LA
ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE SOPETRÁN DE ALMOHARÍN (CÁCERES)
Almoharín es una población de la provincia de Cáceres, situada a
39° 10' 35'' de latitud norte y a 6° 2' 34'' de longitud oeste. El término
municipal está flanqueado al este por el curso del río Búrdalo, en dirección noreste-suroeste y los arroyos de Sopetrán, Saltillo o el
regato de los Parrales; al sur por las vegas
del Guadiana, hay una pujante zona agrícola, atravesada por una red de
canales y acequias que arrancan de los embalses de Orellana y del Zújar y,
distribuyen la preciada agua por sus fértiles vegas, que ha experimentado un
importante crecimiento económico con la puesta en marcha del Plan Badajoz; al oeste por la meseta
adehesada de Arroyomolinos de Montánchez, al noroeste por la Sierra de
Montánchez (1000 m), al norte por la Sierra de la Zarza, Cancho Blanco (940 m)
y San Cristóbal (845 m), con un terreno montañoso, y al suroeste nos
encontramos con las sierras de Don José
y La Parrilla, dependientes de las estribaciones orientales de la Sierras de San
Pedro.
En
una llanura, a 7 km de la localidad de Almoharin,se encuentra la ermita
dedicada a la advocacion de Nuestra Señora de Sopetrán. En dicho paraje se han
localizado restos arqueológicos de época romana, paraje ocupado por los astures
lacienses, como denotan varios epígrafes[1],
sillares y tégulas, cuando se ha llevado a cabo la restauración de la casa del
santero entre los años 1859 y 1860; en 1992 se encontró un ánfora romana del
siglo II d. Cristo, cuando se realizó la cimentación de los servicios públicos
en el recinto del santuario, confirmándose que existió una villa romana. Nuestra
Señora de Sopetránes la patrona de la cercana localidad de Almoharín. Un dato a tener en cuenta es que aquí se
encuentra el punto cero del mapa de la región de Extremadura.
A pocos
metros del núcleo de la población se documentó un bronce de la ceca de la
ciudad ibera de Bolskan (actual ciudad de Huesca), la ceca que acuñó el mayor
volumen de monedas de toda Hispania durante los siglos II y I a. C. con la
representación de una cabeza masculina con jinete lancero, Pegaso y caballo
galopando[2],
así como el yacimiento arqueológico de La
Malena, donde se han localizado contrapesos de una almazara romana[3].
Durante
unas obras realizadas el mes de junio del año 1991, junto al cuartel, para
ubicar una residencia de mayores, se destruyó parte de la cimentación de una
"villae" romana posiblemente un asentamiento agrícola que abarcaba
unos 250 m², entre los restos
localizados se documentó un molino redondo que se utilizaba para moler el
cereal, así como diversos fragmentos de "doliae", recipientes de gran
tamaño, para el almacenamiento de los cereales, así como restos de cerámica del
tipo sigillata hispánica, de primeros
del siglo I llegando hasta el siglo IV, así como sepulturas halladas en la zona
de La Vega y campo de fútbol, destacando una tumba realizada con lajas de
mármol, cubierta por un bloque de granito, en cuyo interior se encontraron los
esqueletos de un hombre y una mujer, en posición fetal, y fragmentos de una
botella y una copa de vidrio, del siglo II de nuestra Era[4].
Son pocos los datos existentes sobre la
ermita de Nuestra Señora de Sopetrán, ya lo decía don Juan José González, sacerdote
de finales del siglo XIX: "Siento
que las noticias acerca de nuestra Virgen de Sopetrán son escasas y
deficientes, y por tanto me es imposible aportar los datos que desearía para
formar con ellos brillante historia; he vuelto ha indagar de acá y allá; y lo
poco encontrado procuro presentarlo cuidadoso orden"[5].
Aún quedan restos en la ermita actual de la
segunda mitad del siglo XV, cuando fue construida la ermita, aunque domina en
la obra el estilo barroco popular del siglo XVIII. Anexa a la hospedería, ala que se accede mediante puerta
adintelada que presenta en el dintel el símbolo grabado de las llaves del cristianismo o
papales (San Pedro), hubo una capilla, a modo de eremitorio que
debió construirse en la primera mitad del siglo XV, aún se conservan las
dependencias, de reducidas dimensiones, y la puerta de entrada a la misma, con
arco de medio punto rodeado de pometeados. Según opinión fidedigna del Dr.
Mayoral Cortés, el culto a Nuestra Señora de Sopetrán, patrona de Almoharín,
surgió a finales del siglo XV y ya existía una ermita dedicada a
su culto[6].
Según
una venerable tradición, que no se corresponde en absoluto con las
características estilísticas y psicológicas de la ermita, ni con el proceso de
reconquista de este sector de la región extremeña, de acuerdo con las crónicas
cristianas que hacen referencia a un hecho acontecido no en Almoharín sino en
Hita (Guadalajara), en el siglo XI el Príncipe árabe Alí-Maimón, ya bautizado
como Petrán tras la aparición de la
Virgen en una higuera, acude a Roma siendo Pontífice León IX y recibe
enseñanzas en la fe cristiana hasta la muerte del Papa en el año 1054. Después
de regresar y establecerse en el lugar del milagro, en el Valle de Solanillos,
cerca de la Villa de Hita (Guadalajara), recibe noticias de que su padre
Al-Mamún, Rey moro de Toledo, le está buscando para castigarle por su osadía al
haber permitido la liberación de los cautivos cristianos capturados en los
Altos de Barahona y haber renegado de su fe islámica. Petrán reúne a una
partida de hombres de armas de su antiguo grupo de guerreros y abandona el
santo lugar, busca refugio en tierras más seguras y se dirige hacia
Extremadura. Encuentra el lugar más idóneo para esperar a que se calme su
padre, en las cercanías de Almoharín, a una legua, casi seis kilómetros de esta
antigua población árabe, entre los restos ya despoblados de un antiguo
asentamiento. Aprovecha las ruinas de una antigua mezquita y allí decide crear
un lugar de devoción a la Virgen de Sopetrán. Los cristianos mozárabes de
Almoharín acaban encontrando un lugar de oración y escuchan maravillados los
relatos de Petrán. De ahí su respeto por Nuestra Señora y la tradición que
perdura hasta el tiempo presente.
En una
serie pictórica que se conserva en el presbiterio de la ermita de Almoharín se
recoge que el Infante vivió en este Santuario 16 años y murió en el de 1070,
siendo sepultado al pie de la higuera donde se le apareció la Virgen. El
vocablo de Sopetrán vendría de la contracción del topónimo Solanillos y del
Infante Petrán.
No
obstante, en honor a la verdad, no existen datos documentales acerca de los
orígenes de la primera capilla o eremitorio existente en paraje del término
municipal de Almoharín (Cáceres) y que diera nombre a una advocación tan
lignaria. Tampoco podemos conjeturar la posibilidad de que algún monje
benedictino procedente del Monasterio de Santa María de Sopetrán de la
localidad de Torre del Burgo, el término municipal de Hita (Guadalajara), llegase hasta este lugar y que estableciera
el culto a Nuestra Señora. Hay que tener en cuenta que el monasterio
benedictino tuvo sus orígenes en el siglo VII, aunque la estructura actual date
del período románico. También es importante
tener en cuenta la fecha 1372, cuando tuvo lugar la fundación por parte
del arzobispo de Toledo Gómez Manrique, que decidió entregar aquel
lugar a la Orden de San Benito, para que lo reédificara y cuidara. fue entonces
cuando se lleva a cabo una propagación helenística de estos primeros monjes por
algunos lugares de España, recibiendo los favores y regalos de reyes y
magnates. Hemos de tener en cuenta que en los libros de visitas de la Orden de
Santiago no se hace referencia alguna al nombre de "Sopetrán", cuando
encargan al entallador emeritense Pedro de Requena una imagen de la Virgen, no
se menciona la palabra "Sopetrán" (en 1556), sino “Nuestra Señora”.
Consideramos, más bien, que existió una capilla en el siglo XIV. La orden
santiaguista encargó la construcción de la ermita en la segunda mitad del siglo
XV, anexa a la capilla primitiva, bajo la advocación de Santa María. En el
primer decenio del siglo XIX algún devoto procedente de la Villa de Hita
(Guadalajara) se estableció en Almoharín y trajo el culto a Nuestra Señora de
Sopetrán, pintándose los cuadros que ornamentan el presbiterio en el año 1806,
fecha -igualmente- en la que se lleva a cabo una serie de restauraciones en la
ermita, como la construcción de la puerta del Evangelio. El monasterio
benedictino de Hita tiene un origen mítico[7],
si bien los primeros datos históricos hacen referencia a una fortaleza árabe Sopetrán, palabra cuyo origen
etimológico está compuesta por el sufijo latino “sub” (bajo) y “petran”
(piedra) y eso es lo que fue Sopetrán en sus orígenes: un lugar “bajo piedra”,
cuartel general del caudillo beréber Al-Wahid sublevado en el 768 contra el
califa Abd el-Rahman I[8].
Volviendo
al estudio de la ermita de Almoharín. Se accede al interior de la ermita actual
mediante dos puertas. La del lado oeste tiene arco carpanel, con decoración a
base de rosetas y mascarones humanos, obra del primer decenio del siglo XVI. La
del lado del Evangelio es sencilla, adintelada, presentando la inscripción
sobre el vano de entrada: "SE PVSO ESTA PORTAL Y ADAS D ABLA. D
1806". Casi unida a la puerta del Poniente, hay una ventana, en cuya parte
superior se lee: "FEBro. 14 DE 1731".
La
casa del Santero dista de la mitad 14 m, y su fachada principal mira al norte.
En el año 1859 se reedificó esta casa, concluyéndose la nueva en el año 1860,
siendo mayordomo de la virgen el presbítero don domingo Martín Núñez. Con este
motivo ya se empezaron a realizar excavaciones en el solar de la casa en el
paraje cercano, encontrándose sepulcros y otras obras subterráneas así como
inscripciones romanas, ánforas de barro, y otros objetos antiguos.
Tanto
por el lado oeste como el del norte, se accede al interior mediante un porche
corrido con arcos de medio punto sobre columnas toscanas. Este portal ya
existía a principios del siglo XVI, según consta en la descripción que
realizaron los visitadores de la orden santiaguista, según recoge Victorino
Mayoral[9].
La
ermita tiene una nave rectangular (17,50 m x 6,95 m) dividida en tres tramos
separados por arcos de medio punto rebajados y cubiertos con bóveda de medio
cañón con lunetos. Un arco triunfal separa la nave del presbiterio, que se
cubre con cúpula semiesférica sobre pechinas. Y un airoso camarín cuadrado
adosado al muro oriental cubierto con cúpulas semisférica sobre pechinas.
En
el presbiterio, hay cuatro óleos sobre lienzo firmados por Tomás Hidalgo en
1806. Representan episodios –a los que aludimos anteriormente- del príncipe Ali
Maimón, hijo del rey moro de Toledo y hermano de Santa Casilda, cada una de las
ocho escenas representadas, de luchas, milagros y apariciones de la Virgen,
están relatadas en unas cartelas laterales[10].
Este príncipe moro vivió en tiempos del rey Fernando I de León (1066-1072),
"Dejó Fernando sus reinos
divididos en tres hijos y dos hijas que tuvo: a don Sancho el mayor de los
varones, Castilla; a don Alfonso, León; a don García, Galicia; y a doña Urraca
y doña Elvira las ciudades de Zamora y Toro. Contradijo don Sancho esta
división, origen de muchos daños; pues en muriendo la reina doña Sancha su
madre, cuyo respeto le detenía, quitó el reino de Galicia a don García, a quien
prendió año mil y setenta; y acometiendo a don Alfonso, vencido y preso, le
forzó a entrar en religión, de donde huyó a Toledo, y quitando a doña Elvira su
herencia, y ciudad de Toro, puso cerco sobre Zamora, donde fue muerto a
traición por Bellido de Olfos en cuatro de octubre de mil y setenta y dos años,
y llevado por los castellanos a sepultar en San Salvador de Oña. Luis del
Mármol cuidadoso coronista de las cosas de los moros dice que por este tiempo Ali Maimon, rey de Toledo,
rompiendo las treguas que tenía con el rey don Sancho de Castilla cercó la
ciudad de Segovia, y dándosele a partido la destruyó y asoló toda"[11].
El
orden cronológico está bien marcado en los cuadros por una inscripción que en
línea horizontales divide en dos partes iguales, a excepción del último, en que
una serie de estrellitas constituye la línea divisoria del mismo. Éstos
cuadros, son exactamente iguales, así como los marcos, tienen de longitud 2 m y
15 cm x 258 cm de ancho; los marcos tienen 23 cm.
Cada
uno de los lienzos tiene una leyenda dentro de un medallón alado, expresiva del
hecho que representa la pintura. En la cartela superior de uno de los lienzos
dice (literalmente): "EL EJERCITO MORO GOVERNADO POR EL INFANTE, HACE ALTO
CERCA DE LA VILLA DE HITA EN EL VALLE DE SOLANILLOS DONDE SIENDO SIEMPRE LOS TRISTES CAVTIVOS EL TEMPLERO DE LAS
IMPIEDADES MAOMETANAS PIDEN EN SV CORACON EL ALIVIO POR MEDIO DE LA REYNA DE
LOS ANGELES".
En
el centro, donde separa una leyenda de otra: TOMAS HIDALGO ME FECIT; AÑO 1806;
SIENDO CURA PÁRROCO EL DR. D. (continua
en el siguiente) MANUEL PACHECO Y COMAN, Y ALCALDES ORDINARIOS, LOS SRES.
ALONSO CHAMORRO Y GONZALO BRONCANO, Y REGIDOR CELEDONIO JARA Y POR SÍNDICO
GONZALO GARCÍA GIL Y MAYORDOMO JUAN
ALVAREZ ARAUJO.
En
la cartela del lienzo inferior dice (literalmente): "ACORDANDOSE LOS
CRISTIANOS QUE EN AQUEL SITIO VBO TEMPLO DEDICADO A MARIA SANTISSIMA IMPLORARON
SV FAVOR I LA CELESTIAL PRINCESA VAJO DEL CIELO A VNA HIGUERA TAN LLENA DE
RESPLANDOR QUE A SV VISITA QUEDARON LOS MOROS ADORMECIDOS I ALGVNOS CIEGOS I
ENTRE ELLOS EL INFANTE LOS IZO CAVTIVOS".
En
el segundo cuadro, se lee: "HABIENDO SALIDO EL REY D. FERNANDO EL MAGNO
CONTRA EL REY DE SEVILLA POR TENER PACES CON ALMENON REY DE TOLEDO, ESTE MOVIO
LA GUERRA, ENVIANDO HACIA SEVILLA UN EJERCITO A TALAR LOS CAMPOS DE PARAHONA, Y
POR CAUDILLO SU HIJO DE EDAD DE TREINTA AÑOS, EN EL DE 1050".
"EL
INFANTE ALI MAIMON TIENE DIFERENTES ENCUENTROS EN QUE SALE VENZEDOR. TALALES
LOS CAMPOS I QUEMALES LAS MIESES I CON INFINITOS DESPOJOS I GRAN NUMERO DE
CAVTIVOS MARCHA A TOLEDO TAN GVSTOSO COMO AFLIXIDOS LOS MISEROS CRISTIANOS
DESPOSEIDOS DE TODO VIEN".
En
el tercer cuadro, se lee: "AUNQUE CIEGO, ILUSTRADO EL INFANTE DE ESTA
SOBERANA LUZ, DIJO: ¿MARÍA, QUÉ QUIERES DE MÍ?... QUE NO PERSIGAS A MIS HIJOS,
RESPONDIÓ LA VIRGEN, Y QUE TE BAUTICES. ¿y QUIÉN LO HA DE HACER? RESPONDIÓ: YO,
DIJO MARÍA; Y TOMANDO LA MANO LO LLEVÓ A UN POZO DONDE LE BAUTIZO POR SU MANO,Y
PÚSELE PEDRO POR NOMBRE, Y AL PUNTO COBRÓ LA VISTA; MÁNDOLE IR A rOMA PARA QUE
EL PAPA LE INSTRUYESE".
"LLEGA
A ROMA EL INFANTE, Y EN ELLA LE ESPERABA EL PONTIFICE, QUE TUVO REVELACION DEL
SUCESO; ENTEROLO EN LA FE Y SEÑALOLE UNA COMO HERMITA DONDE VIDIO CON SUS
COMPAÑEROS HASTA QUE MUERTO LEON IX EL AÑO 1054 VINO A ESPAÑA Y FUNDO LOS
SANTUARIOS DE SOPETRAN".
En
el cuarto cuadro, el lienzo superior, se lee (literalmente): "DESPVES EL
INFANTE VINO DE ROMA FVNDO EL SANTUARIO DE SOLANILLOS EN EL TERMINO DE
ALMOHARIN POR MANDATO DONDE LA VIRGEN EN EL SITIO EN QUE FVE VISTA I TUVO EN EL
VN PIE DE EXERCITO ATESTIGVALO ASEGVRAN VESTIGIOS Y SEÑALES".
En
lacartela del lienzo inferior dice (literalmente): "VIVIO EL INFANTE EN
ESTE SANTVARIO 16 AÑOS. MVRIO EN EL DE 1070. FVE SEPVLTADO AL PIE DE LA HIGVERA
DONDE SE APARECIO LA VIRGEN VIENCeVIDO DE CASILDA SV HERMANA SACANDOLA DE LA
ZETA PARA EL NUMERO DE SUS SANTAS".
Si
seguimos fielmente la leyenda, de manera categórica, se afirma en estos cuadros
que el año 1054 vino de Roma a España el infante y fundó los santuarios de
Sopetrán. De modo más concreto se lee que después, fundó el dicho infante el
santuario de Solanillos y éste, término de Almoharín, por mandato de la Virgen
en el sitio de la Mezquita. Podemos concluir, si seguimos fiel al texto, que
Alí Maymón vino a este sitio de la Mezquita (dehesa); que fundó Santuario de
Sopetrán, de Almoharín, dividió este santuario 16 años, muriendo en el año
1070, y que fue trasladado su cuerpo desde aquí ante Sopetrán de Hita, donde
fue sepultado el que leyera donde se apareció la Virgen[12].
Son lienzos que nos determinarían una tradición transmitida de generación en
generación. Bien es cierto que la ermita se encuentra en el límite de la dehesa
llamada "Mezquita", que fue propiedad del Duque de Frías.
No
obstante, no ratificamos en las aclaraciones que hemos realizado con
anterioridad: que
existió una capilla en el siglo XIV. La orden santiaguista encargó la
construcción de la ermita en la segunda mitad del siglo XV, anexa a la capilla
primitiva, bajo la advocación de Santa María. En el primer decenio del siglo
XIX algún devoto procedente de la Villa de Hita (Guadalajara) se estableció en
Almoharín y trajo el culto a Nuestra Señora de Sopetrán, pintándose los cuadros
que ornamentan el presbiterio en el año 1806, fecha -igualmente- en la que se
lleva a cabo una serie de restauraciones en la ermita, como la construcción de
la puerta del Evangelio.
Volviendo
a la ermita, preside el presbiterio un retablo mayor dorado, obra del siglo
XVIII. Consta de banco, cuerpo en cinco calles y remate, ornamentado con tallos
y hojas carnosas; en la hornacina central se venera la imagen policromada de la
Virgen de Sopetrán, patrona de Almorahín, obra en madera policromada y estofada,
realizada en la segunda mitad del siglo XVI, la imagen sostiene al Niño con la
mano izquierda mientras que con la derecha sostiene un canastillo de frutas[13].
Existió una imagen anterior -presumiblemente gótica- que recibió culto como
Patrona de Almoharín y cuya efectividad se realizaría posiblemente el día de la
Asuncion[14]
y que recoge la descripción que hace el visitador de la Orden de Santiago en el
año 1550. En la visita realizada en el año 1556 se encarga una nueva talla de
la imagen de la Virgen de Sopetrán de bulto y un tabernáculo que se ponga con
sus puertas. La imagen fue realizada por Pedro de Requena, que tenía taller
establecido en Mérida[15],
entallador que tuvo una importante actividad en Andalucía. La imagen actual fue
restaurada en el Taller de Romero de
Torre en Córdoba entre los años 1920 y 1925, en el transcurso de la
misma le enderezaron la cabeza y le retocaron
el rostro; la última restauración se efectuó en 1958. Las ordenanzas de la
Cofradía de Nuestra Señora de Sopetrán fueron aprobadas por el señor provisor
eclesiástico a Mérida en el año 1737[16].
Entre
los documentos pertenecientes a la Cofradía de Nuestra Señora destaca una
antigua estampa que se conserva en la que figuran la virgen sobre una higuera,
con el niño en el brazo izquierdo y el distrito de frutas en el derecho; junto
al tronco del higuera, al izquierdo del observador, dos hombres en actitud
suplicante depositando a los pies de la Virgen, grillos y cadenas, por allí
esparcidos; y a la derecha otros dos, tendidos en tierra, llenos de espanto,
con alfanjes sacados de sus vainas y tirados en el suelo. Bajo la imagen hay
una inscripción que dice literalmente: "Vº. Rº. de Nª. Sª. de Sopetran, que se venera en su ermita, término
desta villa de Almoharin. Sácala a luz Dn. Bartolomé Caro de Zaea Rexor.
perpetuo y Aguacil mayor del Campo de la Ciudad de Carmona, quien la dedica al
Caballero D. Miguel Donayre y Solís, aº 1714". Lo que indica
claramente que por aquel tiempo, año 1714, se veneraba a la Virgen de Sopetrán,
la imagen ejecutada en la segunda mitad del siglo XVI.
En
las cuatro esquinas de la cúpula de la ermita hay pinturas al fresco con la
representación de los cuatro evangelistas con sus atributos, obra popular del
siglo XIX y que han sido restaurados recientemente. Detrás del retablo se
encuentra el camarín. En este espacio se conserva un cuadro pintado por José
Pérez Lázaro y la misma representación nos la ofrece en otro cuadro de formato
menor en la hospedería del santuario, con firma del autor y que retrata a don Jacinto
Jaraiz, magistrado, entregando un poema
a la Virgen de Sopetrán, según una cartela en la que puede leerse: "EL
EXCMO. SR. D. JACINTO JARAIZ FERNANDEZ MAGISTRADO DEL TRIBUNAL SUPREMO AUTOR DE
EL POEMA DE LA VIRGEN DE SOPETRAN OFRECIENDOSELO A LA EXCELSA PATRONA DE
ALMOHARIN, 1924"[17]. Fueron
varias las canciones y poemas que recogió el
magistrado del Tribunal Supremo, don Jacinto Jaraíz Fernández, a principios del
siglo pasado, canciones de niños y niñas y romances de labradores y pastores
dando las gracias a la Virgen por favores recibidos.
En la sacristía hay un artístico lavatorio de
granito del siglo XVI. Destacamos dos esculturas en madera policromada de Jesús
crucificado, ambas obra del siglo XVIII. Desde la sacristía, mediante un
corredor o pasillo, y tras subir una escalera de piedra de ocho gradas llegamos
al camarín de la Virgen. En el pasillo que conduce al camarín hay un imagen en
madera policromada que representa a San Bartolomé, obra del siglo XVIII y la
imagen artística de Santa Ana con la Virgen niña. el camarín está formado por
un cuadrado perfecto que mide por todos sus lados 3 m y 57 cm. Este, así como
la media naranja que constituye su parte superior, fueron pintados al óleo en
el año 1886.
En el lado del Evangelio destaca un retablo
barroco dorado, obra del siglo XVIII, de un solo cuerpo como hornacina en la
que se encuentra una imagen moderna de San Antón, patrón de los animales,
acompañado de un cerdito, su símbolo parlante. Y remata el retablo, una tabla
pictórica con la representación de la Presentación de la Virgen
en el templo y el epígrafe: "SE DORO ESTE RETABLO SIENDO MAYORDOMO
FRANCISCO IGNACIO LOPEZ. AÑO DE 1799". Este retablo fue realizado para la
imagen policromada de Santa Ana, obra del siglo XVIII, que se encuentra
actualmente en el pasillo de acceso al camarín y que hemos mencionado
anteriormente. Próximo a este retablo hay un púlpito de granito, que tiene en
uno de sus paneles la cruz de Santiago y la fecha: 1819.
En
el lado de la Epístola hay un retablo barroco dorado de un cuerpo y remate,
obra del siglo XVIII. En la hornacina central se venera una imagen moderna de
San Isidro labrador con ángel y bueyes. El retablo está rematado por una tabla pictórica con la
representación de Jesús atado a la columna, obra del siglo XVIII.El
coro se encuentra a los pies, con arco rebajado en el frente.
Aún
se conservan algunos cuadros exvotosen la ermita. Hay tres que representan
prodigios cobrados por mediación de Nuestra Señora en favor de sus protegidos.
El primero es un cuadro en papel cañamazo, picado, en cuyo centro está colocada
la imagen de la Virgen de Sopetrán y por debajo una leyenda que dice: "Habiendo caído gravemente enfermo la niña
Dionisia Cámara y Gómez, su tía Dionisio Gómez la ofreció muy de veras a la
Virgen Santísima de Sopetrán, y colocar su imagen en un cuadro, por haber
recobrado su salud".
Otro
es una fotografía de Nuestra Señora de tamaño regular, forma grupo con la
Virgen con niño, y junto a estas fotografías se lee: "Antonio Pedrero, de edad de seis años, estando enfermo gravemente
desahuciado del médico de esta villa, su madre Tomasa del Prado se ofreció a la
Virgen de Sopetrán en la noche del 15 de amanecer el 16 agosto 1863, y desde
entonces principió el niño a ir recobrando su salud".
Entre
estos dos hay un cuadro de lienzo de 80 cm de largo por 72 de ancho. Representa
un hombre de edad vestido del antiguo estilo del país, esto es con chaquete
calzón corto, de rodillas ante la imagen de la Virgen bajo cuya peana serie de
la siguiente inscripción: "Jph
Jaraiz, vesº. de la Bª de Almoarin de edad de 60 años a estado gravemte
enfermo, y en los 9 de marzo del pres.te se hinchó todo su cuerpo y bientre de
suerte q. de modo q. se aogaba. De sav.do de medicos y ziru.nos ofreciose mui
de beras a Nra. Sra. de Sopetran y de pintar su imagen en el dia 22 de Julio
desde a.º de 1785 desde el sintio alibio y se halla totalmente sano".
Han
desaparecido algunas de las imágenes que se veneraban en esta ermita y que
conocemos gracias a las investigaciones llevadas a cabo por Victorino Mayoral y
que recoge la descripción que realizaron los visitadores entre 1498 y 1500,
según la misma, la Iglesia eran una sola nave, de piedra compuesta, tejado de
madera tosca y teja. El altar mayor había tres imágenes de madera de Nuestra
Señora, Santa Lucía y Santo Domingo, y mencionan la existencia de cinco
capillas. El altar mayor había un marco de cantería, atravesado por una viga en
la que estaba un crucifijo y dos imágenes[18].
Bibliografía
Andrés
Ordax, et allí: Inventario artístico de Cáceres y su provincia, tomo II, Madrid,
1990.
Carrasco Vázquez, J: "La
fundación del monasterio de Nuestra Señora de Sopetrán a la vista de un
documento conservado en el Archivo Histórico Nacional: una puesta al
día". Revista de Estudios de
Guadalajara, Nº. 24, 1997, pp. 25-40.
González
y Gómez, J. J: Estudio histórico
descriptivo de la Santísima Virgen María que con el título de Sopetrán se
venera en su ermita de la villa de Almoharín y monografía de dicha villa.
Sevilla, 1898.
Jaraíz Fernández, J: El poema de la Virgen de Sopetrán y otras
poesías religiosas. Tip. Sobrino de B. Peña, Trujillo, 1924.
Mayoral
Cortés, V: Almoharín en la historia. Un
pueblo de Extremadura. Muñoz Moya, Almoharín, 2010.
Río-Miranda, J, Iglesias Domínguez, M. G: ”Nuevas aportaciones a
la epigrafía y arqueología de Cáceres”, Ahigal
21, 2005, 4-5.
Río-Miranda, J, Revista Cultural BIGC Valdeobispo, 2ª época, nº 14/1992.
[1]
Estela de granito, con remate semicircular y rota por abajo. Como decoración
tiene un creciente lunar con apéndices colgantes, como formando una especie de
copa. Dabajo, por su reutilización, tiene un canal profundo que, partiendo del
lateral izquierdo, en la que puede leerse: P(ublius) • Lupius / Bassus /
an(norum) • XXX. Río-Miranda, 2005, 4.
[2]Río-Miranda, 1992.
[3] Mayoral, 2010, 25.
[4] Mayoral Cortés, 2010, 23 y 24.
[5]
González y Gómez, 1898, 3. No existe un documento los archivos parroquiales ni
en el municipal que los de luz para descubrir la fecha de su origen, ni el más
pequeño indicio siquiera que pudiera servir de apoyo y guía en el
descubrimiento de la época en que se comenzó a dar culto a la Virgen de
Sopetrán, Ibidem, 21.
[6]Mayoral,
2010, 71. Según ha investigado en los Libros de Visitas de la Orden de
Santiago. Libros de Visitas de la Orden de Santiago. Archivo Histórico
Nacional. Sección de Ordenes Militares.
[7] Según las investigaciones de don Jesús Carrasco en el Archivo Histórico Nacional, sección Osuna, legajo 1671, se encuentra un libro bajo el título Relación breve de la fundación del monasterio de Nuestra Señora de Sopetrán y que ya había sido publicado por Criado del Val en su Historia de Hita y su arcipreste, Madrid, 1976, 196. Carrasco Vázquez, 1997, 24.
[8] Carrasco Vázquez, 1997, 27.
[9]
Mayoral, op. cit., 73.
[10]
Andrés Ordax, et allí, 1990, 101.
[11] Capítulo XIII de la Historia de la Insigne Ciudad de Segovia. Manuscrito. Cortes de los antiguos reinos de León y Castilla.
[12] González y Gómez, 1898, 34. Tambien certifica este hecho Tirso Lozano, en su obra sobre Historia de Montáchez, 1894 (reed. 1996).
[13]Sitúa
"en el altar una imagen de Nuestra
Señora de bulto metida en una caja de madera pintada". Vid. Mayoral
Cortés, 2010, 73.
[14] Según recoge el capítulo III de los Estatutos aprobados el día 17 de enero de 1737: "Ordenamos y mandamos que el día de la Asunción de Nuestra Señora, en el cual hay jubileo para todos los hermanos".
[15]
Mayoral Cortés, 2021, 74.
[16] Las antiguas constituciones fueron abolidas y aprobadas otras nuevas para su mejor observancia en el año 1737.
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