgen del Rosario[2]. Asistían al culto litúrgico en la iglesia parroquial de Santo Domingo, hasta que en 1803 se erigió en Parroquia. El 26 de junio de 1803 se celebró la fiesta del Santísimo Sacramento en la iglesia, quedando erigida en parroquia, siendo su primer ecónomo Fray Francisco de Garrovillas, predicador religioso descalzo y  morador del convento de la Magdalena, en la ciudad de Trujillo. El Sr. Obispo de Plasencia la agregó como dotación de su fábrica, los diezmos que, la derruida iglesia de la Vera Cruz de Trujillo, percibía de la Cillas de Trujillo, Abertura, La Cumbre, Ibahernando, Ruanes, Torrecillas, Sierra de Madroñera y del Pago; sumaron éstos  el primer año de la adjudicación, que fue en 1817, sesenta fanegas de trigo, nueve de cebada, doce de centeno y cuatro de avena, que se vendieron, el trigo a cuarenta reales, cebada y centeno veinticuatro y la avena a once. La iglesia de Huertas de Animas empezó a adquirir lo necesario para los actos litúrgicos, de hecho, en la Visita Pastoral realizada en 1817 se menciona la pila bautismal así como dos cálices y caja portaviático de plata, procedentes de la iglesia de la Vera Cruz – aunque hay que hacer constancia que los bienes muebles de la clausurada iglesia se habían trasladado a la cercana parroquia de San Andrés –según la existencia de un inventario- en el mismo no se cita la pila bautismal[3], en dicha Visita ordena el Sr. Obispo que se construya el coro alto de la iglesia[4]. Por entonces se empezaron a construirse los cementerios dejando de enterrar los cadáveres en la iglesia y en sus atrios, como venía haciéndose desde los primeros tiempos; aquí se enterraba desde la fundación de la parroquia, en el atrio de la ermita, comprendido entre la huerta y el ábside o sea lo que fue la sacristía hasta hace dos años y hoy corresponde a la capilla de la Virgen y dependencias; antes de 1803 los cadáveres se llevaban a Trujillo, pero al fundarse la parroquia se levantó un muro en aquella parte del atrio quedando un pequeño cementerio adosado a la pared de la iglesia, y otro entre dos estribos, para el osario en el lado opuesto; durante 20 años, estos fueron los cementerios de pueblo, hasta que en 1822, con la prohibición, de enterrar en las iglesias se construyó el cementerio actual en  terrenos que eran, una parte de la propiedad de la iglesia (cerca del pajar) y otra adquirida por el municipio: en el reparto que este hizo para el cementerio de la ciudad, correspondió a esta iglesia 12 reales y 5 maravedíes[5].  El 9 de agosto de 1822 la población consiguió su autonomía respecto a Trujillo[6].  
La iglesia parroquial de San José es un edificio de comienzos del siglo XIX, construido en el solar de la primitiva ermita que ya existía en Huertas[7], que ha experimentado diversidad de reformas y adiciones, buena parte de las cuales corresponden al siglo XX[8].     La fábrica es de mampostería, parcialmente enlucida y blanqueada. Consta de una nave con transepto y cuatro capillas adosadas al lado del Evangelio. Las cubiertas de la nave y brazos del crucero son de cañón con lunetos, sustentada sobre arcos de medio punto que arrancan de pequeñas pilastras prismáticas; el crucero se cierra con cúpulas sobre pechinas, y  las capillas laterales y bautismal mediante bóvedas de medio cañón. En este espacio litúrgico se encuentra la pila bautismal de taza semiesférica lisa de granito con fuste semicilíndrico, aún conserva los enjarjes de hierro para colocar el tape o cobertor. La rudeza o el deterioro de muchas de las pilas bautismales estudiadas han dificultado la interpretación de sus decoraciones, generalizándose la idea de la carencia de significaciones o del cripticismo de las mismas. Curiosamente, en la pila de Huertas se le ha sido esculpido a cincel un número, el 6. No existe una fecha completa que pueda datarnos esta pila, por tanto, el número es independiente. Los números son la clave de las leyes armónicas del cosmos, por lo tanto, símbolos de orden cósmico divino. El número Seis es la suma de los tres primeros números: 1 + 2 + 3. Representa la cualidad amorosa en la creación, la armonía y el equilibrio. Simbólicamente, aparece como la estrella de seis puntas del sello de Salomón, o escudo de David, constituido por la fusión armónica de dos triángulos, uno con el vértice hacia arriba y el otro hacia abajo: lo masculino y lo femenino, el fuego y el agua. Curiosamente, la pareja humana fue creada por Dios, según el Génesis, en el día seis. El Seis es la vibración de Venus, amor y belleza; en música, la nota La, en geometría, el hexágono. Es también la atracción y oposición del mundo humano versus el divino, guiado por el amor, como en el antiguo emblema hermético: «como es arriba es abajo». Esta pila bautismal procede de la iglesia extinta de la Vera Cruz de Trujillo.






[1] Datos en 1443 de Huertas en el Archivo Municipal de Trujillo, 2-9, folio 2.1-1-8-1.
[2] La Cofradía del Rosario se erigiría el 14 de febrero de 1886, por el representante de los dominicos Fray José María Larroca. Vid. CURIEL, E: Pueblo de Huertas. 2004 Una carta que procedía de Roma nos daba respuesta a la petición. En ella se nos indicaba una serie de obligaciones anuales, relacionadas con la celebración de nuestra Virgen del Rosario: "Todos los años debía celebrarse en la parroquia la fiesta del santísimo Rosario y tendría que hacerse el 1º domingo de octubre.. todo ello obedecía a lo mandado y establecido por Gregorio XIII como conmemoración de la victoria alcanzada en ese mismo día, contra los turcos, mediante las súplicas de los hermanos de esta asociación y según piadosamente creemos, por el auxilio e intersección de la misma Bienaventurada Virgen María".

[3] Se citan “un retablo mayor con seis cuadros pintados de pincel, dos laterales con un cuadro de Nuestra Señora y otro de San Simón; otro en el cuerpo de la iglesia con un cuadro de San Juan Bautista, otro con una imagen de Nuestra Señora del Puerto; dos cuadros, uno de la Virgen y otro de San Francisco Javier; otro retablo en capilla aparte dorado y pintado con un cuadro de Nuestra Señora de la Antigua; varias lámparas de plata, custodia, cálices y otro menaje de culto” Inventario citado por don Clodoaldo Naranjo. Vid. NARANJO ALONSO, Trujillo y su tierra, op. cit. TENA FERNANDEZ, J: Trujillo histórico y monumental, op. cit., p. 544.  La iglesia de San Andrés quedó suprimida en 1842.
[4] Importó la obra 5.470 reales y se gastaron 190 arrobas de cal a 3 reales; 7.000 ladrillos a 14 reales; 184 cargas de agua y cinco de pizarras: los jornales se pagaron a 10 reales; la escalera de piedra de la subida, importó 210 reales, y el carpintero llevó por la baranda 400, y el herrero 61, por la herramienta y la cruz de la pila del bautismo: no eran malos precios para aquellos precios.

[5] Importante los datos que nos aporta don Ambrosio Tejado. Papeles inéditos.
[6] «La Diputación Provincial de Cáceres con fecha 9 del corriente, dice a este Ayuntamiento que con vista del expediente formado a instancia de Don José Antonio Fernández y demás moradores de Huertas de Animas, arrabal de esta Ciudad, sobre que se le declare comprendidos en el Art. 310 de la Constitución y por consiguiente separado de ella a la que actualmente pertenece, en cuyo expediente informó este Ayuntamiento lo que tuvo por conveniente en sesión de 18 de julio último, decreto lo que sigue: Establézcase ayuntamiento desde luego en el arrabal de Animas de la ciudad de Trujillo; dese inteligencia de esta Resolución al Sr. Jefe Político para que la lleve a efecto; y en cuanto al señalamiento del término y Propios con que sostener las cargas municipales, informen los recurrentes».

[7] Ermita  del arrabal de Huertas de Animas, página 831 y Cofradía de las Animas, página 606. En el Catastro del Márques de la Ensenada 12-agosto-1753. También, hay referencias a la ermita en el Interrogatorio de la Real Audiencia, página 827 18º. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido Trujillo (1791). Tomo.3; Interrogatorio de la Real Audiencia, página 830 23º. Extremadura a finales de los tiempos modernos. Partido de Trujillo (1791). Tomo 2. Numerosas referencias a la ermita encontramos en los documentos inéditos de don Ambrosio Tejado  “Lo que hoy es iglesia parroquial, era por el años 1.780 una pequeña ermita bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, de Huertas de Animas; así reza los papeles de aquel tiempo, aunque después,  al constituirse en parroquia en 1.803, nos digan otros libros que quedó bajo la advocación de San José, cuyo titulo había llevado hasta entonces. La ermita estaba reducida al espacio hoy comprendido entre la capilla del Santísimo Cristo y el sitio que ocupaba el púlpito: en ella oían misa los vecinos del arrabal, cuyo número era bastante inferior a lo que hoy es; entonces no existían los barrios de la iglesia, plaza, altozano, y lancha nueva; el barrio de arriba era muy reducido, y el pueblo estaba formado por grupos pequeños de casas, casi todas de humilde aspecto; grupos diseminados por todo el perímetro actual siendo los más poblados los barrios santo y llano, obispo y lancha vieja, calvario y vallehermoso, algo de plaza y regajo”, “Los bienes que poseía eran propios de la devoción de animas, y figuran en los libros de cuentas: la cerca del ladrillar, la de partijas, la machorrilla, la cerca larga, la de talaván, la de la lancha, la del pajar (donde está el campo santo), corral de la zamorana, de la encinilla, de la pedregosa o del Cristo, de vallehermoso, corral y pajar de la marquesa de Santa Marta, casa de vallehermoso, del regajo y del barrio de arriba. Todo los años, al contar desde el 15 de agosto, nombraba el párroco de Santo Domingo un mayordomo de la ermita entre los vecinos, que eran encargados de cobrar las rentas y recaudar lismonas y donativos, y al propio tiempo de pagar los gastos de culto y reparaciones, representando en cada año las cuentas para su aprobación y del cuidado de limpieza y aseo de la ermita. a excepción de la festividad de la Asunción, el 15 de agosto que, era la principal, y a la que solía bajar el párroco y sacristán de Santo Domingo, para la demás fiestas y domingos, así como los muchos días que en ella se decía misa, venían los franciscanos descalzos del convento derruido de la Magdalena. Se decía misa todos los días de precepto y misa temprana en tiempo de cosecha; todavía en 1.816, siendo parroquia hacía 12 años, aparece un recibo del padre guardián de los descalzos, de 87 misas de alba a 10 reales de lismona; cuyas misas de alba se pagaban entre los vecinos y la fábrica de la iglesia; los domingos de cuaresma, por la tarde, había sermón (que llamaban vespertinas), y al padre que venía a predicar le proporcionaba una caballería mayor el camino, así como era costumbre dar todos los años dos carros de leña al convento para el capellán que bajaba a decir misa. las fiestas principales eran: la Asunción de la Virgen con vísperas y responsos. Dos ofertorios, el de la Virgen en Agosto y del Niño, el día de la Cruz; dos aguirnaldos, el de los casados el día de Reyes y el de los mozos en Navidad; es decir, que ellos recaudaban los mozos o casados la lismona para esas devociones y siempre figuraban en las cuentas del mayordomo; así por ejemplo, el año 1.796 se recaudó en el ofertorio de agosto 515 reales; en el Niño, 170; en los aguirnaldos, 186; además, en los días festivos se subastaban a la puerta de la ermita, junto a un álamo donde hoy es la escalera del atrio, las ofertas de los fieles, corderos, novillos, etc. Para ayudar a misa estaba nombrado un monaguillo, ya de edad, que era al mismo tiempo maestro de primeras letras, pagado por la ermita, y esos fueron los primeros maestros que hubo en el pueblo; además, le facilitaban casa para vivir, y así figura bastante años en el cargo de cuentas, viviendo el sacristán y maestro de primeras letras en la casa de la ermita del barrio de arriba”, … “La pequeña ermita de Nuestra Señora del Rosario iba siendo insuficiente para las necesidades del vecindario; poco a poco, los núcleos de viviendas extendían su perímetro formando barrios más poblados; entonces se pensó en prolongar la nave de la capilla sin variar la planta primitiva: así se hizo en 1792, en cuyo año empezó el alargo de la ermita según rezan los libros de cuentas; la obra no se terminó hasta 1798, es decir, en este año se hizo el portal norte, que es la puerta que hoy sirve de entrada, y con ello se dio por terminada la obra; durante los seis años no se estuvo trabajando sin interrupción, sino que se dejaba o empezaba según los fondos y lismonas que se disponían, este alargo consistió desde la capilla de Cristo hasta la puerta de atrás, o sea lo que hoy forma la parte baja de la iglesia, pero sin el coro alto que se hizo años después; así quedo ya una iglesia de una sola nave y de regulares dimensiones, como la han conocido muchos de los vecinos del pueblo antes de la obra del crucero, con una pequeña sacristía de dependencia, cuya puerta estaba en el sitio que hoy ocupa la entrada de la capilla del rosario. El maestro que dirigió la obra fue Bartolomé Pérez, el carpintero, Pedro Robles y el herrero, Andrés Retamosa; importó la obra 13.300 reales vellón según rezan las cuentas, y se pagó la teja a tres pesetas el ciento”.

[8] Dos inscripciones en el costado norte ilustran alguna de las reformas de presente siglo; en una de ellas, de 1906, consta de reedificación y ampliación del templo; la otra, de 1928, se refiere a la erección de una de las capillas laterales.

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